La Gradona: “Nos encanta la conexión con el distrito y sentirnos parte de él”
La Gradona combina el sabor a fútbol con la cocina de calidad. Fue el primero en llegar al Wanda Metropolitano. “Somos un restaurante con una terraza en un entorno excelente -explica su director, Arturo Santamaría- cerca de un parque, en la que puedes ver a los niños jugar”. Un vecino más del distrito.
La semifinal de la Europa League de 2018 ante el Arsenal fue el partido más bonito que hemos vivido. Un día espectacular de trabajo y de ambiente. También la final de la Champions. Fue impresionante escuchar cantar a los hinchas del Liverpool, con los que hay cierta afinidad, el “You’ll never walk alone”.
Cuánto tiempo lleva La Gradona en el Wanda Metropolitano?
La inauguración fue en marzo de 2018. Llevamos algo más de tres años. Fuimos el primer restaurante en abrir en el estadio. Poco a poco hemos ido haciendo camino y creciendo en el distrito de San Blas-Canillejas.
Nuestro equipo de dirección está integrado por aficionados del Atlético de Madrid. Yo soy del Atleti. Como empresarios, nos planteamos unir nuestra pasión por nuestro trabajo con el sentimiento que tenemos por el club. Durante el traslado del Vicente Calderón al Wanda Metropolitano surgió la posibilidad de poder venir. Y se fueron dando los pasos adecuados para que ello sucediera.
¿A qué perfil de público van dirigidos?
Es un perfil muy variado… En el día a día puede venir cualquier tipo de cliente, desde gente del barrio, familias, empresarios… Pero el hecho de que estemos en un estadio de fútbol también influye. El día de partido todo cambia. Dos días antes del evento se nota. Es algo muy bonito que nosotros, los hosteleros, lo notamos. Son sensaciones maravillosas para todo aquel al que le guste el fútbol.
El fútbol está plasmado en la decoración. La foto más bonita e identificativa es la de Collar chutando, debe ser de los años 60, últimos años del Metropolitano. El marcador de Collar es Benítez, un futbolista paraguayo.
¿De dónde surge el nombre de La Gradona?
De la histórica Gradona del anterior Metropolitano, de esa grada en la que cuando el Atleti metía un gol todos corrían escalones abajo. Al final, todo el mundo que viene a La Gradona viene a estar un poco relacionado con el Atlético de Madrid, sea de este equipo o no… En ese sentido es muy importante nuestra estética, con las fotos que decoran el restaurante, como la de Collar, la más identificativa, de primeros de los 60; la de la reinauguración del Metropolitano en el 43 (Atlético Aviación-Real Madrid); Francisco Campos, en el 40; una vista de La Gradona en los años 30; una foto aérea del Metropolitano del 64… Se trata de trasmitir un sentimiento de fútbol aunque sea un restaurante del día a día. Cuando hay partido se nota.
¿Qué relación mantienen con San Blas-Canillejas?
Nos encanta la conexión que tenemos con el distrito y sentirnos parte de él. Además, estamos ubicados en un barrio que tiene una identificación con el Atlético de Madrid. En un principio, al llegar, podría notarse un poco la distancia. Es normal, éramos la novedad. Pero ahora todo eso ha cambiado: la gente viene al Territorio Atleti, a pasear por el parque del Wanda, hace deporte alrededor del estadio… Para nosotros es muy importante saber que se nos percibe como un vecino más y que somos una zona más de todo el distrito, en la que también nuestros clientes pueden disfrutar de Bendita Locura. Se inauguró en 2018. Es maravilloso disfrutar de ese ambiente de emociones que se genera en los alrededores.
¿Se escucha cuando mete un gol el Atleti?
Por su puesto. Se nota y es un placer escucharlo. No tienes ni que mirar la televisión. Es curioso vivirlo y muy bonito para el que lo siente.
El color rojiblanco está fuera, pero no dentro.
El Atlético de Madrid busca un patrón neutro desde fuera. Una vez que estás dentro se busca esa sobriedad de que no solo porque seas aficionado del Atlético de Madrid tienes que venir aquí. Se trata de que un aficionado de cualquier club se sienta cómodo. Las imágenes que decoran el interior tienen que ver con aspectos históricos de la entidad: el anterior Metropolitano, los años 30…
Háblenos de la plantilla de La Gradona.
Somos unas diez, doce personas, habitualmente. La proporción del personal de sala con respecto al de cocina es de un 60%-40%. Es gente de la casa que la hemos traído de otros establecimientos. Nosotros somos un grupo con 26 locales. Aunque la plantilla actual la hemos tenido que actualizar con respecto al precovid. Son principalmente un grupo de trabajo que catalogamos como profesionales de la restauración.
La vuelta de los espectadores.
Esperemos que cuanto antes, mejor, como atléticos y como hosteleros. Cuando hay fútbol todo es diferente en cuanto a positividad, en cuanto a una alegría que ahora no la hay. El fútbol no deja de ser una desconexión de nuestras vidas. Lo estamos deseando. Será un aliciente económico y emocional.
¿Cuál es el plato más destacado?
Nuestro punto fuerte son las carnes. Contamos con una parrilla de carbón natural. Trabajamos con el grupo cárnico Los Norteños, un referente a nivel europeo. Disponemos desde unas carnes muy asequibles en su relación calidad precio a carnes premium. Tenemos un chuletón de buey certificado. Buscamos esa especialización en cuanto a calidad precio: poder disfrutar de lo mejor pero sin que te tengas que dejar la nómina.
Disponen de una espléndida terraza.
El contexto es muy importante. Nuestra ubicación te permite poder comer uno de los mejores chuletones de Madrid en una terraza tan amigable, cerca de un parque, lo que te posibilita estar viendo a tus niños jugar. Un entorno excelente para poder cenar con vistas al parque, a San Blas y a la fachada principal del estadio. El trato al cliente es muy afable y cercano. Pretendemos que aunque seamos un restaurante el cliente no se sienta lejos. Hemos tenido mucha gente ilustre en nuestras instalaciones, tanto relacionada con el fútbol como con otras actividades. Nuestro cometido es que el cliente siempre se sienta a gusto.
¿Qué disponibilidad de horarios tienen?
Abrimos a las 9 de la mañana, dando desayunos, y cuando pasen los efectos de la pandemia esperamos recuperar nuestro horario habitual. Damos desayunos, comidas y cenas. Tenemos una identidad propia en un sitio privilegiado, con facilidad para aparcar y lugares para el esparcimiento. Idóneo para las familias.