Carnicería Roberto, un templo carnívoro en el distrito

Carnicería RobertoNo se entiende la mala reputación de un producto que aporta una considerable fuente de hierro así como todos los aminoácidos esenciales, que contiene carnitina y la Vitamina B12 y que es el mejor tributo que se le puede conceder a los músculos. Esta enumeración de atributos lo tiene muy presente Roberto García, dueño de la carnicería que lleva su nombre y que se ubica desde hace más de un año en la calle Pobladura del Valle, número 6.

Desde el primer momento se percató del potencial que desprendía la zona para la apertura de un comercio cárnico. Muchos vecinos, pocos negocios abiertos, multitud de viviendas, fácil acceso. Lo que en su día fue una sucursal del Banco Santander se transformó en una de las carnicerías-charcuterías referenciales de San Blas-Canillejas. Más de 365 en el distrito, (Roberto García procede de un mercado de Abastos de La Elipa), le ha servido para darse cuenta de que la apertura de la empresa en San Blas, ha devenido en acierto. “Estamos muy contentos aquí. El público es amable y nos sentimos muy acogidos”, confiesa al tiempo que los primeros clientes de la mañana hacen acto de presencia en el establecimiento.

Aunque la carne resulta un producto transversal en la dieta de los madrileños, lo cierto es que el parroquiano tipo que acude a las dependencias de Roberto suele rondar los 50-60 años. La procedencia del cliente también es variada porque a los actuales, hay que añadir los usuarios procedentes de otros distritos como por ejemplo los de La Elipa, que tienen memoria y no pasan por alto el buen sabor de boca que este carnicero dejó en su mercado de abastos.

Valor diferencial

Siempre comprometido con la calidad, Roberto García cree que el valor diferencial del negocio que gestiona “reside en primer lugar, en la relación calidad-precio y luego en una atención, la cual se intenta personalizar al máximo”. Es por eso que esta joven empresa se encuentra formada por profesionales del sector, expertos cárnicos con recorrido que han recibido la mejor formación posible en una parcela donde el intrusismo es casi un precepto.

Gracias a la probada capacitación del personal, es recurrente que los clientes se dejen asesorar por ellos a la hora de elaborar la receta de algún que otro plato que incluya cualquier tipo de carne. “Eso es algo que nunca te va a garantizar una gran superficie, la atención tan personalizada como la que ofrecemos aquí. En un gran centro comercial te dan la típica bandeja, la profesionalidad no es algo que se valore en exceso”, explica el gerente del negocio emplazado en la calle Pobladura del Valle, 6.

Carnicería Roberto

No hay que ser muy ducho en la materia para constatar que el comercio de proximidad aconseja mejor porque atienden diariamente a la misma gente. Quizás, estos futuros profesionales pueden reactivar esta tradición que en algunos sitios se está perdiendo. Aunque considera que la forma de vida ha cambiado mucho y que los amplios horarios de los supermercados suponen una ardua competencia, Roberto García es de los que creen que la calidad y el trato cercano pueden contrarrestar los precios de las grandes superficies.

El cliente que se deje ver por primera vez en este local, paraíso de los carnívoros, se encontrará con todo tipo de carnes. Los que acuden a Roberto García buscan, como posesos, la ternera, el cerdo y el cordero, éste último sobre todo en Navidad. Es un reducto perfecto para hacer acopio de lo que se necesita para una barbacoa familiar, desde unas costillas de cerdo hasta las típicas hamburguesas y pinchos morunos. La casquería, uno de los puntos fuertes de la capital, está a la altura de lo que exige una ciudad como Madrid.

Dos charcuteros y dos carniceros componen el equipo que cada día, de 9.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.30 horas mima a su parroquia ávida de un género cárnico con hechuras. Gracias a la gestión de García, parece que el consumo de carne no sufre peligro.

Carnicería Roberto