Panorama del distrito desde la instauración del estado de alarma

La pandemia del coronavirus marca la vida de los vecinos de San Blas-Canillejas: población afectada por la enfermedad en sus diversas manifestaciones, cierre de edificios públicos, sobre trabajo del personal sanitario y de los cuerpos de seguridad, así como las restricciones a la movilidad ciudadana trastocan el día a día en todos los barrios.

A continuación se detallan algunos episodios más o menos relevantes sucedidos en nuestro distrito desde que la pandemia del COVID-19 se abrió paso en nuestra ciudad.

Hoteles medicalizados

El hotel Marriott Auditorium se habilitó el 20 de marzo para acoger a pacientes con síntomas leves de coronavirus. Fue el segundo hotel medicalizado en Madrid para aliviar la carga de los hospitales, éste en concreto para recibir afectados de los hospitales de Torrejón de Ardoz, Coslada y el Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares. En un principio, la idea es destinar unas sesenta habitaciones de ese establecimiento de cuatro estrellas para infectados con el COVID-19.

Hotel Marriott
foto: Hotel Marriott

En general, los hoteles que se están medicalizando son el destino de pacientes que presentan los síntomas del coronavirus y necesitan seguimiento sin necesidad de ser ingresados en un hospital, o sea al inicio de la fase de contagio y cuando están a punto de ser dados de alta. También se habilitan habitaciones para personal sanitario que puedan suponer un riesgo para los familiares con los que conviven.

Ubicado en la Avenida de Aragón número 400, el Marriott Auditorium es uno de los hoteles con más capacidad de la capital con casi 870 habitaciones. Además de este establecimiento, en el distrito otros dos hoteles, el B&B Hotel Madrid Aeropuerto y el Crowne Plaza, han puesto sus estancias a disposición de las autoridades sanitarias para paliar la situación en la medida de lo posible.

Proximidad en el distanciamiento

montamarta
Espacio vecinal Montamarta

“Ante la distancia social, solidaridad vecinal” es el lema con el que Espacio vecinal Montamarta ofrece su ayuda a todos aquellos ciudadanos del distrito que no pueden salir de casa para desarrollar las tareas imprescindibles. En esta época de distanciamiento preventivo ofrecen contacto a las personas con dificultades vía facebook: @evmontamarta, instagram: @montamartaev y correo electrónico: espaciovecinalsb@gmail.com. A quienes puedan sumarse a esta labor de colaboración les recomiendan postularse para echar una mano en el vecindario y poner carteles en los portales de los edificios.

La iniciativa se enmarca dentro del laboratorio de ideas ciudadano que surge para mejorar la calidad de vida de los madrileños en este tiempo de estado de alarma y que el ayuntamiento canaliza vía “Madrid sale al balcón”, la evolución del portal web DecideMadrid. En él vecinos empadronados en la ciudad pueden registrar iniciativas a título personal o como representantes de colectivos. Una forma de extender las redes sociales de apoyo para fomentar la convivencia y mejorar la calidad de vida de personas en situación de riesgo o precaria.

Animales atendidos

El Refugio
foto: El Refugio

La protectora El Refugio rescató el día 20 de marzo a dos perros de un matrimonio del distrito hospitalizados por coronavirus y se encargará de sus cuidados hasta que los dueños reciban el alta médica y puedan volver a su casa. Para resolver este tipo de situaciones de emergencia, la asociación ha constituido una unidad de intervención denominada “Solo en casa”, que se ocupará de aquellos animales domésticos que no puedan ser atendidos adecuadamente por culpa de la infección de sus dueños con el COVID-19.

En el caso de Toy y Pino, canes de cuatro y diez años, sus propietarios contactaron con El Refugio para trasladarles que en su hogar habían quedado los dos animales solos y sin nadie que pudiera atenderlos. Tres miembros de la protectora con su equipamiento anticontaminante entraron en el domicilio y rescataron a ambos.

El Refugio también ha puesto en marcha un servicio gratuito de atención veterinaria a perros y gatos para aquellas personas que pierdan su empleo en la actual situación de crisis. El presidente de la asociación, Nacho Paunero, ha declarado que se sienten felices de poder ayudar a personas y animales afectados por la pandemia. Si algún vecino se encuentra en una situación similar puede contactar con El Refugio a través del teléfono: 618193396.

