Las Tertulias en La Gradona: “La evolución del cambio climático”
Página del Distrito se ha centrado en analizar el impacto y la evolución del cambio climático. Para reflexionar sobre la urgencia de este desafío global y su repercusión en nuestro entorno más cercano, hemos contado con la estimada colaboración de: Miguel Ángel García de la Concha, pte. Asociación 100×100 Natural Experiences; Yago Martínez, Ecologistas en Acción; José María Sendarrubia, geógrafo naturalista; Vanesa Cámara, coordinadora Cruz Roja Madrid Norte; Daniel Liébana, técnico en jardinería y producción agroecológica; y Alba Rondón, plataforma Huertos Vecinales SBC
Qué es el cambio climático?
Miguel Ángel García (M.G.): Es un proceso que los seres humanos hemos causado poco a poco con nuestras actividades a lo largo del tiempo, y que está afectando seriamente al planeta. El paulatino crecimiento industrial desde hace dos siglos ha ido aumentando la exposición de gases que han alterado el ecosistema natural de la tierra.
Yago Martínez (Y.M.): Es un proceso de calentamiento global causado por la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Se trata del principal problema medioambiental que tenemos actualmente. Forma parte de una poli crisis que también afecta a la biodiversidad. La comunidad científica tiene consenso en atribuir la responsabilidad del cambio climático a la acción humana.
José María Sendarrubia (J.S.): Más que un proceso es una consecuencia de la actividad humana durante muchos años. Realmente la etimología del cambio climático no es del todo correcta, ya que los cambios climáticos son procesos naturales que se dan cada cierto tiempo como pueden ser los periodos de glaciación. Lo que estamos provocando con la actividad humana es la aceleración de este proceso natural.
Vanesa Cámara (V.C.): El cambio climático es un reto tanto para las personas como para la biodiversidad. Se ha convertido en uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos. No solo afecta directamente a nuestras vidas, sino que también pone en peligro a miles de especies y altera los ecosistemas.
Daniel Liébana (D.L.): El cambio climático es fruto de un sistema económico capitalista que ha demostrado ser depredador de recursos naturales, y que está generando desequilibrios económicos, medioambientales y sociales. Este modelo ha priorizado el crecimiento sin límites, olvidándose del cuidado del planeta y de las comunidades que lo habitan.
Alba Rondón (A.R.): Realmente el origen del cambio climático viene dado por factores económicos cuya finalidad es explotar los recursos naturales sin prever el prejuicio que le pueden hacer al planeta a largo plazo. Además, todavía hay mucha gente que no tiene claro qué es exactamente el cambio climático ni de dónde viene.
Vanesa Cámara:
“Uno de los principales efectos es la migración de países porque habrá escasez de recursos básicos”
¿Se debe llamar cambio climático, calentamiento global o crisis climática?
(M.G.): No hay una forma concreta de llamarlo, porque todas ellas aluden al mismo fenómeno. Lo más importante no es generar nuevas formas de denominarlo, sino que todos los esfuerzos deben centrarse en mejorar la concienciación social sobre este problema que afecta a todas las personas, y por lo que debemos de tomar cartas en el asunto con máxima urgencia.
(Y.M.): Nosotros solemos usar ‘emergencia climática’. No deja de ser un sinónimo de las otras expresiones, pero queremos hacer énfasis en que se trata de un fenómeno que requiere intervención inmediata. Actualmente avanza a un ritmo desenfrenado y con unas consecuencias impredecibles. Cierto es que ya vamos tarde, pero cada día y cada semana que pasa no hará más que agravar el problema.
(J.S.): Sorprende la nomenclatura de este fenómeno porque refleja su evolución, pero no la voluntad humana de hacerle frente. Hace 20 o 30 años, hablábamos de la crisis climática, después se introdujo el término ‘crisis’, y ahora ya estamos por la expresión de urgencia descrita por Yago. Si seguimos sin tomar medidas pasaremos al ‘holocausto climático’.
(V.C.): Lo cierto es que la definición no afecta en nada a la forma de concebir este problema, ya que como dice Yago, ahora se habla de ‘emergencia’. Tampoco existe un consenso en la forma de denominarlo por parte de las distintas organizaciones, como tampoco existe en la población española, en la que muchas personas no conocen todavía las dimensiones de este problema.
(D.L.): Considero que se trata de un fenómeno tan dimensional que ponerle una etiqueta tan corta y determinada reduce y simplifica su importancia. En los medios de comunicación se utilizan masivamente estas expresiones y ya han dejado de tener efecto en las personas. Una mejor forma de referirse a ello sería ‘crisis ecosistémica’, porque recoge no sólo los problemas climáticos, sino también sus repercusiones biológicas y los factores políticos y estructurales.
