¡Guananá temé!, o como rendirse a lo que ‘Yllana’ pida al respetable

El espectáculo The Primitals, al que pudimos asistir en el Centro Cultural Antonio Machado en el marco de la programación 21 Distritos, es un montaje coproducido entre Yllana y The Primital Bros, bajo la fantástica doble dirección de Santi Ibarretxe en los arreglos musicales y ambientación sonora, y de Joe O’Curneen en la producción y dirección escénica.

A pesar de tratarse de una pieza estrenada por primera vez en octubre de 2016 y que lleva a sus espaldas más de 500 representaciones, sigue presentándose ante espectadores de cualquier perfil de edad como una obra de enorme frescura y donde se genera una increíble empatía entre obra y público, atravesada por el humor característico e inconfundible de la veterana compañía ‘Yllana’.

El argumento cuenta durante 90 minutos, que pasan volando, la historia de una lucha de poder tribal en el seno de una tribu compuesta por cuatro aborígenes, un regente dictatorial (Pedro Herrero), un chamán demente (Adri Soto) y dos súbditos hilarantes y con ansias de poder a los que dan vida Iñigo García y Manu Pilas.

ThePrimitals SoniaHermosinLa pieza recorre todas las pasiones shakesperianas: el poder, la magnificencia, la soberbia, la envidia, el deseo, la ira, la venganza, el castigo o la rendición, con una antropología perfectamente definida para cada uno de los cuatro personajes.

El espectáculo se presenta en forma de comunicación teatral en la que la música vocal se convierte en la absoluta protagonista y motor para la acción, sustituyendo a las palabras y al texto teatral, con onomatopeyas que dan paso a la fusión rítmica de la percusión, la cual, de repente, da un nuevo giro, hasta encontrarnos escuchando a capela a un cuarteto de voces de cuatro profesionales de calidad vocal depuradas e impecables interpretaciones que exhiben un inquebrantable esfuerzo gestual, limpio y espléndido, mezclando clown, cabaret y teatro musical y que nos hacen disfrutar únicamente con el instrumento más antiguo y perfecto que existe: la voz humana. Es impresionante ver como a base de sonidos indescriptibles a simple vista, se puede comunicar de una manera tan extraordinaria y hacer que el público se meta de lleno en la historia, comprendiéndola totalmente.

ThePrimitals SoniaHermosinEs un espectáculo que sorprende porque ni es un musical al uso, ni es una pieza común musical al cual el público esté acostumbrado, sino una hilarante pieza de comedia musical muy canalla, radicalmente divertida, de gran creatividad e imaginación artística, en la que el espectador no para de sonreír de oreja a oreja, con un humor blanco que nunca ofende, pero que tampoco renuncia a dejar un cierto poso crítico y cultural.

Como en todos los espectáculos de ‘Yllana’, la producción es sumamente interactiva y el público juega un papel fundamental, siendo cómplice en todo momento, incluso participe en algunos de los sketches más divertidos del espectáculo. Los personajes amenazan al público, retándonos, pero enseguida, generosos, nos hacen cómplices de su estrambótico mundo salvaje, haciéndonos disfrutar y sentirnos a gusto, conquistándonos hasta abandonarnos a la carcajada abierta. Todos los espectadores nos convertimos en coristas que aplaudimos durante prácticamente toda la función a estos lunáticos aborígenes. Estos chiflados nativos saben elegir los momentos precisos en los que pedir la intervención del público, haciendo que éste se mueva y disfrute la obra aún más si es posible.

ThePrimitals SoniaHermosinLas canciones, que todos y todas nos sabemos, en un perfecto mix de cultura musical con piezas de canciones populares, éxitos del pop y el rock, grandes bandas sonoras y excepcionales arias de ópera, que armonizan a la perfección con cada una de las situaciones creadas en la obra.

El espectáculo realiza un selecto repaso a la historia de la música, versionando canciones conocidas por todos y todas: Bad de Michael Jackson, Sweet Dreams de Eurythmics, Bohemian Rhapsody de Queen, fragmentos de las bandas sonoras de Kill Bill, Misión Imposible, Juego de Tronos, Star Wars, Indiana Jones, Superman o ET, y Carmina Burana de Carl Orff o el aria Nessum Dorma del Turandot de Puccini

La escenografía es sencilla, funcional, diríase mínimal, un trono con dos peldaños, donde la puesta en escena está milimétricamente estudiada y el protagonismo está en el cuidado diseño del juego de luces de la mano de Roberta Guarino y en un vestuario y maquillaje brillantes que aportan muchísimo juego al espectáculo, parte más que esencial del estilismo y bajo el que debe haber sin duda alguna muchas horas de trabajo.

La obra es brillante y absolutamente recomendable, perfecta para iniciar a cualquier espectador tanto en las artes escénicas como en el género del musical. Una pieza que nos demuestra cómo puede conjugarse virtuosismo con frescura, visceralidad con intelectualidad.

Los aplausos y ovaciones finales a este chalado cuarteto así nos lo demostraron. No duden en correr a verla.