Los ecologistas piden salvar el parque de Carlos Llamas

Seguramente el insigne periodista de la SER y vecino de Canillejas, Carlos Llamas, estaría encantado de conservar el parque naturalizado junto a la glorieta que lleva su nombre y que todavía no va hacia ninguna parte. En este sentido la Mesa de Medio Ambiente lo tiene claro: conservar la zona verde naturalizada, dotarla de un contenido cultural con senda botánica y crear un oasis de mariposas.

El parque naturalizado está ubicado en una zona terriza producto de las obras ubicado junto a la M-40, Avenida de Luis Aragonés y glorieta de Carlos Llamas en el barrio de Canillejas. Según los planeamientos urbanísticos está catalogada como Zona Verde del entorno Wanda Metropolitano, Parque Olímpico Sector Oeste y, de momento, el Ayuntamiento no tiene planeada ninguna actuación. El abandono tras los sucesivos fracasos olímpicos ha sido sin embargo beneficioso, creándose una zona naturalizada verde y espontánea adaptada a las condiciones del terreno y clima, sin necesidad de riego.

El parque de Carlos Llamas

La cubierta vegetal está compuesta por árboles de especies diversas como olmos, chopos, jaras, cardos, retamas u olivardas que crecen entre los escombros, pozas naturales y restos de hormigón, producto de los descuidos de las empresas constructoras.

Los vecinos a través del proyecto Manos Verdes, apoyado por el Ayuntamiento, han acotado una zona entre olmos siberianos donde se han plantado bellotas, girasoles y otras especies, una iniciativa bien acogida que se enfrenta al fuerte impacto ambiental que han supuesto las obras del puente sobre la Avenida de Luis Aragonés.

Los ecologistas piden salvar el parque de Carlos Llamas

Los pozos destapados, peligro inminente

Chantal Dujardin es una de las integrantes de la Mesa de Medio Ambiente de San Blas-Canillejas, una mujer comprometida, luchadora y activista con tiempo suficiente para plantar y replantar con el proyecto Manos Verdes. Nos acercamos al parque naturalizado de Carlos Llamas, repleto de olmos siberianos que han crecido espontáneamente y libres de grafiosis.

Chantal Dujardin es una de las integrantes de la Mesa de Medio Ambiente de San Blas-Canillejas
Chantal Dujardin es una de las integrantes de la Mesa de Medio Ambiente de San Blas-Canillejas

“Nosotros pedimos que no entren las máquinas, solo mantenimiento y limpieza de la zona de esta vegetación espontánea que no necesita apenas agua”, comienza diciendo. Chantal y el grupo de vecinos han creado un bancal repleto de bellotas recogidas en El Pardo el pasado otoño y a su alrededor semillas de girasoles. También hay alcornoques, chopos, robles y alguna encina en este parque frecuentado por los perros del barrio.Los ecologistas piden salvar el parque de Carlos Llamas

“La gente respeta y ha despertado interés, nos apoyan y estamos pensando en organizar un paseo botánico”, subraya. Mientras, por el paseo, aparecen las amapolas papaver hybridum que se dan en zonas de sepiolita como la que nos ocupa. Todo idílico hasta que nos topamos con ocho pozos abiertos que nos asombran y preocupan; el caso del niño Julen presente en la mente de todos.

“Esto es muy peligroso, a la vista está, pero no queremos que vallen la zona, solo que tapen los pozos”, finaliza Chantal, preocupada y ocupada con este parque naturalizado. El último espacio no invadido por las máquinas del entorno del Wanda Metropolitano.

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