Convivencia y reivindicaciones en el encuentro de la Plaza Cívica
Hace unos días se celebró una iniciativa en el descampado junto al metro de San Blas con el objetivo de buscar una salida útil a ese espacio y visibilizar el proyecto de la Plaza Cívica. A la jornada acudieron numerosos vecinos que participaron en las actividades propuestas.
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Son muchos los vecinos del distrito que no saben que el descampado donde hay algunos coches estacionados junto al metro de San Blas es la “Plaza Cívica”. Por ello, y con el objetivo de “hacer vida en el barrio, salir a la calle y disfrutar del espacio” varias asociaciones se han unido para hablar de los temas que les preocupan y pensar de forma colectiva qué proyecto puede formalizarse para transformar ese espacio en un lugar que los vecinos puedan utilizar.
Bajo una carpa, decenas de vecinos y organizadores se juntaron el pasado 23 de enero para disfrutar de las actividades de la iniciativa: una exposición de fotografías del distrito interactiva, una mesa donde se germinaban bellotas, una “diana de los prejuicios” y un espacio donde los vecinos podían rellenar su propuesta con el objetivo de dar un toque de atención al Ayuntamiento para subsanar esta problemática que se ha agravado y cuyo proyecto de mejora está en punto muerto. Al encuentro acudieron vecinos de toda la vida, personas de otros barrios cercanos y recién llegados que se acercaron para derribar su curiosidad.
Los detalles de la iniciativa
Las fotografías del distrito estaban impresas y colgadas en hilos de algodón que arropaban a los árboles y no sólo se podían observar, sino que los vecinos podían adivinar qué lugares estaban retratados señalándolos en un mapa. Construyen en el tiempo la vida de San Blas, que ha mejorado y evolucionado enormemente en las últimas décadas. Así quedó muy claro el mensaje del encuentro: construir iniciativas entre todos y para todos.
A la izquierda de la carpa, colocaron una mesa donde varios niños de la Asociación Pauta se reunieron prestando mucha atención a los pasos que debían seguir para plantar bellotas en sus propias casas. El ambiente, reivindicativo y festivo, se calentó con consomé vegetal y un pequeño juego para abrir debate, una diana que recogía los distintos prejuicios sobre tres colores. Los vecinos podían colocar los papeles en el rojo si escuchaban estos prejuicios y los compartían, en el amarillo si no los compartían pero no los frenaban, y en el color verde si al escucharlos se enfrentaban a ellos.
Una de las voluntarias del proyecto “El barrio más joven”, que trabaja en Amposta, explicó que esta iniciativa se ha podido lograr gracias a la coordinación de este proyecto, la “Promoción Comunitaria” de los servicios sociales y la Asociación Pauta, que trabaja con personas autistas, además de la Mesa de Medio Ambiente. Son estas iniciativas las que consiguen que los vecinos se conozcan y hagan proyectos comunes para proteger e incentivar las ideas que mejoran su calidad de vida. El proyecto de la Plaza Cívica fue aprobado y olvidado. La reivindicación colectiva es la única salida que le queda al distrito.