“Las flores son el alma que necesitamos para salir de la pandemia”
Hasta el 14 de diciembre se podrá visitar en el Centro Cultual Ciudad Pegaso una exposición de pintura dedicada a las flores. Han intervenido 20 artistas. Inés Pecharromán es la comisaria de este evento.
¿Cuál es el motivo de la exposición?
Tenía la idea de hacer una exposición colectiva con 20 personas, Hablé con la directora del Centro Cultural Ciudad Pegaso, Julia Durán. Pensé que la temática tenía que ser sobre las flores. Cada pintor, cada pintora, debía aportar también al cuadro un texto explicativo. Es decir, debía reflejar de forma escrita qué significaban las pinturas para él. Pensaba que podía ser una buena temática que nos podría ayudar a salir de todo lo que estamos padeciendo. En gran parte se trataba de expresar todos los sentimientos que nos aportan las flores. “Todo ello ha tenido lugar en una situación atípica –apunta Carmen Durán, otra de las pintoras de la exposición-, de encierro. Son cuadros que para muchos han sido un desahogo y a la vez una ilusión. Naturalmente en las pinturas se refleja el estado de ánimo del contexto que estamos atravesando. Cualquier representación artística necesita un público”.
¿Por qué se ha recurrido a las flores?
Las flores son terapéuticas. Están las flores del alma, de la luz… El hecho de ponerte a sentir con ellas y luego pintarlas es resonar con tu corazón y tus sentimientos. Y eso ya es terapéutico. Nos hemos decantado por las flores por el colorido que tienen. Pero para todos los que pintan en acuarela las flores es algo es muy habitual porque adquieren con esta belleza inusual. Evidentemente el hecho de que las obras puedan ser colgadas en una exposición es también un elemento liberador.
¿Qué tipo de artistas participan?
Hay más mujeres que hombres, es cierto. Habrá unos cuatro varones. Y muchos de los que intervenimos disponemos de tiempo libre porque estamos jubilados. Casi todos los participantes somos de la Asociación Española de Acuarelistas. De todos modos, es una exposición particular por el momento que estamos atravesando. Los centros culturales están haciendo una labor muy buena en ese sentido. Cada pintor ha aportado dos obras.
La técnica de la acuarela habrá dado paso a distintos estilos
Naturalmente. En principio la acuarela exige trabajar con agua, y eso te condiciona, porque es difícil controlar este elemento. He intentado que hubiera un poco de todo y cada se ha servido de un estilo diferente: abstracto, realista…
¿Por qué flor se ha decantado usted en sus cuadros?
Tuve una experiencia muy importante con los orquídeas en Sudamérica, concretamente en Colombia y Costa Rica. Estuve en unos orquidáreos que me hicieron sentir muy bien. Me contaron que se habían utilizado los elixires de estas flores para sanar a enfermos terminales. Allí las llamaban las enfermedades del alma. Es algo que me impresionó. Por eso me decanté por ellas. Cuando pinto flores me siento muy bien. Las flores son el alma que necesitamos para salir de la pandemia.
¿Cuál ha sido la flor, a nivel general, más pintada?
Sin duda alguna, la rosa. En un momento tuve que decir: ‘por favor, no más rosas’. Me planté. Las lilas también han sido muy pintadas. Pero hay una gran variedad en la exposición, margaritas, petunias…
¿Hasta cuándo dura la exposición?
Hasta el 14 de diciembre –precisa Julia Pérez, la directora del centro-. En principio iba a finalizar el 21 de noviembre, pero hemos recolocado un poco las fechas porque se trata de una exposición de calidad. Luego habrá otra hasta final de año. La pintura es una de las actividades prioritarias de los centros culturales. Responden los artistas, pero también hay una gran respuesta del ciudadano. Es algo que nos reconforta.