Las Tertulias en La Gradona: “La importancia del culto al cuerpo”

Página del Distrito ha tratado en esta edición uno de los temas más importantes y relevantes en la sociedad actual: ‘La importancia del culto al cuerpo, la salud y la moda’. Con el propósito de analizar en qué estado se encuentra esta cuestión social, hemos tenido el privilegio de contar con la colaboración de: Vero Franco, presentadora TV y modelo; Lina Lavín, diseñadora de moda; Esther Aguado, jefa de moda revista Woman; y David Piñeiro, entrenador personal

Tertulia en La Gradona el culto al cuerpo, moda y salud

¿Existe actualmente una excesiva obsesión por tener un buen cuerpo?

Vero Franco (V.F.): Sí, existe en determinados grupos sociales. Y llegar a cierto punto de extremismo es muy malo. Cuando estamos obsesionados con algo, concentramos tanta energía en esa idea o actividad que descuidamos otras cosas importantes para nuestra salud. Tiene que haber un equilibrio. Verse bien es el reflejo de que una persona está sana por dentro. Para ello, es muy importante tener un buen control de la mente.

Lina Lavín (L.L.): Como yo estoy tan cercana a la moda veo el sufrimiento en las personas y en muchos casos es muy fuerte. Hay personas con diversas patologías a las que les cuesta bajar de peso y llega un punto en el que tiran la toalla con todo. Dejan de arreglarse, vestirse bien, maquillarse… Entonces, yo creo que es una cuestión de mentalidad y de aceptación, porque esa es la única manera de vivir en paz con uno mismo.

Esther Aguado (E.A.): Considero que las tendencias están cambiando. Estoy viendo que ahora los jóvenes no tienen tanta obsesión por verse estéticamente bien, a diferencia de cómo nos pasaba hace años. Las redes sociales han normalizado que haya todo tipo de cuerpos y que todo sea válido, dentro de que sea sano. También se ve en las pasarelas de moda. Cada vez hay más diseñadores que optan por modelos con curvas.

David Piñeiro (D.P.): Para responder a esa pregunta primero habría que saber qué se entiende por ‘buen cuerpo’. Un buen cuerpo es el equilibrio entre la estética y la salud. El problema es que la percepción social lo altera porque creemos que un físico esculpido significa tener buen cuerpo. Tener abdominales no es sinónimo de ser saludable. Tener michelines no implica mala salud, ni tener músculos garantiza estar sano.

¿Es necesario hoy en día tener buen cuerpo?

(V.F.): Como decía David, todo parte de nuestra percepción acerca de un modelo físico. Es decir, hablar de qué está bien o de qué es bueno es completamente subjetivo. Nadie juzga tanto nuestro cuerpo como nosotros mismos. Nos pueden decir que estamos muy bien, pero si yo no pienso lo mismo me voy a encerrar en mi idea. Todo parte de cómo nos vemos nosotros. El problema es que siempre ha habido profesiones que requieren unas medidas determinadas, y claro, las personas que no las tienen caen en enfermedades como la anorexia. No sirve de nada tener un buen cuerpo si tu salud se ve perjudicada.

(L.L.): Todas las mujeres querríamos tener el cuerpo de Angelina Jolie y es lógico. Lo que creo es que las personas que son delgadas pueden vestir con más libertad y estar a la moda. Me acuerdo de un desfile en Nueva York en el que vi como las modelos comían kleenex del hambre que tenían. Le pregunté a una por qué estaba haciendo eso y me dijo que si no mantenía la talla 34 no la cogían. Quizás desde los objetivos de las cámaras esos cuerpos se vean sanos, pero cuando vi esa escena me di cuenta de que en realidad no es así.

(E.A.): No es necesario pero sí hemos normalizado esa necesidad. De hecho se ha vuelto muy viral un fármaco para combatir la diabetes, pero que también lo usan el resto de personas para quitarles la sensación de hambre. Aun así, habría que seguir haciendo ejercicio, el uso de estos fármacos no evita que una persona tenga que seguir haciendo ejercicio para que estas sustancias no comprometan sus órganos.

(D.P.): El problema es que cuando hablamos de moda, instintivamente pensamos en la moda profesional, cayendo en el error de pensar que esos cuerpos son normales. Lo mismo sucede con el fútbol de Primera División. No necesito tener el cuerpo de Cristiano Ronaldo para jugar al fútbol. En el caso de la moda, las modelos que más visibilidad tienen son las más delgadas, pero porque ese es su trabajo. Cobran por estar así y eso requiere ciertos sacrificios porque tienen que seguir unos cánones de belleza. Pero para el resto de las personas la estética corporal no funciona así. O no debería, mejor dicho.

Tertulia en La Gradona el culto al cuerpo, moda y salud

Vero Franco:
“Verse bien es el reflejo de que una persona está sana por dentro”

¿Se sigue discriminando a las personas con exceso de peso?

