La importancia de la educación
Pese a que puede haber discrepancias acerca de cuál es el mejor método para hacerlo, hay unanimidad en la relevancia de la educación en la escuela tanto a nivel social como biológico: permite que los niños se formen, socialicen y desarrollen su cerebro.
La escuela tiene la escuela tiene un doble papel importantísimo en el desarrollo de los niños: primero como agente socializador y como segundo como estímulo para su cerebro.En medio de toda la situación cambiante que estamos viviendo hay un elemento estable con el que todos convivimos desde hace siglos y hemos topado: la educación. Para hacer lo que hacemos y ser quienes somos hemos tenido que aprender, y las instituciones educativas han desarrollado un papel fundamental, especialmente en las edades más tempranas.
Ya definía Aristóteles al ser humano como “ser social por naturaleza” y eso implica convivir en sociedad. Desde pequeños, además de la interacción con nuestra familia, las personas necesitamos estar en contacto con nuestros iguales para desarrollar diferentes habilidades personales y comunicativas. La escuela es el espacio donde se producen la mayoría de las interacciones entre iguales, lo que fomenta las relaciones sociales, la construcción del yo, el altruismo o la competitividad, entre otros. Durante la adolescencia, los jóvenes buscan reafirmarse como individuos, definir quiénes son, qué cosas les gustan o cuáles son sus límites. Cuando se aproximan o alcanzan la mayoría de edad tienen que empezar a tomar decisiones para determinar qué clase de adultos quieren ser o a qué se quieren dedicar. También van adquiriendo experiencias con sentimientos tales como la pertenencia al grupo, el amor, la frustración o el dolor por la pérdida.
Además de su desempeño como agente o espacio socializador, también tiene un papel más biológico, donde los educadores son facilitadores del desarrollo tanto de conocimientos concretos como de estructuras cerebrales para la adquisición de los mismos. Uno de los conceptos clave que manejamos psicólogos y profesores es el de periodos sensibles. Estos se refieren a los momentos (0-6 años) en los que el cerebro de los niños tiene más facilidad para aprender determinadas cosas. Sería como ese momento del año (de la vida del niño) en el que hay que plantar ciertas semillas (aprendizajes), ya que si se plantan más tarde ya no van a crecer igual de bien. De hecho, los contenidos de cada curso escolar intentan ajustarse a los tiempos de los pequeños. Un ejemplo sería enseñar primero a sumar y restar para poder entender más adelante las multiplicaciones, raíces y otras operaciones. Vygotski, teórico de la psicología del desarrollo, lo definiría como: partir del nivel real del alumno, para que, mediante la ayuda (andamiaje) de un tutor, llegue a adquirir los conocimientos complejos que aún no tiene, pero puede alcanzar (zona de desarrollo próximo).
Estos son dos de los motivos por los que es imprescindible – e incluso se recoge en la Declaración de los Derechos del Niño – que los pequeños sean educados y ayudados a desarrollarse física, mental y socialmente. También se ha mencionado que, aunque la educación es importante a todas las edades para distintos propósitos, tiene un papel crucial a edades tempranas. Una vez no hay duda de la necesidad de que sean educados, en este momento cabe hacerse la pregunta de si tanto la modalidad presencial como la telemática son igualmente efectivas para ello.
Como se ha comentado, en la escuela se producen muchas interacciones que ayudan al desarrollo de los alumnos en varios aspectos, y la comunicación no verbal se ve muy enriquecida en los encuentros presenciales. Sin embargo, se puede deducir que la mayoría de aprendizajes pueden producirse también a distancia, o que al menos, esta opción siempre será más beneficiosa que su ausencia.
La educación a distancia flexibiliza los tiempos y la forma de adquirir conocimiento y puede ser la herramienta que necesitamos ahora mismo para subsanar la situación: necesitamos mantener las clases pero reducir contactos. Se trata de una medida temporal paliativa, que es más beneficiosa que el paro educativo total de varias generaciones, por el atraso que eso implicaría a nivel social y laboral (especialmente si se gradúan profesionales sin un mínimo de experiencia práctica en sus sectores). Además, desde hace muchos años funcionan en España diversos centros de educación a distancia que garantizan la adquisición de competencias y habilidades, por lo que no es una situación completamente nueva para el sistema educativo. La educación online es una alternativa que permitirá a los jóvenes y adultos elegir con qué modalidad estudian o trabajan mejor y los padres decidir qué modalidad educativa encaja mejor con su situación y es más beneficiosa para sus hijos.
El tiempo pondrá de manifiesto el gran acierto que supone permitir que los pequeños sigan aprendiendo, los jóvenes sigan formándose y los adultos trabajando (de la forma que sea posible y segura). Educando hoy podremos trabajar, curar y enseñar mañana.
Daniel Pérez. Psicólogo