Volapié, esencia de Andalucía en nuestro distrito
Ubicado en las inmediaciones del Wanda, el restaurante Volapié, como la definen sus dueños, Tomás y Tochi Romero, “es una gastrotaberna andaluza en la que se respira sur por todos los lados”. En breve iniciará su expansión internacional a otros países.
Qué es el Volapié?
Es una taberna andaluza con producto andaluz y esencia andaluza. Como dice nuestro eslogan: vivimos en modo sur y ‘Celebramos la vida juntos’.
¿Prende bien en Madrid el espíritu andaluz?
Sin duda gusta. Es un rincón que evoca aires del sur en el barrio.
¿Se nota la influencia del Wanda?
Por supuesto, el Wanda es un auténtico motor en nuestro crecimiento. Hay que tener en cuenta que no solo es fútbol, aunque es lo principal, pero también hay otros muchos eventos que traen público a la zona .Que cada quince días se congreguen cerca de 70.000 personas es algo muy importante.
¿Cuál es el perfil de vuestra clientela?
Principalmente es gente de la zona, de todo el distrito. Con un rango –sonríen los hermanos- de 20 a 70 años. La verdad es que en este aspecto estamos muy contentos porque viene gente de todo tipo. Y el día de fútbol más, por supuesto. En lo que respecta al tipo de consumo, una gran mayoría de nuestro público viene a comer.
Algunos de ellos son exjugadores del Atleti.
Sí. Suelen venir Alfredo Santaelena, Abel, Roberto, Gabi Moya, Cecilio Alonso, etc…
¿Se nota la crisis, se notan las fiestas?
Lo cierto es que, gracias a Dios, estamos trabajando muy bien, sobre todo el fin de semana. Se puede decir que, dentro de las circunstancias, a la hostelería y a nosotros, en concreto, no nos ha ido mal durante la pandemia. Además, tenemos comida para llevar, algo que es muy importante en esta situación.
¿Cuáles son sus especialidades principales?
Nuestros aperitivos, ‘Acompaña la caña’, todos productos del sur. Podríamos destacar nuestra friturita de pescado, nuestras croquetas variadas, unas coquinas que te mueres, nuestros calamares ‘Bien me sabe’, tortillitas de camarones, papas aliñadas… También tenemos ibéricos, mini hamburguesas y molletes, unos panes especiales andaluces. Sin olvidarnos de la gamba de Huelva, uno de nuestros platos estrella. Las migas, nuestro flamenquín, nuestras berenjenas fritas… Y por supuesto nuestra manzanilla, que es diferente gracias a nuestras máquinas de frío. Es una cocina especializada en platos andaluces. Y una comida para compartir. Otro apartado importante de nuestra actividad son nuestras fiestas flamencas, protagonizadas por un grupo rociero. En algunas ocasiones, sobre todo en verano, cantamos la salve rociera.
¿Qué horario y qué plantilla tienen?
Entre semana, de lunes a jueves, de doce a doce, y el fin de semana de doce de la mañana a una de la noche, aproximadamente. Nuestra plantilla es de diez personas, contratadas a tiempo completo. Luego, los días de fútbol, dependiendo del partido y de la hora, incorporamos extras.
¿Por qué viene la gente a Volapié?
Por el producto y por la imagen del bar. Y por el ambiente que se respira. Francamente, el contexto es excelente.
Están internacionalizando el producto.
Si, en enero se abre el primero de la marca en la cuidad de Budapest. Se trata del mismo decorado y del mismo producto. ¿Que cómo se le vende este producto a un húngaro? Seguramente bien, porque hay muchísimo vinculo entre España y Hungría. Todo lo relacionado con el mar, las gambas, el pescadito frito, etc. Les va a encantar.
¿Volapié es una esencia de Andalucía en Madrid?
Sí, es una gastrotabrena andaluza y una esencia de Andalucía en Madrid. Una esencia total. Aquí se respira sur por todos los lados.
¿El lenguaje es también una de sus ofertas importantes?
Claro. Forma parte del contexto y de la relación con el cliente: Aquí se comen ‘Alegrías de pollo’, calamares ‘Bien me sabe’, se toman aperitivos ‘Acompaña la caña’, se bebe ‘Alegría y cervecita fría’… El ‘Señorito Volapié es un bocado de categoría’.
Al concluir, mientras Tomás y Tochi nos muestran las instalaciones (espacio interior, terraza de invierno, en verano hay otra) hacen hincapié en un pequeño detalle. Una botella de vino, con el escudo del Atleti, detrás de la barra, regalo del padre Daniel, el anterior párroco del equipo, hace más de 40 años, a su padre. La esencia siempre gusta de ser cortejada por los sentimientos.