La PQTA muestra la quinta en la primera visita guiada
Los ecologistas y conservacionistas de la Plataforma Quinta de Torre Arias (PQTA) realizaron la primera visita guiada a 150 personas que se dieron cita en la Quinta de Torre Arias o de Canillejas, como ahora les gusta denominarla, el pasado domingo 29 de enero. La experiencia fue un éxito de participación y la explicación de todos los vericuetos de este tesoro verde y arquitectónico de todos los madrileños fue insuperable aportando datos y ofreciendo ideas para su conservación.
Tras una primera aproximación histórica a todos los visitantes, el grupo de ecologistas fue desgranando los tesoros de Torre Arias desde la casa de los guardeses (en restauración), punto de partida del recorrido, hasta el palacete cerrado por obras al público a un numeroso grupo de personas que escucharon muy atentos en una mañana gélida y bajo un intensa niebla todo el programa perfectamente estudiado y preparado por los activistas de la PQTA. Se notaba el trabajo concienzudo, la documentación histórica y el respeto casi místico por la quinta, todo por amor al arte.
La quinta de Canillejas al final de la Carretera de Aragón fue propiedad a lo largo de cuatro siglos de los condes de Villamor, Aguilar, Osuna, Dominicos, Bedmar (esplendor) y finalmente de Torre Arias (decadencia), sobre todo en las últimas tres décadas cuando la condesa y antes marquesa de Torre Arias, Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, firmó un convenio con Tierno Galván para ceder la quinta al Ayuntamiento tras su fallecimiento.
Gran diversidad botánica
Tras el abandono, que curiosamente benefició en parte a la quinta, al no entrar nadie ni ser pisoteada por el público, Torre Arias ofrece un espectáculo de biodiversidad recogido en el estudio botánico municipal donde han salido a la luz especies que no se conocían en la ciudad ni en la Comunidad de Madrid. La diversidad botánica, como el árbol labiérnago, robles, cipreses, fotinias, cedros del Himalaya o encinas con 300 años de antigüedad, todavía no están catalogadas singularmente pero se espera que sean incluidos en el nuevo Plan Especial que presentará el Ayuntamiento en breve.
Siendo todo importante de conservar y recuperar, la PQTA hizo especial hincapié en los viajes del agua, elemento central del eje agropecuario de la quinta con un reto: conseguir la sostenibilidad y el equilibrio hídrico. La quinta cuenta con dos viajes de agua La Minaya y La Isabela, cuatro pozos, dos grandes norias de tiro, cuatro estanques para el riego, pozos de registro, surtidores, fuentes y abrevaderos para el ganado.
En este sentido la PQTA considera fundamental la actuación en Torre Arias y del eje verde que conforma junto a Los Molinos y El Capricho para la recuperación hidrológica de la cuenca del arroyo Trancos mediante actuaciones diseñadas a infiltrar y retener el agua de lluvia que recarga los acuíferos de las tres quintas y su entorno con medidas como la conducción de las aguas pluviales en lugar de alcantarillado para retener el agua de los suelos.
En cuanto a los edificios los ecologistas proponen la rehabilitación respetuosa del patrimonio histórico, por ejemplo no se han recuperado las antiguas tejas de la cubierta tras su rehabilitación, con soluciones de eficiencia energética y sostenibilidad como energía solar, captación del agua de lluvia para el riego, reutilización de aguas y tratamiento biológico para el riego de jardines. Por último la PQTA propuso en la visita guiada apoyo a la agro ecología, ganadería sostenible, horticultura y la jardinería ecológica.