Los Magos inundaron de ilusión las calles del distrito

La Cabalgata de los Reyes Magos fue este año muy superior en contenido, carrozas, personajes y música a la de años anteriores. La participación también creció con respecto a otras ediciones y las calles se llenaron de niños y mayores con ilusión para ver en directo a los tres Reyes Magos (Melchor, Gaspar y Baltasar).

La calidad de la cabalgata tuvo mucho que ver con el aumento del presupuesto destinado por la Junta Municipal del distrito que triplicó la partida y es que San Blas-Canillejas comienza a remontar y a parecerse un poco a los vecinos distritos.

La Cabalgata de los Reyes Magos

Lo cierto es que la Cabalgata y las fiestas de San Blas y Canillejas están muy por debajo de otros distritos, esto es un histórico que con el actual equipo de gobierno parece que va a cambiar y para bien. Ya solo falta que el raquítico presupuesto para las fiestas de los barrios también aumente para que el distrito juegue en la misma división, en igualdad de condiciones con el resto de los madrileños.

La mejoría de la Cabalgata se notó por ejemplo en el aumento de las carrozas y sobre todo en las actuaciones musicales que jalonaron todo el recorrido con bandas, batukadas, majorettes, malabares, percusión, música étnica y personajes con cabezudos. El trencito fue un acierto y los caramelos esta vez no faltaron, incluso sobraron con tres paradas técnicas para repostar.

Presencia policial y cordón de seguridad

Se notó mayor presencia policial por los últimos acontecimientos producidos en Berlín o Estambul y el cordón de seguridad funcionó a la perfección gracias a la ayuda de padres, madres y voluntarios de las entidades sociales, vecinales, deportivas y partidos políticos que echaron una mano para que todo saliera a pedir de boca.
La Cabalgata de los Reyes Magos
El público que acompañó a la comitiva real durante todo el recorrido fue incesante auque se notó más su presencia en la salida del Centro Cultural Antonio Machado, en Las Rosas y en Canillejas, con un final apoteósico en la antigua Junta Municipal de la calle Torre Arias, un estallido de color y buen rollo que animó al personal bajo el intenso frío de enero.

Incluso el rey Baltasar, emocionado, dio vivas a Canillejas (final del recorrido) y a España, sin duda agradecido por el buen trato que le dispensó nuestro país tras su largo recorrido por los desiertos del lejano oriente.