(V.F.): En determinados ámbitos, sí. Por ejemplo, en el caso de las modelos, se exigen medidas específicas para encajar en ciertos estándares, y quienes no cumplen con ellos suelen ser excluidas, y eso es una forma de discriminación. En un contexto más amplio, tener una apariencia que resulte agradable para los demás puede facilitar oportunidades y abrir muchas puertas. Según como te vean determinará cómo te van a tratar. El físico es una carta de presentación muy fuerte.

(L.L.): Lamentablemente sí. Conozco a muchas personas que son muy bellas de cara, pero por su físico les han rechazado en varios trabajos. La belleza facial va de la mano de la estética corporal. Las personas con buenos cuerpos pero no tan guapas van a tener siempre más oportunidades que las guapas pero entradas en peso. Eso genera mucha frustración. No entiendo estas cosas.

(E.A.): Si, todavía se discrimina mucho a las personas con exceso de peso. En el trabajo, muchas veces se las ve menos capaces solo por su apariencia. Yo también creo que la belleza facial es un atributo muy influyente pero no decisivo. En lo social no faltan los comentarios o las miradas de juicio. Aunque se habla más de aceptar todos los cuerpos, esos prejuicios siguen muy presentes y hacen mucho daño.

(D.P.): Lo que yo percibo es que los niños no juzgan por el cuerpo, porque han nacido viendo todo tipo de cuerpos y lo han normalizado. Tienen muchos más patrones sanos de juicio sobre los que tuvimos nosotros cuando éramos pequeños. También hay menos bullying infantil y eso es gracias a la normalización y a la concienciación que están recibiendo. Lo veo como un avance muy positivo para cambiar esa percepción todavía generalizada de discriminación por el cuerpo.

Lina Lavín:
“Las personas que son delgadas pueden vestir con más libertad”

¿La obsesión por la estética corporal provoca la aparición de trastornos psicológicos?
(V.F.): Absolutamente. Cualquier obsesión genera trastornos psicológicos. El reto está en que no te consuma la mente. Por eso es tan frecuente el tratamiento terapéutico, ayuda a combatir esos problemas de aceptación. El círculo social y mediático influye mucho en la autopercepción del cuerpo. Por eso, los medios de comunicación tienen un papel tan relevante en la concienciación sobre el cuerpo. Las redes sociales han supuesto un punto de inflexión en lo que se considera ‘cuerpo ideal’.

(L.L.): Sin duda. El problema que más veo, y que a veces no se considera como una enfermedad, es la ansiedad. Los jóvenes de hoy en día sufren mucha ansiedad, pero también tienen más recursos para tratarla que los que tuvimos nosotros. Además, se ha normalizado acudir al psicólogo, lo que facilita que puedan recibir ayuda y tratar sus problemas de manera más efectiva.

(E.A.): Claro que sí. Vivimos en una sociedad donde la imagen perfecta está en todas partes, especialmente en redes sociales, y eso genera una presión brutal, sobre todo en los jóvenes. Cuando alguien se obsesiona con su cuerpo y no cumple con esos estándares, empieza a desconectarse de sí mismo y puede desarrollar trastornos como la anorexia. Es un ciclo de insatisfacción constante que afecta a la salud mental, porque la gente no solo ve su cuerpo de forma distorsionada, sino que empieza a sufrir emocionalmente por no encajar con lo que se supone “debería” ser.

(D.P.): Considero que también tiene un efecto muy fuerte la cultura. Por ejemplo, aquí en España es muy frecuente que en los cumpleaños haya bizcochos, chucherías, etc. No te van a poner de merienda una tostada saludable. Lo hacemos con buena intención, pero en el proceso estamos incorporando un componente emocional asociado al placer que nos genera la comida. Hemos asociado ciertos contextos a comer mal y lógicamente pasa factura. Quizás habría que empezar a analizar estas tendencias.

Tertulia en La Gradona el culto al cuerpo, moda y salud

¿Hay que hacer demasiados esfuerzos para mantenerse en forma?

(V.F.): Depende de a lo que se dedique cada persona. Si la persona vive de su cuerpo, lógicamente sí tiene que hacer esfuerzos para mantenerse en forma. Al fin y al cabo es su trabajo. Pero el resto de las personas no tienen que hacer grandes esfuerzos para verse bien. Todo pasa por tener una vida saludable en todos los aspectos, incluyendo buena alimentación y un sueño regular. No se trata de hacer maravillas, sino de hacer las cosas equilibradas.

(L.L.): Hay muchas personas, entre las cuales me incluyo, que tienen un estilo de vida tan ajetreado que no podemos hacer todas las cosas bien. Entonces, tienes que hacer un esfuerzo doble para compensar. Esto es lo que veo que más cuesta en general, porque a veces no tienes tiempo ni para comer, como para ponerte a hacer una comida saludable. Lo mismo pasa por la noche. Con la vida tan estresante que llevamos, en ocasiones no te puedes permitir dormir ocho horas.

