El Gobierno cede un edificio en la calle San Faustino

Delegación del Gobierno de Madrid ha entregado en un acto simbólico las llaves del inmueble situado en la calle San Faustino 23 del barrio de Canillejas al Ayuntamiento de Madrid para futuro uso social. El edificio, que en origen albergó al colegio Princesa Margarita de Austria en los años 60 del pasado siglo, estaba abandonado desde que cerró la Oficina de Extranjeros, su última ocupación.

En la entrega de llaves estaba presente la concejala presidenta de San Blas-Canillejas Marta Gómez, que se mostraba muy satisfecha con la recepción de este edificio público tan necesario para el distrito. “Llevábamos trabajando muchos meses para recuperar este espacio en desuso que es imprescindible para albergar el tejido asociativo del distrito y al final lo hemos conseguido, hay mucha demanda de este tipo de edificios”.

En esta ocasión la colaboración entre las distintas administraciones ha funcionado mejor de lo esperado. Delegación del Gobierno, la última administración que dotó al espacio de contenido, tenía echado el cierre permanente con el consiguiente deterioro. Anteriormente el edificio fue destino de los Servicios Sociales hasta que finalmente lo adquirió el Estado Español como Oficina de Extranjeros para tramitar permisos de residencia o trabajo.

Vivienda Digna y KrisolMarta Gómez, San Faustino 23

El edificio es amplio, luminoso, en perfecto estado de conservación, con un aspecto elegante en dos alturas más terraza, perfecto para ubicar a las entidades sociales que solicitan espacio. “Lo primero que haremos será elaborar un decreto y después valoraremos las asociaciones que han pedido ubicarse para fines sociales, tendrán preferencia las de más arraigo del distrito”, explicaba Gómez. En este sentido la Asociación por la Vivienda Digna y la Compañía del Krisol son las que más opciones tienen, las más interesadas, pero la propia Junta Municipal también tiene sus planes.

“Nosotros necesitamos un local público y así se lo hicimos saber a la Junta Municipal, conocíamos de sobra el edificio, aunque nos decían que no había locales disponibles en el distrito. Han trabajado bien para recuperarlo porque en este distrito hay muchas necesidades que resolver y la Asociación Vivienda Digna merece una oportunidad”, apunta la presidenta Justa Rodríguez, pionera en la entrega de alimentos a personas vulnerables.

“Vamos a reservar un espacio amplio para talleres de Igualdad del distrito, el edificio es amplio y hay necesidades en este sentido que podremos unificar aquí. En cuanto a las entidades sociales y vecinales estamos estudiando las fórmulas para dar entrada a sus actividades, y tendremos que decidir quién se hace cargo de los suministros. Las entidades están acostumbradas al alquiler de locales y a pagar los gastos, pero vamos a ver cómo compatibilizamos todo para dar el mejor servicio público a los ciudadanos”, subrayaba la presidenta del distrito.