La Quinta de los Molinos, nuevo Bien de Interés Cultural
El Gobierno regional blinda la Quinta de los Molinos por su valor histórico, arquitectónico y paisajístico
La Comunidad de Madrid aprobó el pasado 3 de septiembre, en el Consejo de Gobierno, la declaración de la Quinta de los Molinos como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Patrimonio Histórico. El reconocimiento se concede por su valor urbanístico, paisajístico, histórico y botánico.
Situado en el barrio de Suanzes, más concretamente en el número 527 de la calle Alcalá, en el distrito de San Blas-Canillejas, este parque es especialmente conocido por la floración de sus cerca de 1.900 almendros, “un espectáculo que atrae cada año a centenares de madrileños”, señaló el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín.

La Quinta forma parte del eje de fincas históricas de la antigua carretera de Aragón—junto a Torre Arias y El Capricho—y su protección incluye tanto el arbolado y la vegetación como los elementos arquitectónicos y patrimoniales. Entre ellos sobresalen el Palacete de Cort, diseñado por el arquitecto César Cort; la Casa del Reloj; las antiguas cocheras; la lavandería; el invernadero o la pista de tenis.
Su origen se remonta a principios del siglo XX, cuando César Cort Botí, ingeniero, arquitecto y concejal del Ayuntamiento, fue adquiriendo distintas parcelas hasta conformar una finca de 29 hectáreas. El nombre procede de los molinos de viento importados de Estados Unidos en los años 20 para extraer agua de los pozos.
El parque se divide en dos grandes áreas: la zona norte, de estilo romántico mediterráneo, con praderas, estanques, fuentes y construcciones singulares, y la zona sur, de carácter agrícola, donde cada invierno florecen los almendros. Su vegetación también incluye olivos, pinos, cipreses, cedros, plátanos, tilos, eucaliptos y arbustos ornamentales como rosales o lilos.
A lo largo de su historia, la finca ha vivido distintas transformaciones, desde reformas arquitectónicas entre 1939 y 1954 hasta la instalación de una Escuela de Jardinería (1986-1993) o el uso de la Casa del Reloj como sede del Centro de Atención a las Adicciones en los años 90.
En 2018, el recinto sumó un nuevo uso con la apertura del Espacio Abierto Quinta de los Molinos, centro cultural y social destinado a la infancia y la juventud.
En la actualidad, la Quinta de Los Molinos funciona como parque urbano de libre acceso, estando abierto todos los días de 06:30 a 22:00 horas.