Aprovechamos la ocasión para reflexionar sobre lo que significan realmente estas celebraciones: un espacio para compartir, para reforzar la identidad vecinal y para mantener vivas nuestras costumbres. Hemos querido recoger las voces de quienes las hacen posibles, y para ello contamos con la colaboración de: Miguel Ángel García, pte. AA.VV. Polígono H; José Luis Mesa, pte. AA.VV. Amistad de Canillejas; Pablo de la Morena, miembro AA.VV. Las Musas-Las Rosas; y Susana Machado, vicepta. AA.VV. Aquitania-Arcos.
Cómo valoran las fiestas del Distrito de San Blas-Canillejas?
Miguel Ángel García (MA.G.): Estoy viendo que las fiestas se han ido deteriorando con el paso de los años. Los grandes artistas han dejado de venir. Al principio las fiestas era bastante populares y participativas, y ahora no es así. Vamos a peor y no tiene pinta de que vaya a mejorar.
José Luis Mesa (JL.M.): Una de las cosas que veo bien es que las fiestas se hacen por barrios y no es solo una única fiesta del Distrito. Lo malo es que cada vez son menos populares. Hemos ido perdiendo el encanto por ellas. El Ayuntamiento está muy cerrado a escuchar las propuestas que hace la Junta Municipal sobre las actuaciones a organizar.
Pablo de la Morena (P.M.): Hemos ido a peor. La ordenanza municipal decreta que no se pueden hacer las fiestas a menos de 500 metros de donde haya colegios o residencias de tercera edad, y eso nos ha perjudicado. No hacemos nada porque no nos lo permiten.
Susana Machado (S.M.): Considero que también han ido bajando de nivel. Esto cambiaría si nos dejaran hacer muchas más cosas. Tampoco nos dejan hacer publicidad. Entonces, si han ido a peor y encima no nos dejan publicitarlas para que le llegue a más gente de otros Distritos.

¿Creen que las fiestas de los diferentes barrios son necesarias?
(MA.G.): Cada barrio debería tener sus propias fiestas. Para eso es importante que desde las instituciones municipales las promuevan y las publiciten. Cada vez ponen más trabas con los permisos y la seguridad. En vez de ayudar nos están poniendo la zancadilla. Además, considero que se deberían ampliar los espacios de fiesta y que no sean solo 2 o 3 calles.
(JL.M.): El único barrio que es necesario que tenga su propia fiesta es Canillejas, porque es el más antiguo del Distrito. Ni la época franquista consiguió detener la fiesta aquí. En el resto de barrios también deberían de hacerse. Considero que la unión de todos los barrios es muy importante, porque son días de unión y encuentro entre los vecinos.
(P.M.): Por las características del Distrito, que somos uno de los más densamente poblados y con hasta ocho barrios, es muy importante que haya fiestas en cada uno de ellos. Las fiestas deberían enfocarse a cohesionar a los vecinos de todos los barrios. A las Juntas Municipales no les gusta la unión entre vecinos, sino no nos pondrían tantos problemas.
(S.M.): Las fiestas de barrio son una oportunidad única para reunirnos, celebrar y dar vida a nuestras calles. Pero para que realmente funcionen, hace falta una implicación conjunta: vecinos con ganas de participar y administraciones que acompañen el proceso. En lugar de verlas como un problema logístico, las instituciones deberían apostar por ellas como una inversión social y cultural. Ampliar los espacios y facilitar los permisos no es un capricho, es una forma de hacer que el barrio respire comunidad.
Miguel Ángel García:
“Cada barrio debería tener sus propias fiestas”

¿Están valoradas por los vecinos?
(MA.G.): Depende mucho del barrio y del tipo de actividades que se organicen, pero en general sí, las fiestas suelen estar muy valoradas por los vecinos. Son momentos esperados, en los que se recupera el sentido de comunidad y se comparte más allá del día a día. Eso sí, a veces falta difusión o variedad en la programación, y eso puede hacer que algunos no se sientan representados o simplemente no se enteren. Cuando hay participación real, el aprecio se nota.
(JL.M.): Cada vez participan menos vecinos. Pero para eso estamos nosotros. No puedo culparlos de la bajada de la popularidad de nuestras fiestas, porque en la mayoría de las ocasiones no saben qué eventos se van a realizar. No nos dejan promocionar las actividades. Tampoco nos dejan hacer muchas cosas por las dificultades que nos ponen. Entonces, los vecinos no son culpables sino víctimas.
(P.M.): Muchos vecinos sí valoran las fiestas y las disfrutan, pero su percepción también depende mucho de cómo se organizan. Cuando la administración se implica de verdad, las fiestas se convierten en algo significativo para la mayoría. En cambio, si se organizan de forma pobre o con muchas trabas burocráticas, el interés baja y con razón. Al final, para que los vecinos las valoren, tiene que haber un compromiso claro desde lo institucional.
(S.M.): Cada vez menos. Es normal porque cada vez nos permiten hacer menos cosas. Si al vecino no le ofreces buenas fiestas, ni buenos servicios, no vendrá. Nosotros no tenemos la culpa. Si no me propones planes interesantes o divertidos, me aburriré el primer día y ya no vendré más. La Junta Municipal debería poner un poquito más de su parte.
José Luis Mesa:
“Las fiestas cada año son menos populares”

