Gómez: “En los años 80 y 90 Canillejas era una novela negra”

Manguis, 5 Jotas, Prohibido fijar carteles…, ahora Madrid Prisión, Paco Gómez Escribano, profesor, ingeniero, a ratos músico, es un escritor de barrio al que le gusta ambientar sus novelas en su barrio. Novela negra, con gran crítica social, al servicio de sus personajes, siempre perdedores, y al de sus lectores.  

Cuando recibí el primer disparo, supe que aquello no era broma. También supe que si llegara a haber un segundo, mi vida terminaría allí mismo. En aquellos tiempos yo no era un chaval, pero seguía siendo joven…”. ‘Madrid Prisión, mi última novela, se me ocurrió hace unos años. Me gustó mucho Madrid Frontera, de David Llorente, y me apeteció hacer también una novela distópica. En el inicio de la trama los ricos intentan bombardear a todos los pobres, pero no mueren todos. El personaje principal es El Poeta, que se gana la vida vendiendo libros, algo prohibidísimo, a esa gente. Recibe el encargo de uno de ellos para buscar a su hermana… Es una obra futurista y a la vez policial, con un detective de Canillejas’.

Paco Gómez, escritor, presenta sus libros
Paco Gómez, escritor, presenta sus libros

¿Cree que es algo que pueda estar sucediendo ahora, que los ricos quieran bombardear a los pobres?

Realmente yo creo que vamos a morir de forma violenta. Puede que por el cambio climático, una guerra o una pandemia. Me gustaría equivocarme, pero el cariz que está tomando esto no me gusta.

¿Es un escritor social?

Sí. La novela negra nace a principios del siglo XX en Norteamérica y desde el principio cuenta lo que estaba pasando en las calles de Chicago con los gánsters, luego con la Gran Depresión… Es la herramienta perfecta para hacer crítica social. Los personajes que a mí me gustan son antihéroes, son perdedores…. No tienen nada que perder y además tienen cojones.

Paco Gomez escritor presenta sus libros¿Por qué le apasiona escribir novelas con rasgos sociales?

Porque me golpea y hace sentir. A mí la literatura me ha salvado la vida. He pasado mucho tiempo leyendo mientras mis amigos estaban haciendo el malo o en la barra de un bar.

¿Le ha inducido a ello el haber vivido en el Canillejas de su juventud, el de los 70, 80…?

El haber nacido en aquella época y haber mamado lo que hemos mamado en el barrio ha influido. Es más, cuando era pequeño y veía las pelis de policías y ladrones, iba con los ladrones. Y cuando veías las del Oeste iba con Toro Sentado. He escrito muchas novelas, como esta, ambientadas en el barrio, como Manguis, en el barrio La Uva. Siempre me he rebelado contra la injusticia, y todas mis novelas negras son una rebelión contra la injusticia.

¿En esa época Canillejas era una novela negra?

Totalmente. Era una auténtica novela negra. En la calle en la que ahora vivo antes no había ni aceras. Había muchísimo barro. No había luz. Recuerdo cuando pusieron las farolas ¡Fue una fiesta! Por la noche, en invierno, eso era la boca del lobo. Había descampados con hogueras y ratas… Había bares a mansalva pero no teníamos casi ningún servicio. Por donde está ahora el metro de Las Musas hubo violaciones, atracos, muertos a navajazos… Más novela negra que eso no hay. Era un paisaje de guerra sin guerra.

No todos los escritores suelen recurrir a sus orígenes. ¿Por qué lo hace?

Me habría gustado haber nacido en una casa de La Moraleja, pero lo hice en Canillejas. Aquí he tenido mis vivencias. Me gusta el barrio y habría preferido que su historia hubiera sido otra, pero es la que es. Además, es importante que el escritor, aunque escriba ficción, escriba de lo que conoce.

“Conozco a todos los chulos y a todas las fulanas que se mueven por nuestro antro (…). Tío, yo no opero aquí, pero a esta puta, vete a saber por qué, le gustaba Canillejas”.

Sus personajes son perdedores, pero se entiende que sus lectores no lo son. ¿Cómo los engancha?

Porque los doto de una cosa que podíamos llamar entrañabilidad. Sí, son unos pobres chicos y unos desgraciados, pero también hay humor. Se trata de un perdedor que sí, pierde, pero que cae al suelo y vuelve a levantarse. Y vuelve a caerse y vuelve a levantarse. Además, en la trama les ponen una solución delante de los ojos que ellos no ven, pero sí el lector. Y eso tiene también una gran atracción.

Paco Gomez escritor presenta sus libros

¿Cómo compagina ser ingeniero, profesor, músico y escritor?

Soy un tipo extraño. De manera natural habría estudiado BUP para ir a la universidad. Pero pensé que luego a lo mejor no podría ir y me decanté por la FP. Pero por otra parte mi refugio eran los libros. También le pegaba la música. Y aprobé una oposición para ser profesor.

¿Háblenos de su faceta musical?

Me gustaban mucho Leño, Burning. Asfalto… En el distrito estaba el Argentina, a donde íbamos los chicos del barrio. En los grupos he hecho de todo: he tocado la batería, he cantado, he tocado el bajo…

¿También puede ser feliz en la vida el perdedor?

Sí. Mis personajes, a su manera, son muy felices. Son delincuentes, exyonquis…. Sus guaridas son los bares de barrio, como las que sigue habiendo y yo frecuento. Y son muy felices.