Justa Rodríguez: “Necesitamos un local público para atender tanta miseria”

Hacía tiempo que queríamos entrevistar a Justa o mejor dicho verla en acción en el local que tiene alquilado en la calle Lucano 53 de Canillejas, el barrio que la acogió de niña en los años 60 entre parcelas sin urbanizar, con charcos y sin suministros básicos en el corazón de la UVA, un poblado de viviendas absorción del franquismo donde se instalaron miles de compatriotas llegados de todos las regiones de España.

strong>Su historia es la de cualquier inmigrante que se asoma a la gran ciudad, la mirada de una niña que ha visto la pobreza y las necesidades en primera persona, pero siempre con la alegría por salir adelante y ayudar a los vecinos, compartiéndolo todo y sin pedir nada a cambio.

En su parroquia laica se pueden encontrar ciudadanos extranjeros, españoles, jubilados con cargas familiares, mujeres maltratadas y también hombres, ex toxicómanos…Llegan de todos los barrios del distrito y solo les pide el DNI para registrarse, algo protocolario para poder demostrar al Banco de Alimentos que su historia es real, a solo ocho kilómetros de la Puerta del Sol.

La prioridad son los niños y mayores

Los niños y mayores son la prioridad, me he encontrado de todo. Desde los CP Alameda y Panamá me envían a los niños porque no comen a diario, llegan sin desayunar, se duermen sobre el pupitre y no rinden en lo académico, es horrible y dicen los profesores que no pueden hacer nada”, comienza diciendo la presidenta de esta ONG que ha pasado de solicitar viviendas dignas para sus vecinos a buscar alimentos por toda la Comunidad de Madrid.

En el local de la calle Lucano se trata de alimentar a todo el que llega con su carrito de la compra, pero la prioridad son los niños. Casi una treintena de cero a dos años, otros 25 de dos a ocho años y 24 de ocho a 12 años; el resto son adultos.

“Hablo con Caritas a diario para que vengan a explicar a las familias qué hacer ante un desahucio, me llaman Teresa de Canillejas, pero solo soy una vecina más con autoridad moral y sensibilizada con el dolor de la gente humilde”.

Le preguntamos por las ayudas desde dentro del distrito, por ejemplo de los responsables políticos. “El PP nunca apareció por aquí, los que más han ayudado han sido los de IU (Miguel Ángel García y Raquel López), también el PSM (Lorenzo Vázquez) y últimamente los de Ciudadanos, que trajeron un Mago para los niños en Navidades. Los de Podemos me mandan gente joven y Pedro Barragán (ex asesor de la Junta) nos donó 1.700 euros con los que he pagado tres meses del alquiler del local”, explica Justa.

Un local pequeño y hacinado

Precisamente el local donde se asienta su Asociación es de propiedad privada por el que paga una renta de 600 euros al mes más suministros. Una cantidad que no puede soportar y menos sin ayudas oficiales. “No tenemos sitio, aquí no cabe un alfiler y pagar esto es complicado, yo no me corto y hablo con todos los partidos políticos para solucionar el tema. En la UVA de Canillejas está todo abandonado, solo hay pobreza y miseria, la gente no tiene ni para la higiene personal y los mayores no pueden pagarse los audífonos, están sordos”.

Justa y su equipo de voluntarios, también personas afectadas, recogen ropa de bebés y adultos, juguetes, alimentos, cremas, potitos, cunas, carritos y hasta medicinas. “¿Pero qué pasa con este Gobierno, no se da cuenta de lo que está pasando?”, se pregunta Justa.

En la trastienda están las neveras para los alimentos perecederos y también dispone de una pequeña caldera y un barreño para que la gente pueda asearse, a muchos vecinos les han cortado los suministros por no poder pagar los recibos.

Los voluntarios ponen sus coches particulares y alquilan todos los meses una furgoneta de reparto para desplazarse hasta Alcalá de Henares o la carretera de Colmenar para recoger los alimentos. Más gastos de combustible. “Muchos meses tengo que poner dinero de mi propio peculio para pagar el alquiler y encima el casero no quiere darme una factura con la que poder justificar ante el Ayuntamiento, lo que me impide recibir subvenciones, todo un drama”.

Por todo ello la mayor reivindicación de la Asociación que preside Justa Rodríguez es conseguir un local municipal para librarse del arrendamiento. “La gente de Ahora Madrid me quiere ayudar, sé que cuento con su ayuda pero las cosas de palacio van despacio. La burocracia municipal es increíble y todo va muy lento, espero que me otorguen un local que hemos pedido en la calle San Faustino y compartirlo con otras asociaciones, hay que atender a mucha miseria y solo pedimos que al menos nos ayuden con la carga del local, de los alimentos ya nos encargamos nosotros”, finaliza.