El CP El Sol finalista del concurso El belén en mi colegio

Este año los Reyes Magos no traerán oro, incienso y mirra. Tampoco carbón. Los niños y niñas han tomado las riendas y deciden que el mejor regalo es cuidar su planeta.  Y así añaden a sus belenes  huertas de producción ecológica, paneles solares en el portal,  aerogeneradores  y recipientes para la separación de residuos. Deciden que si quieren mirar a los peces en el río, sus aguas tienen que estar limpias. Son los niños y niñas de EBO (Educación especial) del CEIP El Sol de San Blas, que han quedado finalistas en el concurso de El belén de mi colegio promovido por el Ayuntamiento de Madrid.

Estos niños y niñas tienen discapacidad auditiva y otras  añadidas: visual, motora o intelectual. Por eso en su belén algunos pastores llevan implantes,  el niño Jesús audífono y un rey Mago un alfabeto dactitológico. Porque en un mundo sostenible y más justo no se puede dejar a nadie al margen.

Las piezas son grandes porque les cuesta manejar piezas pequeñas y les ha llevado mucho más tiempo que al resto de los participantes, pero así también lo han ido haciendo suyo. Cuando cada niño y niña es diferente y tienen unas capacidades especiales, el proceso es distinto, pero nada es imposible porque si no sale a la primera, lo intentan de otra manera, y con los escasos recursos se reactiva la imaginación y el trabajo en equipo. Sus maestras, vocacionales, están ahí guiando, acompañando, estimulando, aprendiendo…

Su esfuerzo y entusiasmo, el regalo de sus ideas inclusivas y medioambientales, son una semilla para nuestro barrio y un estímulo para todas las vecinas y vecinos que lo habitamos.

El belén hecho todo con materiales reciclados estará expuesto junto a los demás finalistas en el Ayuntamiento de Madrid, en Cibeles, hasta el día 5 de enero, y hay una urna para que las personas que lo visiten puedan votar el que más les haya gustado. ¡No os lo perdáis!