Reyes Maroto: “El Distrito necesita un gran cambio”
Reyes Maroto, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, visitó el Distrito de San Blas-Canillejas donde comprobó ‘in situ’ como transcurre la vida por sus calles. Página del Distrito tuvo la oportunidad de que explicara para nuestros lectores los proyectos que tiene en mente
¿Cómo se encuentra el Distrito de San Blas-Canillejas?
Igual que el resto de la ciudad de Madrid. Carece de modelo para responder a los problemas que tienen los vecinos con tres asuntos urgentes. El primero es la vivienda, en el Distrito hay 53 que pertenecen al Instituto Municipal de la Vivienda para 9.600 solicitudes. Las necesidades están muy lejos de ser cubiertas. También hay problemas en la regeneración urbana del Distrito en zonas como el Gran San Blas o la plaza Cívica.
El segundo es el reequilibrio territorial. Estamos hablando de un Distrito que tiene un conjunto de barrios muy heterogéneos, con unas necesidades dotacionales, como equipamientos educativos, deportivos o sanitarios, pero también otros que dependen del Ayuntamiento, como las escuelas infantiles. Hay muchos niños que se han quedado sin plaza pública, así como la gran cantidad de personas mayores que necesitan un centro de día. La buena noticia es que van a comenzar a construirse el centro para los mayores del barrio de Las Rosas.
Por último, los vecinos tienen que disfrutar de los tesoros de los que disponen en su entorno, como son las Quintas de Los Molinos y Torre Arias. Es fundamental que se garantice el uso público de ambos espacios, que tenga una rentabilidad social, no solo la económica. Son espacios únicos que deben estar al servicio de los vecinos y de todos los madrileños. No queremos que lo económico prime sobre lo social y lo medioambiental.
¿En qué situación está la estación de ferrocarril en las Rejas?
Es una antigua demanda de todos los vecinos. El proyecto estaba parado, pero en los últimos días se ha desbloqueado y en breve comenzarán las obras. Espero que en poco más de 2 años comience a funcionar.
¿Existe un Madrid dentro de la M-30 y otro fuera de ella?
Tenemos muchos Madrid dentro de la propia capital. Distinguir entre la almendra central y el resto de Distritos es una forma de mirar Madrid, pero existen muchas diferencias en las calles más alejadas del centro. Se nota en las inversiones, la calidad de vida de los vecinos, y parece que San Blas-Canillejas está abandonado por el actual gobierno municipal. Creemos que no es suficiente lo que se hace. Para nosotros es fundamental que el Distrito sea la voz de los vecinos, y que no solo defiendan las causas empresariales o especulativas. Tenemos un ejemplo, la privatización del último icono que quedaba del sueño olímpico, como es el Centro Acuático que, además, ha supuesto un gran desembolso económico de todos los madrileños. Esto responde al modelo del actual gobierno municipal del Partido Popular, en el que prima el pelotazo urbanístico frente al interés general. Nuestro grupo votó en contra, porque pensamos que ese espacio debería ser público. El Distrito tiene un déficit en instalaciones deportivas y sociales, creemos que se podía haber aprovechado de otra forma. Los vecinos llevan tiempo demandando una piscina pública, era la opción más idónea para poderla conseguir unido a que Madrid se postula como sede de los Mundiales de Natación de 2030.
¿Qué opinión le merece la futura Ciudad del Deporte?
Hay una parte positiva, que es aprovechar un espacio que estaba inutilizado. Lo que hemos reclamado al Atlético de Madrid y a la concejala del Distrito, es que se cumplan los compromisos adquiridos en la planificación del proyecto en 2021. Que lo hagan de forma inmediata, construyendo los accesos necesarios para evitar los colapsos circulatorios en los días de partido u otros espectáculos. Aún no se sabe cuando se van a iniciar la construcción de los equipamientos públicos que serán de titularidad municipal, que es la contraprestación que vamos a recibir del Atlético de Madrid.
Las obras de la Ciudad del Deporte ha hecho desaparecer el Oasis de las Mariposas.
Ahora es un vertedero. Toda la tierra que se está moviendo con motivo de las obras han acabado ahí. No se ha respetado el entorno que forma parte del bosque Metropolitano. Ahora, el equipo de gobierno ya no habla del bosque, se ha olvidado, y parece que no han gobernado en la anterior legislatura. Nos parece una tomadura de pelo que donde había un oasis ahora sea un vertedero.
¿Hay alternativas para paliar el aumento de la delincuencia y las drogas?
En nuestra agenda hemos marcado este tema como una prioridad. Hay que buscar soluciones a un problema de seguridad y convivencia. Hay que tratar el asunto con seriedad, exigiendo a todas las administraciones que pongan todo su empeño para solucionarlo. Lo hemos hecho a nivel local con un programa de convivencia que se aprobó en el pasado pleno. Se va a formar una mesa de trabajo en la que, como partido político, vamos a aportar soluciones.
El pequeño comercio se verá afectado por la ampliación del Estadio Metropolitano y de su entorno. ¿Qué se va a hacer para ayudarles?
Somos defensores del comercio de proximidad. Uno de nuestros puntos fuertes es el apoyo de los mercados municipales, hay que invertir en ellos. Generan cercanía entre los clientes y evita tener que desplazarse para realizar sus compras hasta las grandes superficies. En el comercio de proximidad se encuentran soluciones a las necesidades básicas. Estamos en contra de que en el entorno del Metropolitano se construyan cosas ajenas al deporte y que perjudiquen al pequeño comercio.
¿Qué opinión le merece la proliferación de apartamentos turísticos?
Estamos en contra. Se acaba de aprobar un plan parcial de protección del ámbito residencial. Se hace para controlar la proliferación de viviendas de uso turístico. Esto requiere, en primer lugar, disciplina urbanística. Hay 14.000 viviendas turísticas ilegales, sin disciplina, cualquier plan que se apruebe no funcionará. Si no hay más inspecciones o multas, van a seguir aumentando. Es palpable la ilegalidad que existe, pero nadie va contra ella. En segundo lugar, estas viviendas se tienen que prohibir cuando estén ubicadas en edificios residenciales. Lamentablemente, el Ayuntamiento solo las va a prohibir en la almendra central, aunque debería prohibirse en todo el municipio de Madrid. Se generan problemas de convivencia, los residentes se encuentran con turistas que causan problemas de ruidos y ocio nocturno. A pesar del plan aprobado, estamos muy recelosos de que sirva para solventar este problema.
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