(A.R.): Considero que la población sí está preparada para entender esta situación, pero desde los medios no se hace una comunicación efectiva, ya que se presenta una información muy técnica y limitada. Las personas necesitan un lenguaje sencillo y directo sobre lo que está sucediendo y así creo que se llegaría mejor al corazón de las personas.
Daniel Liébana:
“El discurso de la responsabilidad individual no puede tapar a los verdaderos causantes que son las élites”
¿Quiénes son los responsables de esta problemática?
(M.G.): Los responsables somos todos. Pero también hay una falta de conciencia generalizada provocada por la falta de conciencia política. Si a ellos no les interesa y a la sociedad tampoco, entramos en un círculo vicioso. Siempre están pasando cosas pero nunca se les pone solución.
(Y.M.): Hablar de que todos somos los responsables es simplificar en exceso el discurso culpabilizador. Se dice constantemente que la acción humana es la culpable del cambio climático, sin mencionar que ésta viene dada por los efectos socioeconómicos capitalistas actuales. Del mismo modo, también existe una relación de culpabilización horizontal al mismo nivel sobre todos los países del mundo. Lo que no se puede es atribuir la misma responsabilidad a las grandes potencias que a los países subdesarrollados.
(J.S.): El principal causante es el modelo, porque transforma profundamente los elementos básicos para el desarrollo de la vida. Es realmente paradójico porque nosotros mismos intentamos sobrevivir, pero al mismo tiempo estamos haciendo todo lo posible por impedir la vida. Con vida no me refiero solamente a la humana, sino también a la animal, vegetal e incluso infraestructural.
Miguel Ángel García:
“Estamos poniendo en riesgo nuestra propia existencia, viviendo como si tuviéramos tres planetas Tierra”
(V.C.): No podría señalar quiénes son los responsables de esta situación pero sí considero que todas las personas podríamos poner nuestro granito de arena. En este sentido, sería interesante observar de qué manera las personas dejan su huella de carbono con la voluntad de mitigar los efectos creados por la actividad humana desde hace décadas.
(D.L.): El discurso de la responsabilidad individual no puede tapar a los verdaderos causantes que son las élites, los poderes y el sistema capitalista. En primera línea se sitúan países del norte colonialistas que han ido explotando recursos de los países del sur, y en la última posición de la lista estaríamos.
(A.R.): A las personas nos han convertido en objetos que tienen que utilizar una serie de herramientas capitalistas para vivir, por lo que no podemos ser culpables, pero sí víctimas. La responsabilidad siempre tiene que empezar por arriba y ver si en la élite y los poderes están haciendo todo lo posible por revertir su situación. Si no se produce, las personas nos volvemos su espejo. Por eso, es tan importante la concienciación individual.
Alba Rondón:
“A las personas nos han convertido en objetos que tienen que utilizar herramientas capitalistas para vivir”
¿Cómo está afectando este cambio a las personas y demás seres vivos?
(M.G.): Como se ha dicho anteriormente, las variaciones en las especies animales son naturales por el tiempo y la adaptación a nuevos ecosistemas. La diferencia en este caso frente al periodo previo evolutivo es la intervención humana y al desencadenante de la velocidad en ese cambio.
(Y.M.): Lo primero y más importante es la disminución de recursos naturales y la recurrencia de fenómenos climatológicos extremos como la DANA y los incendios forestales. Además, hay que tener en cuenta los efectos provocados por los cambios de la temperatura como las muertes por golpes de calor o el fenómeno de la migración. Y también las consecuencias sociales en las alteraciones de la salud mental por la falta de regulación, así como las derivaciones económicas en el afrontamiento de las subidas de las temperaturas,
(J.S.): Una de las cosas que siempre se ha puesto sobre la mesa es la capacidad que tenemos los humanos al cambio. Sin embargo, y a diferencia de otras épocas históricas, el cambio está siendo demasiado grande en muy poco tiempo. Al fin y al cabo, no somos máquinas. Del mismo modo que las élites esperan una adaptación al nuevo ecosistema que están creando, tenemos que tomar la iniciativa y enfrentarnos de manera directa al modelo que pretenden establecer. De esta forma, podremos poner en marcha las herramientas para cambiar aquello que esté en nuestras manos.
(V.C.): Uno de los principales efectos de este cambio climático es la migración de países del sur a países del norte, porque habrá escasez de agua y de recursos básicos. Por otro lado, y situándolo mismamente en el Distrito, en los meses de verano hay muchas personas que no pueden salir durante muchos días por la altas temperaturas. Eso genera a la larga ansiedad, soledad y demás patologías psicológicas.
