Tres ladrones fuera de la circulación
La Guardia Civil puso fin a la trayectoria de tres maleantes después de al menos, 47 robos en farmacias y negocios de hostelería y restauración. Fueron detenidos en un piso del distrito y cometían sus fechorías fundamentalmente en localidades de Madrid y Toledo.
Con nocturnidad, dañando los establecimientos que asaltaban y, por supuesto, haciendo caso omiso al confinamiento que establece el estado de alarma. Así actuaban los tres delincuentes detenidos por la Guardia Civil en la operación denominada Blackroof-Cervero, organizada tras detectarse una serie de actos delictivos con características similares en municipios de Madrid, Toledo y, en menor medida, Ciudad Real y Segovia. Se les imputa el robo, al menos, en 47 farmacias y locales de restauración y hostelería.
Su modus operandi era un poco brusco: o bien accedían forzando los cierres de los negocios atacados o rompiendo puertas y ventanas utilizando las tapas de las alcantarillas que encontraban a mano. Del análisis de los hechos delictivos, que siempre se cometían en horario nocturno, se comprobó que el grupo al menos lo conformaban tres personas. Tras constatar el patrón similar de los robos cometidos y la localización en poblaciones de las provincias de Toledo y Madrid, diferentes unidades de la Guardia Civil establecieron dispositivos de vigilancia que les llevaron a centrar sus investigaciones en un grupo de personas residentes en San Blas-Canillejas, punto desde el que se trasladaban para perpetrar los delitos.
En los registros efectuados con motivo de la detención de los sospechosos se les intervino el vehículo robado que utilizaban para desplazarse, material empleado para sustraer automóviles, gran cantidad de productos obtenidos con los ilícitos y 108 gramos de cocaína. A los tres se les imputan los delitos de pertenencia a grupo criminal, contra la salud pública, así como la autoría de robos con fuerza en bares, ópticas, gasolineras y, principalmente, farmacias.
Los lugares donde sufrieron sus fechorías: Toledo (Olías del Rey, Mazarambroz, Añover del Tajo, Almonacid, Seseña, Numancia de la Sagra, Villarubia de Santiago, Mocejón, Carranque, Casarrubios del Monte, Ventas de Retamosa, Polán o Val de Santo Domingo), Madrid (El Álamo, Buitrago, La Cabrera, San Agustín de Guadalix, Las Rozas, Villanueva del Pardillo y Navalcarnero), Ciudad Real (Ciudadrealeña y Campo de Criptana) y Segovia (Boceguillas).
También se les ha propuesto para sanción por incumplir el artículo 7 del Real Decreto 463/2020 y no respetar el confinamiento durante el estado de alarma.
La operación la ejecutaron agentes pertenecientes a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo, a los Equipos Roca de la Guardia Civil de Illescas y Mora y al Grupo de Delincuencia Organizada de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Guardia Civil de Madrid, que contaron con la colaboración de agentes pertenecientes a la USECIC de la Comandancia de Madrid.
Tres botellones en la primera noche de desescalada
Por otra parte, el día que se estrenó la primera fase de la desescalada algunos no pudieron evitar montarse una fiesta para celebrarlo. De los treinta botellones detectados por la Policía Municipal de Madrid entre las 22:00 horas del sábado y las 4:00 horas de la madrugada del domingo de aquella noche inaugural, tres se concentraron en nuestro distrito.
A los jóvenes impacientes se les propuso para una sanción por saltarse el estado de alarma y otra por consumo de alcohol en la vía pública. La multa a la que se enfrentan supera los 900 euros.
Responsables policiales han manifestado que serán muy rigurosos con este tipo de conductas, que serán controladas y denunciadas.