Las Musas-Las Rosas celebran un día de fiesta con paella incluida
La Junta del Distrito ha diversificado las fiestas por casi todos los barrios de San Blas-Canillejas triplicando el presupuesto para estas partidas en los últimos tres años. Además de los dos barrios con más tradición, Canillejas y San Blas, se han unido Ciudad Pegaso y ahora Las Musas y Las Rosas, aunque en un solo día de celebración en el Paseo de Ginebra.
La Asociación de Vecinos de Las Musas-Las Rosas ya venía celebrando durante años y con gran éxito de participación infantil el carnaval del Paseo de Ginebra, aunque los costes, esfuerzos y permisos que incluían un trencito por el perímetro acabaron diluyendo una fiesta de disfraces de lo más colorido y participativa. Ahora se ha sustituido por un día de fiesta bajo el sol abrasador de septiembre pero con alegría y largas colas de participación vecinal sobre todo en los castillos hinchables y para llevarse una porción de paella que fue, sin duda, el plato fuerte de las fiestas.
Desde primera hora el Paseo de Ginebra, que está especialmente diseñado preparado para acoger este tipo de eventos, se llenó de vecinos y foráneos participando en los talleres de pintacaras, globoflexia y manualidades. Mientras tanto sobre el escenario actuaban los títeres Maktub representando El fantasma de Canterville. A las 13 horas saludó desde el escenario la concejala presidenta de Ciudad Lineal y Hortaleza, Yolanda Rodríguez, representando a Marta Gómez, que no pudo acudir a la cita con sus vecinos. A su lado Pablo Morena, presidente incombustible de la Asociación de Las Musas-Las Rosas, una organización vecinal con más de mil socios, muy dinámica y con un local frecuentado por alumnos de talleres culturales en dibujo, pintura creativa, modelado o bailes. Por cierto los de dibujo y modelado sacaron los lienzos a la calle del Paseo y tuvieron gran repercusión.
Los bailes fueron otro de los reclamos, sobre un escenario junto a la parada de la EMT bailaron los alumnos más salseros al son de los ritmos del grupo cubano Los Van Van y después la magia y el humor de Óscar Rui. La gran paellada con raciones para más de 500 comensales puso fin a una jornada lúdica que tiene como objetivo afianzarse en el barrio más joven del distrito. En este sentido la Junta Directiva de la Asociación de Vecinos lo tiene claro, quieren recuperar el carnaval infantil, aunque quizá en el mes de mayo para evitar el frío y haciéndolo coincidir con la festividad de San Isidro.
Al final todo el mundo se fue contento con esta primera experiencia de colaboración entre la Junta y la Asociación, solo pusieron dos fallos: faltaron actividades para los más mayores, una deficiencia que se repite en el resto de las fiestas de un distrito que ha triplicado su presupuesto para las fiestas populares de los barrios y que la jornada se alargue a todo el fin de semana incluyendo más actividades culturales y de ocio. De cualquier forma la jornada fue un éxito de participación y se demostró que el barrio goza de muy buena salud con ganas de fiesta y espíritu reivindicativo.