Ayuda incansable de la Fundación Nazaret
José Fernando Domínguez, director y heredero de la asociación, nos cuenta cómo es el proceso para recibir esta ayuda, quienes son sus voluntarios y las actividades que realizan con niños del distrito desde hace 43 años.
La Fundación Nazaret actualmente reparte alimentos a más de 650 familias en riesgo de exclusión social cada jueves y viernes. Las personas con dificultades pueden acudir a uno de los centros de Servicios Sociales de San Blas-Canillejas, y desde allí los trabajadores sociales se ponen en contacto con Nazaret. Con ese informe de derivación y su empadronamiento, pueden beneficiarse de distintas ayudas alimentarias y actividades gratuitas para niños y familias.
Los voluntarios, más de 50 en total y unos 15 que trabajan en el reparto, son personas que han sido o son beneficiarias de Nazaret y se han ofrecido a ayudar. De todas las culturas y edades: desde María, universitaria, hasta una voluntaria de 81 años que participa en el reparto desde hace 13.
La Fundación Nazaret se crea en 1977, fruto de una experiencia personal de Teresa Rosingana. La madre de José Fernando pensó en cuántas personas habrían sufrido tanto como ella y no habían encontrado a nadie que les pudiera ayudar. Así, junto al padre jesuita Lorenzo Almellones, que había ayudado en muchas ocasiones a su familia, decidieron crear la Asociación Nazaret. Visitaron a varias familias y con carisma, capacidad de comunicación y valentía, se animó a formar parte de la ayuda de forma voluntaria.
Otro dato que llama la atención es que el número de personas que no se pueden permitir llenar la nevera es cada vez mayor, según explica Domínguez:“Es llamativo que el número de familias que solicitan nuestra ayuda haya crecido en los últimos años, hace seis años repartíamos alimentos a unas 400 familias. Ahora ha subido a 600 y pico. No sé para quien ha pasado la crisis, pero hay muchas personas en situaciones muy complicadas aún en la actualidad. El perfil de las personas que necesitan esta ayuda son parados, la lacra de nuestra sociedad de que no hay muchos empleos que ofrecer”.
Una de las preguntas que pueden venir a la cabeza al palpar esta ayuda tan altruista es su financiación, ya que todos los alimentos que reciben los vecinos son gratuitos: “Los jueves vamos al Banco de Alimentos, en Tres Cantos, y nos dan lo que ellos llaman el canal 1, alimentos frescos. El primer lunes de cada mes, recogemos el canal 2: alimentos no perecederos. Ese día podemos recoger 4.000 kilos de comida. Además, cada 3 meses la Cruz Roja nos trae no perecederos de fondo Europeo que pueden llegar a 50.000 kilos de alimentos. También hay colegios colaboradores y parroquias que se solidarizan con nosotros, como el colegio Monte Alto, que nos ha donado a través de una campaña de recogida más de 1.600 litros de leche; o el Colegio del Pinar, que nos ha hecho un donativo económico recientemente”.
En su web señalan que “Nazaret nace con una clara inspiración cristiana, y el fin de promocionar socialmente a las familias necesitadas y, la atención dirigida a los niños de esas familias, esforzándose en ayudarles en sus necesidades materiales y personales. Nuestro objetivo es dignificar la vida y existencia de todos aquellos vecinos y familias de este barrio que se enfrentan a dificultades sociales tales como: problemas de salud, laborales, económicos, de convivencia, de violencia familiar y un largo etcétera, intentando con nuestra labor contrarrestar en sus miembros los efectos de tales situaciones”. José Fernando Domínguez, director de la Fundación, explica:“Nazaret tiene una inspiración cristiana, pero somos inclusivos y ofrecemos nuestra ayuda a cualquier persona que la necesite”.
Más allá de su reparto de alimentos
Además de repartir decenas de alimentos, Nazaret incide en ayudar a familias con actividades los fines de semana, lo que hace que los niños se evadan de situaciones difíciles y sus padres salgan de la rutina. “Los sábados organizamos actividades de tiempo libre con niños de 5 a 15 años. Además, una vez al mes trabajamos con niños que viven en residencias de menores y desde 1979 organizamos una colonia de verano donde nos llevamos a más de 100 niños. El objetivo de estas actividades es no perder el contacto con ellos y conseguir que se lo pasen bien, por ejemplo, yendo a patinar o al planetario”, relata José Fernando.
Nazaret también reparte alimentos en hogares: “El último fin de semana de cada mes llevamos un reparto de alimentos a domicilio a personas enfermas o ancianas que no pueden venir hasta la asociación para recibir la ayuda. Además, estamos un rato con ellos ofreciéndoles compañía y ayudándoles en cosas concretas. Esa es una de las diferencias entre nosotros y un supermercado. En total, hacemos esto con unas 140 familias“, cuenta el director.
Sería muy gratificante que alguna vez se documentase la historia de Nazaret. Hay cientos de cartas de personajes públicos dirigidos a ellos, aventuras, historias e incluso milagros que han permitido que desde hace más de 40 años esta asociación ayude de forma incansable, uno de los pilares fundamentales en su lucha por hacer de San Blas-Canillejas un distrito mejor.
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