Sobre el desempleo, y cómo entender los registros del Distrito

Escribí en la entrega anterior, a cuenta de la vuelta de las vacaciones, del trabajo asalariado como mecanismo de integración y reproducción del orden sociolaboral en las sociedades industrializadas y modernas. De lo que supone en tanto obligación ineludible, puesto que es la vía principal para la satisfacción de necesidades básicas y menos básicas.

En definitiva, del derecho a las vacaciones como parte inseparable del deber de participar en la producción, y del drama que supone cada año -a medida que uno avanza a través del ciclo vital- la vuelta a la actividad laboral. Obviamente, y precisamente porque el trabajo asalariado es nuestra forma principal de integración social, existen dramas mucho mayores: no tener trabajo o actividad formal a la que volver, aun queriéndolo y/o necesitándolo (y, por tanto, depender en “el mejor” de los casos de algún tipo de prestación oficial en forma de subsidio o renta); o tener un trabajo o actividad que no permite cubrir, o apenas cubre, las necesidades básicas. Este último caso se despliega, a su vez, en dos situaciones distintas que tienen el mismo resultado inmediato (ingresos) pero distinto recorrido: que la actividad sea formal  (reconocida) o informal (sumergida). Hay gente que transita entre unas situaciones y otras, y gente que simultanea más de una de todas las formas posibles.

Qué nos pueden decir los datos

Los registros oficiales tienen dificultades para captar las situaciones de informalidad, pero también para profundizar en general en el concepto de tránsito, trayectoria laboral, y condicionamientos derivados de la forma que adopte la misma. Por ejemplo, una inserción inicial de tipo precario en el empleo, en el marco de una crisis económica, puede condicionar toda la trayectoria laboral futura de un colectivo social al completo  https://www.eldiario.es/piedrasdepapel/acceso-puerta-trasera-mercado-laboral_132_4290671.html. Las estadísticas oficiales, no obstante, nos ofrecen una información muy valiosa, básica y muy completa, que hay que entender primero e interpretar después (aquí lo que creo que es un buen ejemplo de manejo e interpretación de datos, centrado en nuestro distrito: https://larueca.info/wp-content/uploads/2020/01/Diagnóstico-participado-San-Blas-2019-2020.pdf). Para el municipio de Madrid, actualmente, se elabora un panel o estudio de indicadores por distrito y barrios que incluye datos de población, económicos, de salud, educación, calidad de vida, vulnerabilidad, servicios, equipamiento y participación ciudadana (pueden consultarse aquí los datos: https://datos.madrid.es/portal/site/egob).

parados

Las secciones locales de los periódicos generalistas suelen hacerse eco de los datos más significativos, o llamativos, que afectan a los municipios y a las divisiones administrativas en su interior. Si se quiere profundizar o matizar en los mismos conviene, sin embargo, acudir a las fuentes originales, empezando por la metodología y los términos empleados en las mismas. Así, en el periódico podemos leer, por ejemplo, que según los datos municipales, y para 2021, el barrio con mayor tasa de desempleo en la capital es San Diego, situado en Puente de Vallecas. En su caso, se acerca peligrosamente a los dos de cada diez parados, con un 18,8%. Menos de un punto le separa del segundo, San Cristóbal, en el distrito de Villaverde, que roza el 18%. En tercer lugar del podio se sitúa Amposta, en San Blas Canillejas, con un 17,16 (https://www.larazon.es/madrid/20220827/4mqaagtchva3rnvpzvzepcgq7e.html).

Pero si vamos a la fuente oficial que ha producido y elaborado esos datos, resulta lo que en la noticia-reportaje se denomina tasa de desempleo, corresponde a lo que se llama en el estudio tasa absoluta de paro registrado, que no es exactamente lo mismo que lo que en el mismo estudio se llama paro registrado. La tasa absoluta de paro registrado corresponde al número de desempleados/as dividido entre el total de la población en edad de trabajar (16-65 años). Es un registro interesante porque puede sugerir situaciones precisamente no reconocidas, precarias, etc; pero, al mismo tiempo, puede igualmente incluir, y de hecho lo hace, situaciones que no tienen que ver estrictamente con el paro o con la búsqueda de empleo (estudiantes, perceptores de algún tipo de renta por diversas situaciones, etc).  El paro registrado, en cambio, corresponde al número de desempleados/as dividido entre la población activa, es decir, entre la población que no solo está en edad de trabajar, sino que o bien tiene trabajo o bien lo está -oficial y activamente- buscando. Y ahí no destaca en nuestro distrito el barrio de Amposta, sino el de Simancas (seguido por Arcos y Canillejas). Sirva todo esto solamente a modo de introducción para empezar a entender los conceptos, emplazándoles a todos a seguir indagando y comentando qué nos dice la información disponible para nuestro Distrito.

M.L.C. Socióloga