¿Qué inconvenientes o problemas se encuentran para ponerlas en marcha?
(MA.G.): El primer gran inconveniente es el horario. Son horarios muy reducidos con muy pocos días. Además, el incremento de los precios en todas los elementos necesarios hace que cueste más contratar a un grupo de música. Las infraestructuras también son muy caras. Si a eso le sumas que cada vez menos vecinos se animan, el Ayuntamiento va a ir reduciendo cada año el presupuesto para las fiestas.
(JL.M.): El principal problema que veo en las asociaciones de vecinos son las exigencias burocráticas. Basta ya de que el Ayuntamiento no nos ayude en nada. Cuando llegan estas fechas encima nos tiran tierra encima. Lo llevo viendo los últimos tres años. Así es imposible funcionar. Además, la organización interna en las Juntas Municipales es desastrosa. Hace años hablábamos con una sola persona para organizarlo todo. El año pasado fue un caos, porque tenías que hablar con varias personas, cada una te decía una cosa y al final no sabías a qué atenerte,
(P.M.): Como venimos hablando, la implicación de las Juntas Municipales cada vez es menor. Casi todos los gastos en estas fechas corren a cargo nuestro, ya que apenas recibimos ayudas de las instituciones municipales. Por otro lado, no quieren poner policías por las noches. En más de una ocasión me ha tocado vigilar el escenario para que no se llevasen nada. El Ayuntamiento no quiere que haya fiestas en los barrios.
(S.M.): La burocracia sigue siendo uno de los mayores obstáculos para organizar las fiestas del barrio. Para las asociaciones vecinales, que muchas veces trabajan con recursos muy limitados y con personas voluntarias, enfrentarse a todo el papeleo, las exigencias de seguridad, los seguros y los costes adicionales se vuelve una tarea casi imposible. Es frustrante ver cómo, en lugar de facilitar las cosas, se imponen barreras que desmotivan y complican cualquier iniciativa. En ese sentido, las Juntas Municipales o de Distrito deberían dar un paso al frente y asumir un papel más activo.
Pablo de la Morena:
“El Ayuntamiento no quiere que haya fiestas en cada barrio“

¿De qué forma creen que se podrían mejorar?
(MA.G.): Una forma clave de mejorar las fiestas sería fomentando una mayor colaboración entre las asociaciones vecinales y la administración. Si se simplificaran los trámites burocráticos y se ofreciera más apoyo económico y logístico, sería mucho más fácil organizar actividades variadas y de calidad. También ayudaría abrir espacios de participación real, donde los vecinos puedan proponer ideas y sentirse parte del proceso. Y, por supuesto, ampliar la difusión para que toda la comunidad esté informada y pueda sumarse.
(JL.M.): Lo primero sería mejorar la participación de las entidades que organizamos las fiestas. Últimamente ya no se hacen ni reuniones para coordinar el trabajo que queremos hacer. Sondear lo que quieren nuestros vecinos es necesario para que haya participación. Por otro lado, habría que mejorar la publicidad de las actividades. No puede ser que los vecinos no estén al corriente de los eventos que va a haber.
(P.M.): Lo que hay que hacer es que nos faciliten la documentación necesaria. La pandemia les vino muy bien a la administración para que las fiestas no volvieran a ser como antes. Lo que no podemos hacer nosotros como asociaciones es correr con los gastos de todo. Somos nosotros quienes subvencionamos las fiestas, ya que apenas hay apoyo de las Juntas Municipales.
(S.M.): Lo más importante es movilizar a la juventud. Veo que los jóvenes sí que quieren hacer cosas, pero si no se enteran de que hay actividades no van a ir. Por eso es tan importante la promoción. Eso también ayudaría a que los comercios quieran invertir en publicidad.

