El problema de la droga vuelve a nuestras calles
Los vecinos del barrio de San Blas-Simancas se manifiestan casi a diario frente al Parque El Paraíso y la boca del Metro para denunciar la inseguridad y el tráfico de droga en sus calles
San Blas-Canillejas vuelve a estar de actualidad, y no precisamente por hechos agradables. La proliferación de toxicómanos en las inmediaciones del Parque El Paraíso han propiciado que la inseguridad y el tráfico de drogas sea un desagradable panorama.
Los vecinos residentes en las cercanías de las calles Amposta y Alberique están hartos de esta situación y denuncian que desde la llegada del verano, la violencia y criminalidad ha aumentado de forma alarmante. “Casi todos los días tenemos noticias de que se producen robos violentos en plena calle”, comenta a Página del Distrito Antonio, un vecino de la zona.
Durante todo el mes de septiembre, diferentes grupos vecinales y asociaciones como “Mi barrio Seguro”, han convocado diferentes concentraciones para protestar por esta lamentable situación. El problema de estas manifestaciones es el escaso poder de convocatoria, ya que no existe una verdadera unión entre todos los afectados. Cada grupo o asociación convoca reuniones-protestas de forma individual, restando la repercusión que necesita este grave problema.
A causa del miedo existente, los residentes han tomado sus precauciones: “Cuando llega la noche, procuramos no salir. Las calles se convierten en verdaderos campos de batalla, y en el que te encuentras totalmente indefenso. Muchos de nosotros tenemos hijos adolescentes que salen con sus amigos y cuando vuelven tienen que tomar precauciones como volver en taxi en lugar de regresar en el Metro por miedo a ser agredidos o atracados”, aseguran un grupo de vecinos de la calle Amposta.
Además de la inseguridad y los robos, hay que unir el problema más acuciante que no es otro que el consumo y tráfico de drogas, en un parque y vías públicas, donde acampan, malviven, hacen sus necesidades en plena calle y se drogan a la vista de vecinos y menores. Un asunto que parece no tener una solución y que se produce a plena luz del día junto al Parque El Paraíso. Si nos damos una vuelta por dicho parque —algo que ya se antoja peligroso— podemos ver un exagerado movimiento y asentamiento de vagabundos y toxicómanos sentados en los bancos e incluso tirados sobre el césped. La Policía Nacional y Municipal vigilan sigilosamente, pero no pueden intervenir, salvo que se produzca algún incidente.
Según Alberto, otro vecino de la zona: “Hay varios narco pisos en los que se vende la droga. Con el periodo veraniego el problema se ha incrementado. El pasado mes de febrero se clausuraron los narco vestuarios situados en la confluencia de las calles Tejedores y Alberique, y ahora se han trasladado hasta la calle Amposta y alrededores”.
Fuentes policiales informan “que se ha producido un seguimiento y más presencia policial en la zona afectada con el propósito de asegurar la zona y evitar que se produzcan incidentes o altercados”.
En definitiva, el problema de la droga vuelve a las calles de San Blas-Canillejas. En los años 80, este hecho llevó a muchas familias a perder a sus hijos y familiares. Ahora hay que echarse a la calle y evitar que volvamos a vivir aquellos años.
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