(E.A.): Para nada. Mantenerse saludable no significa vivir en el gimnasio ni seguir dietas extremas. Con pequeños cambios, como caminar más, moverse regularmente y cuidar lo que comes, puedes lograr mucho. El verdadero esfuerzo está en la constancia, porque vivimos rodeados de sedentarismo y tentaciones que nos lo ponen difícil. Pero no se trata de sacrificios imposibles, es cuestión de encontrar un equilibrio que funcione para ti y, sobre todo, disfrutar del proceso. Al final, estar en forma es más un estilo de vida que un esfuerzo.

(D.P.): En absoluto. Se trata de hacer pequeños esfuerzos pero prolongados en el tiempo. Llevo tiempo observando que el deporte es la asignatura pendiente de la mayoría de las personas. Cuando vas al médico, la primera receta que te dan es que tengas una vida activa. Porque es la más económica y la más saludable. Lo que pasa es que no hay concienciación sobre la importancia del deporte. Aquellos que hemos hecho deporte toda la vida no nos cuesta ponernos, pero sí a la gente que es sedentaria. Y el problema no es que sean sedentarios, sino que no conocen los riesgos de serlo.

Esther Aguado:
“Las redes sociales han normalizado que haya todo tipo de cuerpos”

¿Influye el poder económico de las personas para poder mantenerse en forma?

(V.F.): Creo que influye principalmente en la alimentación. Comer sano en cuanto a calidad y cantidad requiere tener dinero. Y no todas las personas se lo pueden permitir. La mayoría de las dietas que ponen los nutricionistas requieren cierto número de huevos a la semana o carnes rojas que cuestan un dinero. Entonces, no acabo de entender cómo se puede presuponer que todo el mundo puede comprar todo lo que se considera saludable y equilibrado cuando tienen que alimentarse toda una semana con el mismo plato.

(L.L.): Totalmente. Se necesitan tomar determinados alimentos para cumplir los cánones de ‘dieta sana y equilibrada’. No todo el mundo se lo puede permitir. Comparas los precios de los alimentos de España frente a otros países y es para tirarse de los pelos. Apenas compras nada y ya has vaciado la cartera, imagínate cómo sería hacer todas esas compras pero con comida más sana.

(E.A.): Desde luego. Si quieres comer bien tienes que soltar el dinero, y no todos lo tienen. Además, se habla mucho de los alimentos naturales porque son más sanos que los que se crían en invernaderos. Eso está genial, pero es que esos alimentos tan ‘naturales’ son mucho más caros que los otros. Entonces claro, una cosa es lo que deberías hacer y otra muy distinta lo que acabas haciendo. Si tuviéramos dinero infinito seguro que compraríamos cosas más sanas pero tal y como están los precios de los alimentos te tienes que agarrar a lo que puedas.

(D.P.): Sin duda. Cuando tienes dinero sales con más frecuencia a cenar fuera, tienes más vacaciones, las fiestas son más grandes. Y quieras o no, esos contextos inducen a comer comida menos saludable, porque lo consideramos un periodo para descansar, incluido la dieta. Entonces, cuanto más poder adquisitivo tienes, peor sueles comer. Como decía antes, es una cuestión de cultura.

David Piñeiro:
“Un buen cuerpo es el equilibrio entre la estética y la salud”

 

¿Quién se cuida más, los hombres o las mujeres?

(V.F.): No sabría decantarme porque el cuidado del cuerpo ha mejorado mucho en ambos géneros. Las mujeres siempre han tenido más presente el cuidado en general y considero que sigue estando presente, cosa que sigue siendo muy buena. En el caso de los hombres veo que, en comparación con hace varias décadas atrás, ahora se cuidan bastante más, tanto del ángulo estético como del saludable. Eso es algo fascinante, porque denota el interés que tienen por verse bien tanto por fuera como por dentro.

(L.L.): Diría que están 50-50. Tengo varias amigas cirujanas y me dicen que cada vez son más los hombres que van a hacerse cirugías estéticas. Es cierto que en las mujeres son muy frecuentes las operaciones en el pecho, liposucciones y diversos cuidados faciales; pero se está viendo una tendencia al alza de hombres que se operan las orejas, la nariz, la mandíbula. No te podría decir que un género se cuida más que el otro. Se cuidan por igual, aunque sus intenciones sean distintas.

(E.A.): Considero que la mujer se cuida más a lo largo de toda su vida. En el caso de los hombres, cuando ven que su físico está decayendo es cuando se empiezan a preocupar y toman acción. Los jóvenes están muy igualados en ese sentido, pero en edades más avanzadas las mujeres se cuidan bastante más que los hombres. Del mismo modo, en el que las mujeres envejecen mejor que los hombres.

(D.P.): En general, las mujeres se cuidan más y de forma más completa. Van al médico con más frecuencia, son más conscientes de lo que comen, y suelen tener rutinas más equilibradas. En cambio, cuando los hombres deciden cuidarse, suelen hacerlo con muchísima intensidad, pero muchas veces están tan enfocados en lo estético, en el gimnasio, que se olvidan del resto de cosas que también son importantes.