Iratxe Ballesteros, una joven promesa en esgrima

En 2020, en plena época Covid, el azar llevó a Iratxe Ballesteros (Madrid, 2014) a probar la esgrima. ¿Y por qué esgrima? Según sus padres: “Queríamos apuntarla a atletismo, pero las plazas estaban muy limitadas por la pandemia y vimos un anuncio de un bono de cuatro clases de esgrima en un club de Madrid y se lo regalamos”.

La experiencia le gustó a esta niña residente en el barrio de Las Rosas y decidió apuntarse al “CEM”. Así empezó a entrenarse con seis años recién cumplidos en el Club de Esgrima de Madrid. El arma fue el sable. Al principio, solo entrenaba un día a la semana y, tras el verano de 2022, empezó a aburrirse. Según sus padres: “Es una niña muy intensa, necesita mucha actividad, se veía estancada y necesitaba dar un paso más”.

Así, en octubre de 2022, participó en su primera competición, en la categoría de M9 (ocho años o menos), y, en su segundo torneo, en noviembre, ganó su primera medalla. Acabó la temporada con un bronce en el Campeonato de Madrid y participando en su primer Criterium Nacional.

Iratxe Ballesteros, una promesa en ciernes

De entrenar un día, pasó a hacerlo dos y luego tres. Su primer año en M11 (diez años o menos) fue de adaptación, y llegaron los viajes fuera de Madrid. “Son una experiencia maravillosa, no solo por ir a competir a otras ciudades y conocer a otros niños que se dedican a la esgrima, también por la experiencia de hacerlo en familia”, apuntan sus padres. Un bronce en Palencia y una plata en Salamanca poco antes de lograr el bronce en el Campeonato de Madrid y ser una de las ganadoras del Criterium Nacional pusieron un broche a un 2023/24 sensacional.

Iratxe Ballesteros, una promesa en ciernes
Iratxe Ballesteros, una promesa en ciernes

“Desde pequeña practica otros deportes, no para. Nos dijeron que la mejor forma de que ella esté bien es que tenga actividad. Ha probado muchas cosas, ahora juega también al balonmano, al ajedrez, hace atletismo en el cole… Pero lo tiene claro, y cuadra perfectamente con su carácter. Prefiere los deportes individuales, dice que sus éxitos son suyos y sus fracasos también. No le gusta depender de nadie”.

La temporada 2024/25 ha comenzado muy bien en su segundo año en M11, oro en las tres fases provinciales, oro en Medina del Campo y una buena actuación probando ya en dos competiciones de una categoría superior, M13 (12 años o menos). Y han seguido los viajes, consiguiendo el bronce en M13 en Pontevedra el pasado mes de febrero en categoría mixta.

Iratxe Ballesteros, una promesa en ciernes para el eswgrima

En los últimos meses, se ha atrevido a tantear M-15 (14 años o menos) tanto en la Liga Catalana que se celebra en Barcelona como en el circuito europeo sub14 que pasa por Ciudad Real. Consiguiendo buenos resultados a pesar de ser la más pequeña en ambas competiciones.

Iratxe Ballesteros, una promesa en ciernes

Iratxe Ballesteros, una promesa en ciernes“Le gusta competir, pero se pone algo nerviosa días antes. En la competición, como en su vida en otras facetas, necesita tenerlo todo controlado, si es así, su cabeza funciona”, desvelan sus progenitores. En el Club Esgrima de Madrid, situado en el barrio de Ventas, Iratxe ha conocido gente maravillosa y se la ve disfrutar mucho cuando se entrena. Y, no es para menos, porque allí comparte sala con deportistas olímpicos y profesionales, de quienes aprenden y son incluso sus maestros. Motivación y también obligación, porque la esgrima tiene un aspecto que deberían aprender todos los deportes. Se les enseña a arbitrar y se les obliga a ser árbitros, porque si no se saben bien las reglas, no pueden competir.

“La esgrima es un deporte muy bonito, de mucho respeto, ojalá más niños se decidieran a probar deportes que son menos conocidos como este, porque merece la pena”, agregan. Desde ese punto de vista, sus padres fueron tajantes: “Los padres tienen que saber que no todo es fútbol en esta vida. Los niños que no disfruten o no destaquen en el fútbol, pueden probar en otro tipo de deportes minoritarios, como la esgrima. Ahí pueden encontrar más amigos, otro mundo, y, sobre todo, los valores del deporte para desarrollarse como persona”. Para ello también tienen que colaborar las instituciones públicas y deportivas. Hay que apoyar al deporte español, y solo cabe hacerlo desde la base, poniendo más facilidades tanto a clubes como a padres con el fin de que haya más niñas como Iratxe que, con su sable, nos puedan emocionar en un futuro.

 

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