¿Se pueden comparar las fiestas de San Blas-Canillejas con las de otros distritos de la capital?
(MA.G.): Esa posible diferenciación tiene más sentido si se mira por barrios y no por distritos. Cada barrio tiene una identidad determinada. En Chueca, por ejemplo, la temática es la homosexualidad. El factor económico también es un gran determinante para que sean mejores o peores fiestas.
(JL.M.): Hay diferencias significativas entre distritos y barrios por el hecho de que cada Junta Municipal organiza y financia sus fiestas de una manera diferente a las otras. Debería ser igual para todos, pero la práctica dice que no. Luego, también es la gente la que hace las fiestas y hay sectores de población más y menos receptivos. También hay que ver que hay ciertos puntos de la capital donde hay más población mayor y las fiestas no tendrán el mismo calado que en distritos más jóvenes.
(P.M.): No se pueden comparar las fiestas de cada distrito porque cada fiesta depende de los concejales de cada uno de ellos. Lo que en un distrito es obligatorio, en otro puede no exigirse. Aquí es donde se nota que falta unidad. En un Distrito tan grande como el nuestro, nuestros barrios deberían funcionar en sintonía y no depender de los intereses de cada Junta Municipal.
(S.M.): No se puede comparar porque cada distrito tiene unos intereses particulares. Como también una población determinada. Antes hemos hablado de Chueca y la fiesta del Orgullo LGTBI. Ese es su interés, sí, pero es que saben promocionarlo y moverlo muy bien. Nuestro Distrito es mucho más grande y no tiene una temática tan definida, pero podemos mover a la misma cantidad de personas si se hicieran las cosas bien.
Susana Machado:
“Lo más importante es movilizar a nuestra juventud”

¿La Junta Municipal ayuda lo suficiente?
(MA.G.): No. Las Juntas Municipales tiene un gran problema y es que tendría que existir la descentralización de capital a las juntas. Lo que pasa es que el presupuesto de las juntas para las actividades de fiestas patronales es muy escaso. El resto de ese dinero lo ponen los padres de los chicos o las asociaciones vecinales como nosotros.
(JL.M.): Desde luego que no. Habría que crear una comisión de fiestas con participación ciudadana. Esto es necesario para ver qué es lo que queremos y a qué se le puede hacer frente. En función del presupuesto que se tenga pues se decide qué eventos realizar y cuáles no. Lo primero, por tanto, es que haya suficiente personal en el Ayuntamiento para llevar esta gestión, y que ayuden a sacarlo adelante.
(P.M.): Para nada. Las Juntas Municipales deberían ser mucho más sensibles con las asociaciones vecinales porque tratamos de ayudarlas, no de destruirlas. Las Juntas Municipales nos necesitan pero no lo admiten. Todas las asociaciones vecinales somos entidades sin ánimo de lucro. Le dedicamos tiempo con el objetivo de que los vecinos tengan toda la información y los servicios que a nosotros nos gustaría tener.
(S.M.): No ayuda lo suficiente. Lo que tendríamos que hacer es formar parte de una comisión de fiestas y que nos escuchen, porque somos la voz de los vecinos. Nosotros no pedimos tener todo el control, pero sí que se nos tenga en cuenta, porque conocemos las necesidades del barrio, sabemos qué actividades funcionan y qué puede motivar a la gente a participar. Si nos escucharan más, las fiestas serían más vivas, más inclusivas y, sobre todo, más nuestras.

Para las dos grandes fiestas del Distrito en julio y septiembre hay un presupuesto de 316.000 € ¿Qué opinión les merece esta cifra?
(MA.G.): Hay que tener en cuenta que cada una de esas fiestas es un barrio distinto. Más allá de determinar si es un presupuesto alto o no, lo que defendemos desde nuestra asociación es que haya un buen balance cuantitativo. Queremos que ese dinero se reparta bien entre todos los barrios, porque cada uno de ellos merece tener buenas fiestas.
(JL.M.): Creo que se necesita más dinero. Si quieres actividades interesantes tienes que tener un presupuesto. Las Juntas Municipales tendrían que pensar en cubrir actividades para todas las edades y que sean divertidas. Hay ciertas actividades que se quedan atrás. La mayor parte de esa iniciativa es gracias a las asociaciones vecinales.
(P.M.): En los barrios periféricos deberían hacer más inversiones que en los del centro. Es raro que las personas que viven más cerca del centro vayan hacia afuera. En cambio, la gente de la periferia sí que irán a las fiestas de los barrios más céntricos porque habrá más ambiente. La única manera de equilibrarlo es aumentar el presupuesto de los barrios más alejados para que sus vecinos disfruten de sus propias fiestas.
(S.M.): Considero que no es suficiente. Cada barrio se gestiona de forma independiente y saber cuánto dinero necesita. Cuanto mayor es el presupuesto, mayor es la cantidad de actividades que puedes hacer. Pero cada Junta Municipal tiene unos intereses particulares y querrá destinar parte de ese presupuesto a actividades diferentes.
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