Las Tertulias en La Gradona: “Feminismo y mujer trabajadora”
Página del Distrito ha abordado en esta edición uno de los temas más relevantes y debatidos en la sociedad actual: el feminismo y la mujer trabajadora. Con el propósito de analizar los desafíos y avances en materia de igualdad de género en el ámbito laboral, hemos tenido el privilegio de contar con la colaboración de: Charo Arcas, Pta. Asociación Feminista San Blas-Canillejas; Nuria Hernández, Dtra. Colegio Ramón María del Valle Inclán; María José Morales, pedagoga de la Fundación Nortempo; Nuria Pérez, secretaria de la Asociación de Vecinos Aquitania-Arcos; y Maite Martín, periodista Diario As
¿Qué se entiende por feminismo?
Charo Arcas (C.A.): Contrario a lo que mucha gente piensa sobre que estamos en contra de los hombres, el feminismo defiende la igualdad entre los hombres y las mujeres.
Nuria Hernández (N.H.): A mí me gusta mucho la palabra equidad. No quiero ser igual que los hombres, quiero tener sus mismos derechos.
María José Morales (MJ.M.): El feminismo es la lucha por tener los mismos derechos que tienen los hombres.
Nuria Pérez (N.P.): El feminismo es la lucha por la igualdad de condiciones, sobre todo en el tema laboral.
Maite Martín (M.M.): Ya que tenemos las mismas obligaciones y deberes que tienen los hombres, también tenemos que tener los mismos derechos. Lo que pasa es que al igual que hay muchas mujeres, también hay muchos tipos de feminismo, y es normal que en ciertas cosas no podamos estar todas de acuerdo. Pero si una cosa tiene el feminismo es que todas defendemos por la igualdad de condiciones frente a los hombres.
Charo Arcas
“Al patriarcado no le interesa que seamos importantes en la sociedad”
¿Cuál es la idea del feminismo?
(C.A.): Para empezar, es importante señalar que feminismo significa mujer trabajadora, y ahora mismo puede trabajar cualquiera. El problema está en que algunas tienen un salario y otras no lo tienen. Entonces, habría que hablar de mujer asalariada y mujer no asalariada, que es la gran mayoría. Y es que, además, muchas de nosotras tenemos que trabajar en la calle y también en casa porque si no, no nos da para vivir. Hemos hecho un avance al poder trabajar, pero realmente hemos perdido porque vivimos estresadas.
(N.H.): Teniendo que trabajar fuera y luego ponerte a hacer cosas en casa hace que una esté siempre agotada. Por otro lado, las mujeres que han tenido que dejar de estudiar en algún momento supone que a día de hoy no puedan optar a un mejor puesto laboral. Se ven obligadas depender de un hombre, y así nunca podrán valerse por sí mismas.
(MJ.M.): Desde que empecé a trabajar me di cuenta de que por ser mujer, por ser joven, o por aparentar serlo, había mucho sesgo para incorporar personal a la plantilla. Algunos puestos no te dan ni la oportunidad de acceder a ellos, porque se lo dan directamente a hombres. Es duro, porque hay que estar demostrando constantemente sin poder bajar la guardia y eso conlleva un estrés muy grande a medio-largo plazo.
(N.P.): Me acuerdo que cuando acabé la carrera de periodismo, la sección de deportes era solo de hombres. A las mujeres solo nos quedaban las revistas del corazón, de entretenimiento y poco. En eso sí que hemos avanzado, pero no estamos luchando en igualdad de condiciones.
(M.M.): Considero que todavía hay ciertos sectores laborales que tienen cierta inclinación hacia los hombres. Las primeras veces que ejercí de periodista me mandaban donde estaban las azafatas de eventos en vez de mandarme adonde estaban el resto de los periodistas hombres, y me pillaba unos rebotes muy grandes. Esas cosas ni se las plantean decírselas a un hombre.
¿Qué ámbito del feminismo creen que es el más importante para fomentar este cambio?
(C.A.): Realmente todos son importantes, pero todo pasa por tener un equilibrio económico ya que es la base de todo. Si no tenemos recursos económicos no podemos hacer nada. El resto, el judicial, el social… también son muy importantes para la concepción de la mujer como una persona que tiene los mismos derechos que los hombres. Representamos el 52% de la población española. Lo que pasa es que no se nos toma en valor. Al patriarcado no le interesa que seamos importantes en la sociedad.
(N.H.): Todos son importantes porque no se puede entender a una sociedad sin uno de ellos. Pero si tuviera que empezar por uno, o por el que haría más esfuerzos para que esto se termine de una vez, es el educativo. La educación es la base para todo lo que vaya a venir después. Es necesario inculcarles desde pequeños la importancia de tratar igual a los hombres y a las mujeres. Si no se les educa cuando son pequeños, es muy difícil redirigirlos cuando ya son adolescentes o adultos.
