Se buscan vecinos implicados con la inclusión
Una docena de personas con trastorno del espectro del autismo, viven de forma independiente en el distrito de San Blas Canillejas, apoyados por profesionales de la Asociación Pauta y de Plena Inclusión Madrid. Un proyecto que viene a transformar vidas y comunidades y que es posible gracias a los fondos Next Generation y al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España
Mi Casa: Una Vida en Comunidad, es un proyecto que ofrece a las personas con discapacidad intelectual con grandes necesidades de apoyo, la oportunidad de elegir dónde y con quién vivir. En aquellas comunidades en las que se ha puesto en marcha, tiene un gran impacto en términos de visibilidad social de este colectivo, ya que su gran dependencia les conduce habitualmente a vivir en entornos protegidos e instituciones que, siendo una opción, a veces no satisfacen los deseos de vida o no contribuyen al bienestar emocional de las personas.
Miguel tiene 40 años. Es una persona carismática y un gran amante del arte. Sus creaciones formaron parte hace unos meses de la exposición de ‘Art Brut’ en ‘Paisaje Doméstico’. Ahora tiene un nuevo proyecto creativo que parte de vivencias individuales con el objetivo de crear un producto artístico colectivo que se desarrolla en el Lab of Experimental Art.
En este proyecto también participa Luismi, que junto con Guille, forman parte de la comisión de comunicación de la Mesa Joven del distrito. Inquietos y curiosos, desarrollan una gran actividad en esta mesa y suyos han sido, por ejemplo, el cartel de la ‘Holy Party’ del distrito y los reportajes fotográficos de diferentes actos, como el festival urbano.
La incorporación de Miguel, Luismi o Guille a la vida de los barrios del distrito es posible gracias a los apoyos personales que se facilitan en el proyecto. Un facilitador que diseña con cada una de las personas participantes un plan de vida personalizado, atendiendo a sus preferencias, ya que busca empoderarla y apoyarla en la toma de decisiones para convertirla en protagonista de su vida.
Una vez establecido el plan de vida entra en acción el conector comunitario, figura novedosa que se encarga de recorrer el entorno de la persona para buscar oportunidades de inclusión social a través de una gran variedad de actividades comunitarias de tipo cultural, deportiva, en naturaleza… en centros culturales y deportivos municipales, de salud y en la masa asociativa del distrito a través de la coordinadora de entidades del distrito San Blas-Canillejas. Gracias a las conexiones generadas puedes encontrar a Daniel recorriendo ‘La huerta de Conchi’ y practicando slackline con Miguel; a Carlos aprendiendo a usar los bastones en marcha nórdica; a Alberto disfrutando de un relax en las terrazas de Aquitania; a Antonio patinando por las calles o a Xhulia en talleres en el Centro Cultural Antonio Machado e interactuando con los profesionales y demás participantes de cada una de ellas.
Mi Casa: una vida en comunidad interviene dentro y fuera de la vivienda. En el interno, disfrutan de su intimidad, de su tiempo y de su espacio como haría cualquiera otra persona. Carlos tiene en el salón “su bien más preciado”: una mecedora donde le gusta balancearse y disfrutar del movimiento. Xhulia, disfruta decorando su habitación con las creaciones que realiza en los talleres municipales.
A ojos de cualquier ciudadano, las vidas de Miguel, Luismi, Guille, Carlos, Alberto o Xhulia podrían parecer rutinarias. Ellas, ven en esas rutinas la evidencia de disfrutar de lo maravilloso que supone llevar las riendas de sus vidas. A través de los apoyos que se le prestan, Antonio afirma que a través del patinaje ha conocido a otras personas del barrio.
Desde Asociación Pauta, que celebra en estos días su 30 Aniversario, y Plena Inclusión Madrid apuestan por la implicación de la ciudadanía en la inclusión de las personas con autismo que residen en el distrito. Si bien los apoyos que se facilitan desde el proyecto Mi Casa favorecen la participación de este colectivo en la vida en comunidad, todavía es necesario que el vecindario se implique para construir comunidades realmente cohesionadas en las que todos sus ciudadanos participen en igualdad. Si te cruzas con Miguel, Luismi, Guille, Daniel, Alberto, Antonio o Xhulia, dales una oportunidad.
Impacto global
‘Mi Casa, una vida en comunidad’, coloca a Asociación Pauta y al distrito de San Blas Canillejas en el mapa estatal de la desinstitucionalización de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. También en la Comunidad de Madrid, junto a Afanias, Apadis, Fundación Aprocor, Fundación Gil Gayarre y Pauta, junto a otras 28 asociaciones de Plena Inclusión que prestan apoyos a las personas en otras 7 Comunidades Autónomas.
«El proyecto Mi Casa hace realidad el derecho de las personas con grandes necesidades de apoyo a tener su lugar en el mundo, un hogar para compartir y vivir con los apoyos necesarios en un barrio y con un sentido de pertenencia a la Comunidad”, afirma convencida Rosa Clavaín, directora del servicio de Viviendas de Pauta.