No existe una idea política del comercio de proximidad

La perenne crisis en la que nos vemos inmersos vuelve a afectar directamente a una actividad, el pequeño comercio, que representa el 13% de nuestro PIB. Armando Rodríguez Ocaña, presidente de COCEM (Confederación de Comercio Especializado de Madrid), profundiza en esta situación para Página del Distrito.

 

¿Cómo está la situación del pequeño comercio?

Convulsa e incierta. Muy inquietante. Pero no especialmente por la crisis general que atravesamos o por las que vamos a atravesar. Sería más fácil abordarlas si existiera una idea política de cuál es el papel que representa el comercio de proximidad. Cosa que no existe. Si por lo menos tuviéramos un objetivo común de cómo se pudiera trabajar, esto se podría canalizar mejor. Es cierto que hay ayudas por parte de las administraciones local y autonómica, pero vienen a ser un pequeño parche. Pero no existe una política sobre el comercio de proximidad en nuestra ciudad. Echamos de menos un plan estratégico. No se puede potenciar al grande, al pequeño y al mediano como si todos fuéramos lo mismo. En Madrid estamos perdiendo alrededor de 500 comercios anuales. Y se puede ver cómo algunas calles comerciales se han convertido en auténticos desiertos.

Armando Rodriguez Ocana presidente de COCEM
Armando Rodríguez Ocaña, presidente de COCEM (Confederación de Comercio Especializado de Madrid)

¿Por qué no existe esa voluntad política?

No es por falta de información. Nosotros hemos expuesto en la Asamblea de Madrid nuestras necesidades. Pero parece ser que aquí lo políticamente correcto es no molestar. Pedimos un análisis de cuál es el sector comercial de Madrid. No puede ser que el Instituto Nacional de Estadística diga que en plena pandemia crecimos un 3% con respecto al año anterior, en el que no había pandemia. ¿Qué datos se están computando? Por otra parte, el comercio de la Comunidad de Madrid representa un 13% del PIB. Bien, pues vamos a ver cuáles son las dotaciones que tiene. Es una situación desoladora, que no es actual, sino tradicional. El presupuesto de la Comunidad de Madrid para comercio es de seis millones de euros, de los cuales cuatro se destinan a gastos corrientes de la propia Comunidad. Lo que en realdad hay para promoción es dos millones de euros. Es decir, que el comercio de Madrid toca a una ayuda de 25 euros por establecimiento.

¿Cuáles son sus principales problemas?Hay muchos. Al margen de los problemas de consumo de la sociedad en general está el de los arrendamientos. También las cargas sociales. Y el de la renovación del comercio. Hemos reclamado una escuela transversal de comercio. No me refiero a los sitios específicos en los que se enseñe a cortar carne o pescao. Hay que trabajar en dignificar la propia actividad comercial. El comercio de proximidad necesita mejorar su imagen. Hay que arreglar el escaparate y ponerlo más bonito.

¿Se está adaptando el pequeño comercio a las demandas de la sociedad?

Yo creo que sí. Se está haciendo un esfuerzo enorme. Como en transformación digital. El comercio tradicional ha entendido que es perfectamente compatible el comercio físico con el digital. Pero siempre y cuando no haya una obstinación que nos haga abandonar lo que es nuestra forma de entender las relaciones.

Hablamos mucho de sostenibilidad pero luego hacemos 20 kilómetros para llenar el carrito de la compra

¿Cómo puede convivir y competir con las grandes superficies?
Tradicionalmente el comercio tradicional ha tenido a las grandes superficies como un adversario. Durante la pandemia ha dejado claro sus ventajas: la posibilidad de conocer y ser conocido, su cercanía, que haya un sitio que sabes quién eres y te asesora…Una serie de ventajas que hay que poner en valor. También es una cuestión de saber a qué modelo nos dirigimos. No solo es una cuestión de la Administración sino de que todos hablamos mucho de sostenibilidad pero luego hacemos 20 kilómetros para llenar el carrito de la compra.

Armando Rodriguez Ocana presidente de COCEM

¿Cómo afronta la crisis?

Estamos de una crisis que se sustenta en otra crisis… Muchos comercios han tenido que subsistir con las pocas ayudas que ha habido por parte de la administración central. En este sentido en casi todos los países las ayudas han sido directas y aquí no hemos tenido más que aplazamientos de pago o préstamos a largo plazo. Si las ayudas que hemos recibido son préstamos que al final hay que devolver…

Poner topes a los precios de determinados productos alimenticios es una estupidez. Directamente

¿Qué opina de la medida de poner topes a los precios de determinados productos alimenticios?

Es una estupidez. Directamente. Se mezclan temas ideológicos con temas de intervención. Si ideológicamente lo que quieres es intervenir… Si quieres ayudar tienes vías mucho más directas para hacer ese apoyo. Igual que se ha bajado el precio de la gasolina con una compensación se puede bajar el IVA de la luz o de muchos productos de la cesta de la compra de primera necesidad que siguen teniendo un IVA elevado. Eso sí que sería un apoyo directo a la cesta de la compra de subsistencia de las familias. Si vamos por otras vías es que estamos pretendiendo un objetivo que no es precisamente el que nos ocupa.

Hay otro tipo de competencia, como por ejemplo el pequeño comercio chino.

Siempre que te quiten cuota de mercado es un daño. Se produce un perjuicio, pero no es determinante. El problema principal está con otros operadores. Es importante que la gente sepa las diferencias competitivas entre el comercio, sea el grande o el de proximidad, y el comercio por internet en lo que respecta a temas fiscales. En este caso se parte de una ventaja competitiva del 15%. Y no hay una intervención administrativa para equilibrar esa situación.

¿Tiene, pues, futuro, el comercio de Madrid?

Absolutamente. Es nuestro modelo de convivencia.