(MJ.M.): El feminismo tiene que ser estructural porque así es el patriarcado, es la única forma para hacerle frente. Creo que instaurarlo desde que son pequeños es la base primordial para que aprendan a funcionar en una sociedad mejor. Además, me querría centrar en otro ámbito importante como es la sanidad. En términos biológicos, el cuerpo de un hombre y el de una mujer no son iguales, tienen varias diferencias notables. Sin embargo, la mayoría de pruebas o diagnósticos se hacen desde el cuerpo de un hombre. Entonces ya no es aplicable al cien por ciento de la población, porque hay un 52% que funciona de otra manera.
(N.P.): Considero que el feminismo es muy importante en el propio núcleo familiar. Estoy harta de escuchar comentarios machistas de familiares míos acerca de si sus hijos/as hacen ciertas cosas. Desde la propia familia debemos luchar por la igualdad. El feminismo social es muy importante. Tienes que salir a la calle sabiendo que eres mujer y hacer valer tus derechos en la sociedad.
(M.M.): También hay que darle valor en la calle. Tengo conocidos que cuando les digo que cuando voy sola por la calle de noche y tengo miedo, me dicen que soy una exagerada. Lo que sucede es que todos tenemos el patriarcado metido de una manera u otra, porque así nos han educado. Esto es competencia de todos y sobre todo de los jóvenes, pero veo que no está surtiendo efecto estos esfuerzos por educarlos correctamente. Las nuevas generaciones no se están implicando con el feminismo.
Maite Martín:
“Las nuevas generaciones no se están implicando con el feminismo”
¿Consideran que la política está teniendo en cuenta al feminismo para la vida social?
(C.A.): La política tiene mucho que ver en este sentido. Como ya hemos dicho, todo parte de una buena educación, pero creo que no está dedicando suficientes esfuerzos para solucionar esto. Además, considero que las políticas actuales en defensa de la mujer no son suficientes. En los barrios debería haber carteles de violencia 0 contra las mujeres.
(N.H.): La política no debería meter las narices en esto. El feminismo no va de política, es una cuestión social y así debe ser tratada. Se debería utilizar la política únicamente como moneda de cambio para llegar a un mejor puerto entre todos.
(MJ.M.): Es cierto que el feminismo toca todos los ámbitos y creo que es necesario para que esté implementado en la sociedad actual. Pero creo que su uso en política no es el adecuado, porque el feminismo se está quedando como un arma política para atraer votantes, cuando debería usarse para lavar la cara a una sociedad progresista.
(N.P.): Yo creo que la política y el feminismo sí pueden meterse en una misma frase siempre y cuando se emplee correctamente. Los políticos de los partidos de derecha deberían dar un curso de feminismo antes de meterse en la política.
(M.M.): Es una relación compleja que tiene muchas variantes. No entiendo por qué en el 8M hay tantas manifestaciones cuando debería haber solo una, pero muy grande. La política debería usar el feminismo para acercar opiniones, no para polarizarlas.
Nuria Pérez
“Desde la propia familia debemos estar luchando por una igualdad”
¿Creen que en algún momento se podrán igualar los derechos de la mujer por todo el mundo?
(C.A.): El machismo existe en todas las religiones porque el patriarcado está presente en todas ellas. En unas son mucho más tajantes que otras, pero en todas ellas se someten a las mujeres de una u otra manera. Sin embargo, también considero que son las propias mujeres las que tienen que movilizarse para librarse de esa carga. Desde occidente no podemos solucionar un tema cultural en oriente. Eso tienen que solucionarlo ellas dando un golpe sobre la mesa, pero siempre contando con nuestro apoyo.
(N.H.): No estoy de acuerdo. Es cierto que el machismo existe en todas las religiones y culturas. Hay religiones en las que las mujeres son concebidas como objetos decorativos o como criadoras de hijos. Entonces, creo que desde las civilizaciones más avanzadas debemos apoyar a todas esas mujeres de otras partes del mundo que están oprimidas y que no pueden rebelarse.
(MJ.M.): Es difícil pronosticar pero ahora mismo lo veo imposible. Algunas doctrinas han evolucionado y aceptan más igualdad, pero en otras, las normas religiosas siguen justificando desigualdades, desde la vestimenta hasta la educación y los derechos sobre su propio cuerpo. Mientras las leyes sigan influenciadas por creencias que ponen a la mujer en un rol secundario, la igualdad total será difícil.
(N.P.): La religión es machista por naturaleza. La religión como asignatura en los centros educativos hace mucho daño. Creo que para que en un futuro las religiones y culturas convivan con unas reglas similares, en cuanto a los derechos que tienen las mujeres, queda muchísimo trabajo por delante.
