El casticismo oriental de Wok Shanghái

Wok Shanghái de San Blas-Canillejas

Las cosas suelen ser como parecen en Wok Shanghái. Manifiesta este restaurante de la calle Emilio Muñoz, 35 todos los atributos que se relacionan con este tipo de locales: sus platos poseen un divertido toque exótico, diferente, original, fusionando dos tipos de fogones ciertamente opuestos: el mediterráneo y el asiático.

La fórmula, a tenor de la calidad de los platos así como de la numerosa clientela que suele agolparse cada día en las dependencias que eficientemente dirige Simon Rao, funciona. En Wok Shanghái casticismo y orientalismo van de la mano como si se tratase de la fusión más natural del mundo. Nada resulta forzado, artificial. Cohabitan el sushi y un plato de caracoles en salsa con tanta naturalidad y sencillez que parece que el origen de una u otra comida se intercambian. Como si el pescado crudo con arroz fuese Made in Spain y los caracoles, una receta procedente de la milenaria dinastía Ming.

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Ubicación como línea de negocio

Wok Shanghái - Tu buffet libre
Wok Shanghái – Tu buffet libre restaurantewokshanghai.com

Sobresale Wok Shanghái del resto, dejando a un lado por un instante su cocina, en primer lugar por su estudiada ubicación. La mayor parte de estos restaurantes suelen concentrarse en retirados centros comerciales, muy alejados del vecindario, como si sólo los propietarios de vehículos tuvieran la prebenda de acudir. Este wok de San Blas-Canillejas rompe con esa pauta. Se emplaza en una de las zonas más populares del distrito, cerca de pequeños y grandes comercios, a tiro de piedra de oficinas y muy próximo de lugares de residencias vecinales. Ya no hay excusas para no adentrarse en un wok. El emplazamiento determina la línea de negocio. Los clientes de un wok ubicado en un centro comercial han podido elegir el lugar casi por azar o curiosidad, el que acude al de la calle Emilio Muñoz, lo hace porque sabe lo que quiere y conoce el producto.

El 12 de septiembre de 2010 abrió por primera vez sus puertas a los comensales este wok que recibe parroquianos de todo tipo, desde ciudadanos chinos que ven en su menú un lugar para sentirse más cerca de casa, pasando por empleados de oficina, curiosos por probar nuevas sensaciones y terminando en personas de otros distritos informados por el siempre fiable boca a boca.

Wok Shanghái de San Blas-Canillejas

Reputado teppanyaki

A Simon Rao hay que reconocerle su pericia para que el teppanyaki, (tipo de plato de comida japonesa que utiliza una plancha de acero para cocinar los alimentos) haya sido interiorizado por el comensal español como si de un cocido madrileño se tratase. Una de las grandes atracciones que puede disfrutar el parroquiano de Wok Shanghái reside en la contemplación de esta disciplina culinaria oriental. El cliente elige en el buffet libre su alimento fresco, (puede escoger entre seis tipos de carne, otros seis de verdura, seis de marisco y tres de pescado) y ya se encarga el chef con gran dosis de maestría, sofisticación y creatividad, de añadir ingredientes, saltear y personalizar el plato al gusto del consumidor. En Wok Shanghái, la diversión y la excelencia culinaria van de la mano. Como si el verbo comer admitiese más acepciones de índole placentera, el cliente que decide  entrar en este restaurante, que fusiona lo mediterráneo y lo asiático, suele utilizar los cinco sentidos.

Al igual que su menú, la puesta en escena del Wok Shanghái no puede ser más ecléctica. Su decoración es todo un guiño a la actual República China, una combinación de lo rural y urbano que representa la peculiar idiosincrasia del país. Bambú, mobiliario moderno, cosmopolitas lámparas translúcidas, cuadros de paisajes campestres orientales, el huésped que acude por primera vez a este Wok puede hacerse una idea aproximada de lo que encarna China, el país más pujante del planeta.

Wok Shanghái de San Blas-Canillejas

Abierto todos los días

Los fieles al Wok Shanghái, que cada vez son más en números, están de enhorabuena: sus puertas se abren durante todos los días de la semana, (excepto el 25 de diciembre). El comensal, ávido de nuevas experiencias, tendrá a su disposición de lunes a domingo, más de cien platos con constante reposición.

La filosofía que ha querido transmitir Simon Rao en su local, la variedad, la combinación de sabores, la mezcla por lo tradicional y vanguardista, se refleja marcadamente en su buffet libre. A modo de exposición, con una presentación cuidadísima, conviven platos de culturas tan distintas como la mediterránea y la asiática. Cohabitan en armonía los arroces con los salpicones de marisco, los noddles con la ensaladilla rusa, los fideos chinos con los san jacobos, en una sinfonía de sabores que trasciende a la propia comida.

Wok Shanghái de San Blas-Canillejas

No se libra tampoco el sushi de la excelencia en la casa de Rao, un plato que elaboran con esmero y que el cliente degusta utilizando sus cinco sentidos. Visualmente quizás sea su alimento más atractivo, el arroz adquiere un tono rosa posibilitado las huevas de pescado y su sabor en boca adquiere una alta gama de matices. Suele ser la joya de la corona del establecimiento, la vianda que más colma los platos de los clientes.

Existe la creencia de que el Wok es el mejor lugar para organizar una celebración, desde una Comunión hasta una cena de empresa. Esta teoría se corrobora sola en el buffet libre de Wok Shanghái, un sitio con un aforo idóneo para toda clase de conmemoraciones. Además, siguiendo la estela de la ola solidaria que se propaga por muchos restaurantes, el establecimiento colabora con Worldvision para erradicar el hambre. Basta con que el comensal sea responsable y se sirva sólo la comida que va a consumir.

Wok Shanghái de San Blas-Canillejas