Torre Arias se viste de largo en los Veranos de la Villa
La Quinta de Torre Arias o Canillejas fue el escenario de uno de los primeros conciertos en Europa de los norteamericanos Bonnie “Prince” Billy y Bitchin Bajas, indie-folk y ambient cálido, instrumental, psicodélico y melódico cuyas fuentes son el minimalismo electrónico de finales y principios de los 70, con instrumentos acústicos como flautas, saxos, xilófonos y pequeños instrumentos de viento.
Ambiente de gala en la puerta principal de la calle Alcalá el pasado 18 de julio para conmemorar el “alzamiento” de la Quinta de Torre Arias como escenario musical de primera categoría dentro de la programación de los Veranos de la Villa.
Era la primera vez en la historia que los vecinos de las villas de Canillejas y Madrid podían disfrutar al aire libre, en una noche preciosa, de un concierto en la pradera donde hasta mediados del siglo pasado se plantaban patatas, verduras y árboles frutales.
Sobre el césped agostado por los rigores del verano se sentaron o tumbaron cientos de aficionados al folk psicodélico al son de las flautas y del resto de instrumentos de viento. Se notaba que era una noche especial, la Quinta de Canillejas o de Torre Arias abría sus puertas, esta vez para reivindicar el derecho a la cultura de una finca que solo pudo ser disfrutada por la aristocracia madrileña durante cuatro siglos.
Una vez dentro del recinto, al que se pudo acceder con una invitación gratuita, las lonas de los Veranos de la Villa indicaban el camino al espectador, que se quedaba maravillado con la restauración de la Casa de los Guardeses, un edificio de ladrillo visto y balconadas de madera en color verde que ha sido rehabilitado con acierto respetando su volumen original gracias al dinero aportado altruistamente por una misteriosa dama del norte de Europa.
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Árboles iluminados en una noche mágica
Sobre el escenario, encajado entre dos árboles iluminados con luces LED, aparecieron los Bitchin Bajas, ante un público silente, muy respetuoso con el minimalismo electrónico de esta banda llegada de EEUU para amenizar la puesta de largo de la Quinta de Torre Arias.
Entre los asistentes la concejala presidenta de San Blas-Canillejas, Marta Gómez, y parte de su equipo, además de miembros de la Plataforma en Defensa de Torre Arias que tanto han luchado para conservar los jardines y edificaciones en su estado natural. Se notaba la emoción de los activistas eco patrimonialistas, algunos portaban sus camisetas reivindicativas y todos disfrutando de una noche mágica.
Es la primera vez que los jardines de Torre Arias se abren al público para acercar la cultura, pero el objetivo es ver algún día concluidas las obras de restauración del palacete y caballerizas y quien sabe, si en su interior, podremos disfrutar algún día de música clásica en los salones o de exposiciones de pintura; lo único cierto es que Torre Arias ya es por derecho propio, patrimonio de los madrileños.