(M.M.): A mí me surge la duda de saber hasta qué punto podemos ayudar a otras mujeres que por sí solas no pueden rebelarse. Si no te piden ayuda, una tampoco sabe cómo arrimar el hombro, porque esas otras mujeres quizás tienen muy interiorizado ese comportamiento. Entonces, puede que intentar abrir los ojos a estas mujeres sea un error porque para ellas está bien porque así es su cultura y su mentalidad. Es más complejo de lo que parece.
María José Morales
“El feminismo tiene que ser estructural porque así es el patriarcado”
¿Qué representa la familia dentro de la lucha feminista?
(C.A.): La familia es la base de todo. Si en la familia hay maltrato, el niño el día de mañana será un maltratador. Por eso es tan importante la educación. Y más que aquella que se recibe en el colegio, la educación en tu propia casa es la que acabas interiorizando y asumiendo como correcta.
(N.H.): La familia es básica. Es muy difícil cambiar la perspectiva de los niños en el colegio cuando los padres les están dando otro mensaje distinto desde casa. Por mucho que yo, como profesora, le diga a una niña gitana que siga estudiando porque tiene potencial, por muchos ánimos que la dé, cuando sale del colegio sus padres le dicen otra cosa y esa niña cuando acabe el colegio dejará de estudiar porque así lo quieren los padres. Lo que yo hago con mis hijos es que aprendan desde el ejemplo.
(MJ.M.): La familia tiene que estar alineada con el centro educativo para educar y formar correctamente a los niños. Cuando desde la base las cosas se hacen bien es más probable que aumenten la concienciación sobre la importancia de las mujeres y de sus derechos.
(N.P.): La familia es el pilar fundamental. Ahora mismo no trabajo pero no por ello tengo que quedarme todo el día en casa a hacer tareas domésticas o a cuidar de mis hijas. En mi familia he escuchado comentarios bastante machistas y eso me molesta, porque mis hijas lo escuchan y manchan todo el esfuerzo que hago yo por educarlas correctamente. No es solo responsabilidad de papá y mamá, sino que cualquier familiar va a ser más influyente en el niño que cualquier profesor, y eso es muy complicado de corregir en la adolescencia.
(M.M.): El ejemplo es más poderoso para el cambio que tantas palabras sueltas. Si tú ves que tus padres se respetan mutuamente y dialogan, ese niño aprende que esa es la manera de tratar a los demás, da igual que sea hombre o mujer. Eso lo extrapolan a la vida adulta. La familia es un arma de doble filo muy poderosa.
Nuria Hernández:
“El machismo existe en todas las religiones y en las diferentes culturas”
¿Consideran que el lenguaje inclusivo es importante para esa igualdad?
(C.A.): Es vital. Veo que cada vez más se utiliza en las aulas de los colegios y es algo que me alegra mucho. Cuando alguna vez se me escapa un masculino o un femenino, en alguna frase que digo a mi nieto o a mi nieta, siempre me dicen: “Yaya, que yo también existo”. Eso me da a entender que están atentos al lenguaje que se utiliza.
(N.H.): Yo creo que no es importante. Que hay otras cosas mucho más importantes y que se ha centrado el foco aquí como si esto fuera a cambiar algo. Yo no se lo digo a mis alumnos en mis clases. Les tengo dicho que hay ciertas palabras que engloban a todo el mundo, ya sea en masculino que en femenino.
(MJ.M.): Creo que sí, que hay que hacer un esfuerzo para, al menos, eliminar estereotipos de ciertos términos, aunque considero que no es algo prioritario. En ese sentido, estoy un poco indecisa porque es algo importante, pero no prioritario para el feminismo.
(N.P.): No lo uso ni a nivel familiar ni social. Mis hijas al igual que yo y el resto de los presentes hemos nacido diciendo todos, incluyendo tanto a hombres como a mujeres. No creo que haya mayor problema en cambiar o no una letra. Si entiendes estas palabras de esta manera creo que todo se vuelve más fácil y uno también se estresa menos porque no podemos controlar lo que dicen los demás.
(M.M.): Es importante pero como todos los cambios costará hacerse a este nuevo lenguaje. A nosotros desde el periódico nos dicen mucho que cuidemos nuestro lenguaje sobre todo con el deporte paralímpico. Por suerte ahora ya desde la RAE se han modificado ciertos términos como ‘minusválido’. Pero también es cierto que hace años siempre nos referíamos con este nombre a plazas en la calle reservadas a este colectivo. Pero bueno, con estos pequeños detalles podemos ir cambiando la mentalidad poco a poco. Lo que no podemos pretender es que toda una sociedad empiece a decir ‘todes’ de la noche a la mañana.