Pedro Montoliú presenta su libro Madrid en la República 1931-36

Pedro Montoliú presenta su libro Madrid en la República PortadaEl periodista, escritor y cronista de muestra ciudad, Pedro Montoliú ha presentado recientemente en el Ayuntamiento de Madrid su última obra “Madrid en la República 1931-1936”, en el que narra todo lo acontecido durante aquellos años antes del estallido de la guerra civil. Página del Distrito tuvo la oportunidad de dialogar con su autor 

 

Para un periodista y escritor como usted, con una larga trayectoria profesional, ¿cómo surgió la idea de publicar este libro?

Madrid en la República forma parte de un ambicioso proyecto que inicié en 1991, consistente en escribir la historia de la capital durante todo el siglo XX. En estos 33 años he cubierto el período 1898-1979 con nueve libros. Empecé con Madrid 1900 que llegaba hasta 1920; seguí con Madrid en la Guerra Civil, que dividí en dos volúmenes. Dediqué uno a la historia y otro a recoger las cincuenta entrevistas que hice a otros tantos protagonistas que vivieron el enfrentamiento en Madrid como Santiago Carrillo, Manuel Gutiérrez Mellado, Gloria Fuertes, José Luis López Vázquez o Antonio Buero Vallejo. Continué con Madrid en la posguerra. Los años de la represión, que abarcaba el período 1939-1946, y seguí con Madrid bajo la dictadura, Madrid de la dictadura a la democracia, Madrid en la Transición, con cuarenta entrevistas a los protagonistas de esos años, y Madrid en los “felices” años 20. Todos ellos están siendo publicados por La Librería ediciones. Me quedaban, por tanto, los años 1931-1936 y el periodo 1979-2000, que es en el que ahora trabajo.

Una obra de esta dimensión, con 600 páginas, ¿exige mucho tiempo de investigación?

Yo dedico a mis obras entre tres y cuatro años por volumen. A esta le dediqué casi cuatro debido a que, además de una extensa bibliografía, tuve que consultar colecciones de periódicos de diversas tendencias.

Pedro Montoliú presenta su libro Madrid en la República

Sus libros tratan sobre la historia de Madrid, ¿qué le impulsa a dar a conocer los entresijos de la capital?

Efectivamente, los veinte libros y la novela La memoria de cristal que tengo publicados tratan de Madrid, ciudad en la que nací y a la que he dedicado no solo mi producción editorial, sino mi labor como periodista de información local durante 41 años. Ya, cuando cubría la información local, vi que era necesario explicar a los lectores los antecedentes de los temas que trataba en el periódico y ello me llevó a investigar en la historia, descubriéndome numerosos aspectos desconocidos o poco tratados que consideré necesario compartir con cuantos se interesan en esta ciudad.

Pedro Montoliú presenta su libro Madrid en la República

¿Qué papel jugó Madrid durante la República?

Un papel fundamental, ya que fue aquí donde estaba el Gobierno y el Congreso que aprobaron el salario mínimo, la semana laboral de 40 horas, el voto femenino, la semana pagada de vacaciones, la ley del divorcio, la ley de Reforma Agraria o los estatutos de autonomía de Cataluña y País Vasco. Además, Madrid fue uno de los principales escenarios de la contienda política y de la lucha de organizaciones extremistas.

 

Pedro Montoliú presenta su libro Madrid en la República¿Estos cinco años entre 1931 y 1936 fue un periodo de transición entre la renuncia de Alfonso XIII y el estallido de la guerra civil?

Fue mucho más que un período de transición. Fue un tiempo de ruptura con las etapas anteriores y esa fue la principal causa de que determinados sectores de la sociedad intentaran varias veces durante esos años forzar la intervención del Ejército.

A pesar de las dificultades, ¿fue un momento de progreso para nuestra ciudad?

Es innegable que Madrid experimentó un gran avance en esos años. La ciudad recibió por primera vez una subvención por capitalidad; el pueblo madrileño recibió la Casa de Campo y el Campo del Moro; el hipódromo fue desmantelado para poder prolongar el paseo de la Castellana; se terminaron varias facultades de la Ciudad Universitaria; se iniciaron grandes proyectos como los Nuevos Ministerios, el túnel ferroviario entre Chamartín y Atocha o el viaducto; se abrieron los mercados centrales de Pescados de la Puerta de Toledo y de Frutas de Legazpi, y comenzó a funcionar el aeropuerto de Barajas.

Además, concluyeron las obras de importantes edificios como el Capitol, La Unión y el Fénix de la calle Alcalá, el banco de Vizcaya o la Casa de las Flores. Comenzó a celebrarse la Feria del Libro, abrieron el museo Sorolla y la casa de Lope de Vega, se creó la Sociedad General de Autores, se concluyó la plaza de toros de Las Ventas, se construyó el hipódromo de la Zarzuela y abrieron cines como el Proyecciones o el Coliseum y teatros como el Progreso (hoy Nuevo Apolo), e instalaciones deportivas como la Playa de Madrid. El número de cines pasó de 36 a 52 y comenzaron a funcionar los primeros autobuses urbanos.

Pedro Montoliú presenta su libro Madrid en la República
Pedro Montoliú presenta su libro Madrid en la República

Como madrileño, ¿se siente orgulloso de haber sido nombrado cronista de Madrid?

Es la mayor distinción que puede recibir quien dedica su vida a esta ciudad.

¿Qué cualidades debe tener un escritor para llegar a la cúspide?

A la cúspide llegan muy pocos, se pueden contar con los dedos de una mano. Si eso pasa con la literatura, no hablemos de quienes nos dedicamos al ensayo, que es un sector mucho más minoritario. En mi campo, creo que, por encima de todo, ha de ponerse el rigor. Siempre he intentado, y espero haberlo conseguido, ceñirme a los hechos para que el lector fuera el que sacara sus propias conclusiones. Es fundamental también narrar la historia de forma amena e interrelacionar los hechos. Nada pasa por casualidad y por ello es necesario buscar las causas y explicarlas.

¿Es un buen momento para publicar obras en nuestro país?

Más de la mitad de los españoles lee habitualmente. Es un buen dato e indica que en teoría es un buen momento para publicar. El problema es que cada año se editan 92.000 libros, de ellos 32.000 dedicados a ciencias y humanidades, 23.000 a literatura de ficción y 10.500 a literatura infantil y juvenil. Son muchos títulos, lo que obliga a renovar continuamente los escaparates de las librerías y solo las grandes editoriales logran que sus obras tengan una buena distribución y un volumen suficiente de ventas. Por ello es importante que las editoriales se especialicen y se conviertan en referentes para los lectores interesados.