Exención de alquileres

Autónomos, pequeños y medianos empresarios y startups no pagarán los despachos u oficinas que tienen en los seis viveros municipales en el mes de abril. El ayuntamiento ha propuesto la exención del pago del alquiler en todos los edificios que conforma la Red de Viveros de Empresas, entre los que se encuentra el de San Blas-Canillejas. Se trata de una medida fiscal acordada y anunciada por el consistorio para paliar los efectos de la caída de actividad y consumo debido al impacto económico de la crisis sanitaria.

Los viveros de empresas organizan un determinado espacio físico de un edificio en diversos despachos que se conceden para la promoción de iniciativas emprendedoras y ponen a su disposición servicios comunes de asesoramiento y distinta salas polivalentes. El vivero de empresas de San Blas-Canillejas está ubicado en las plantas 4º y 5º del edificio erigido en el número 586 de la calle Alcalá. Se trata de un espacio de 717 metros cuadrados repartidos en 12 despachos de entre 15 y 30 metros cuadrados, con sala de juntas, sala multifuncional y office. El importe que se abona mensualmente por el usufructo de los despachos y servicios varía desde los 7,15 euros por metro de los doce meses iniciales de alquiler a los 9,53 euros por metro a partir de ese primer año.

Además, el ayuntamiento de Madrid ha decretado una moratoria del pago del alquiler en los pisos de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelos (EMVS) que aliviará la situación económica de 6.000 familias en esta época de crisis sanitaria.

Argucias insolidarias

Aunque la mayor parte de la población está demostrando un comportamiento cívico y responsable, no dejan de aparecer algunas excepciones. La policía municipal interceptó a tres personas caminando juntos con bolsas de la compra en la mano por las calles del distrito. Tras comunicarles que no se podía ir a la compra en compañía y solicitarles los documentos de identificación, descubrieron que se trataba de un matrimonio y el primo de uno de los cónyuges que se había desplazado desde Ciudad Lineal y que habían partido en tres tiques la compra para tratar de evitar la multa, artimaña que no les dio resultado.

El primer día de cuarentena forzosa y con el estado de alarma recién decretado, el domingo 15 a las 18:30 horas dos agentes de la Policía Nacional que patrullaban por el distrito de San Blas-Canillejas dieron el alto a un vehículo para preguntar a su conductor adonde se dirigía. Con toda tranquilidad el ocupante del coche les dijo que tenía permiso para circular sin restricciones porque era militar e incluso les mostró un carné de Teniente del Ejército. La sospecha y desconfianza de los agentes propició

la comprobación de los documentos del hombre, un ciudadano español de 39 años, que resultaron no ser auténticos. La excusa meditada y elaborada para obviar las limitaciones a los desplazamiento del soldado de pacotilla no impidieron su detención por falsedad documental y además se le ha propuesto una sanción por infringir las normas vigentes decretadas con el estado de alarma.

Burocracia presencial limitada

Una vez decretado el estado de alarma, para limitar el paso por dependencias policiales exclusivamente motivado por circunstancias graves, y no por meros trámites burocráticos, el Ministerio del Interior tomó medidas como otorgar una prórroga de sesenta días de vigencia para los carnés de conducir que caduquen mientras la situación no varíe o la extensión por un año de la validez del documento nacional de identidad si su validez vence en estos días.

La delicada situación que se cernía sobre todo el mundo pilló al principio desprevenidos y mal abastecidos a algunos centros de los cuerpos de seguridad. Cuando aún no se habían limitado los servicios ordinarios que se prestan en comisarías, agentes de la Policía Nacional destinados en la de San Blas-Canillejas denunciaron que carecían de medios de protección y que incluso les repartieron una caja con 25 mascarillas que llevaban ya un tiempo caducadas. Para evitar alarmismo, entonces sólo podían ponérsela en caso de sospecha fundada de que el vecino que acudía a sus dependencias podía estar infectado y además debían rellenar un formulario justificando su uso. Tampoco se atrevían a compartir el bolígrafo con los ciudadanos que se personaban en los centros policiales para realizar las gestiones pertinentes.