(D.L.): Tanto las personas como los animales o las plantas sufrimos los efectos de la crisis climática. Mientras que las plantas no tienen más remedio que adaptarse al cambio, los animales, incluido las personas, tenemos la opción de cambiar de ecosistema en busca de condiciones mejores. Este problema se está viendo en la migración, en la que muchos países dentro de pocos años estarán deshabitados por la falta de recursos y el calor extremo, lo que hará que se concentren más personas en determinados lugares. Por lo tanto, el tema ahora se centra en cómo nos enfrentamos al cambio climático, si compitiendo o cooperando.
(A.R.): Desde luego que el lugar donde estés viviendo condicionará de una manera u otra la manera en que afecte el cambio climático. Si luego, agregamos que en los países donde hay mejores condiciones de temperatura son los del norte, que casualmente son aquellos con mejores condiciones económicas, la brecha es todavía más grande. Del mismo modo, se está olvidando que las guerras generan muchísima materia contaminante en la atmósfera, tanto en su producción como en su uso. Este es otro de los grandes causantes del cambio climático.
José María Sendarrubia:
“El principal causante es el modelo porque transforma los elementos básicos para el desarrollo de la vida”
¿Qué riesgos estamos corriendo con esta situación?
(M.G.): Nuestra propia existencia. Ahora mismo estamos viviendo como si tuviéramos tres planeta Tierra, agotando recursos y generando emisiones sin medida, la carga de las consecuencias recae desproporcionadamente sobre los países y continentes que menos han contribuido a la crisis. Esta injusticia climática pone en evidencia que no solo está en juego la salud del planeta, sino también la equidad entre pueblos. Si no cambiamos este rumbo, no solo comprometemos nuestra supervivencia, sino perpetuando un modelo -≠desigual.
(Y.M.): Una de las cosas que más miedo me dan con el aumento de esta problemática es que emerjan con fuerza las ideologías eco fascistas. En este sentido, creo que hay determinadas formas de mirar a este problema y posturas ideológicas capitalistas no harán más que agravar este problema en lugar de solucionarlo. En este sentido, lo que está haciendo la Unión Europea es generar un programa en el futuro, y al margen del gobierno de cada país, se mantenga la concienciación y una militarización de que todos los recursos que ahora entran en Europa sigan entrando más adelante.
(J.S.): Los seres humanos tenemos la mala costumbre de tropezar con la misma piedra cada vez que enfrentamos una gran adversidad. La historia está llena de señales ignoradas hasta que ya es demasiado tarde. Y con la crisis climática estamos repitiendo el patrón, pero esta vez a una velocidad alarmante. El problema avanza más rápido de lo que somos capaces de reaccionar. Y aunque contamos con la tecnología necesaria para frenar muchos de sus efectos, seguimos usándola más para perpetuar el modelo que nos ha llevado hasta aquí que para cambiarlo.
(V.C.): Con esta situación enfrentamos en primer lugar el riesgo de desaparición humana porque, a diferencia de los animales y las plantas, no tendremos donde irnos. El planeta entero estará colapsado, como tampoco podremos adaptarnos a esas condiciones. En este sentido cobra importancia la polarización de las personas sobre la importancia de este fenómeno.
(D.L.): No sé si la especie humana está al borde de su desaparición, pero lo que sí está claro es que nos enfrentamos a una situación completamente desconocida, incluso para la propia ciencia. Nunca antes habíamos alterado los sistemas naturales del planeta a esta escala ni a esta velocidad. Los modelos climáticos, por avanzados que sean, no pueden predecir con total certeza cómo responderá la Tierra a tantos desequilibrios acumulados. Nos movemos en un terreno incierto, con una mezcla peligrosa de datos incompletos, decisiones políticas lentas y una negación social que todavía persiste. Y lo más preocupante es que estamos actuando como si aún tuviéramos tiempo ilimitado para reaccionar, cuando en realidad ya estamos viviendo las primeras consecuencias.
(A.R.): El cambio climático representa una amenaza creciente y multifacética para la población mundial. Si no se toman medidas urgentes las consecuencias serán cada vez más graves y difíciles de revertir. Si no cambiamos el rumbo, el clima nos pasará factura antes de lo que creemos. En poco tiempo, el calor extremo, la escasez de agua y los desastres naturales serán parte del día a día. Más adelante, empezaremos a perder tierras, alimentos y estabilidad social. Y en el futuro, tal vez estemos dejando un planeta inhabitable. La inacción actual compromete seriamente la vida de las generaciones futuras.
Yago Martínez:
“Hablar de que todos somos los responsables considero que es simplificar en exceso el discurso culpabilizador”