Montamarta, un modelo de participación vecinal

En el antiguo mercado de la calle Montamarta del Gran San Blas funciona desde hace tres años el EVM (Espacio Vecinal Montamarta), donde se dan cita diversas actividades culturales gestionadas de forma horizontal por los propios vecinos. Nueva temporada para un colectivo con ganas de trabajar en dos ámbitos principales: apoyo escolar y ocio alternativo.

Nos reciben siempre cordiales Luis Vallejo, Diego Álvarez y Daniel Alcañiz, tres jóvenes responsables al frente de un edificio con historia, el antiguo mercado público de Montamarta, abandonado por el Ayuntamiento con el objetivo de instalar un espacio de Madrid Salud que nunca se hizo realidad, hasta que un día fue okupado por los propios vecinos hace tres años. Una acción con efectos inmediatos y en la que el Consistorio tuvo que implicarse e invertir presupuesto firmando un convenio con los propios vecinos, que llevan tres años gestionando con acierto un espacio de todos.

Fracaso escolar y rentas mínimas

En una zona donde las rentas están por debajo de la media de Madrid se hacía imprescindible apoyar a los más vulnerables, precisamente para dar forma a la igualdad de oportunidades.

El fracaso escolar es de los más altos de la ciudad y gestionan el apoyo de 38 niños inscritos. “Pero no tenemos espacio ni gente con disponibilidad, el abandono y el fracaso escolar es bestial en esta zona del distrito”, reconoce Luis Vallejo, que solicita personas capacitadas en educación infantil, “el objetivo es que participe el propio vecino y se involucre”.

El EVM cuenta también con actividades deportivas, por ejemplo fútbol, con tres equipos en connivencia con el CP María Moliner, y la directora del centro implicada en todo el proceso de canalización del deporte hacia la integración.

El edificio también alberga la sede de la Plataforma Vecinal San Blas-Simancas, que se mudó desde la Plaza de los Artesanos. “La Plataforma es la guía de todo, aportan la experiencia necesaria y llevan muchos años de lucha vecinal”, subraya Vallejo.

Actividades trimestrales revisables

El Espacio Vecinal dispone de actividades trimestrales de fotografía, costura, flamenco, teatro, cine, informática, danza oriental, swing, guitarra, yoga, grupos de lectura, scouts, pintura

También Madrid Salud pone su granito de arena. “En el convenio con el Ayuntamiento queda claro que tenemos que difundir la salud, son profesionales súper formados y siempre disponibles. Por ejemplo imparten un taller de memoria de envejecimiento activo que combate la soledad, muy útil para personas mayores del barrio sin movilidad al no disponer ni siquiera de ascensor en los pisos”.

En cuanto a los precios son casi anecdóticos, “por solo 2,50 euros la hora se recibe una clase de guitarra, pero si no hay disponibilidad económica nadie se queda fuera, se puede compensar con tiempo, por ejemplo ayudando en la oficina o en la limpieza del local, todo es estimativo y la gente responde. Los usuarios están comprometidos aunque no los llames, aunque a otros les cuesta más entender la idiosincrasia del centro”, explican.

Implicación del vecindario

Montamarta es un hervidero de actividades culturales donde no se para, sobre todo en el horario de tarde. Aquí todo el mundo participa activamente en el espacio, por ejemplo con charlas de renta básica o con talleres de cláusulas abusivas para informar a vecinos afectados por las hipotecas. Cualquier colectivo puede solicitar un espacio, porque se busca la implicación del vecindario.

El edificio consta de tres plantas y 900 metros cuadrados, donde solo falta habilitar el sótano, ahora taller de bicicletas, y un necesario ascensor para las plantas superiores.

Este año termina el convenio con el Ayuntamiento que esperan renovar para la gestión de este espacio público, y en este sentido negociarán con el concejal Delegado de Coordinación Territorial y Asociaciones, Nacho Murgui. “Hace falta más inversión y esperamos un mayor presupuesto”, dicen los jóvenes responsables de Montamarta, que no cobran por su trabajo. “Aquí no hay salarios como en los centros culturales, no hay funcionarios, la gestión la llevamos trabajadores parados y estudiantes, además tenemos vocación de continuidad”, concluyen.

evmontamarta.org

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