Espacio Abierto celebra la fiesta de la floración de los almendros
Volvió a vivir una agradable jornada con una fiesta circense para toda la familia. Un espectáculo gratuito en el que los almendros en flor fueron los grandes protagonistas
La Quinta de Los Molinos volvió a ser escenario único del fenómeno floral el 24 y 25 de febrero. La Escuela de Circo Carampa ofreció un espectáculo basado en la cultura japonesa titulado ‘Hanami: flores, Haikus, circo’. En Japón Hanami quiere decir, literalmente, “ver flores”, tiempo para ver flores, tiempo para disfrutar de la maravilla de su despertar y de la eclosión de sus colores.
Bashuo, el sabio poeta japonés, compone haikus en su granja acompañado de su familia, amigos y discípulos. Todos, en armonía, disfrutan de los amaneceres, juegan, bailan y charlan sobre el olor de los almendros en flor, de la gama de colores que va del invierno al otoño, o de si la flor del almendro se marchita y la flor del ciruelo, no.
Esto último fastidia un poco a Bashuo, hay que reconocerlo, porque en su quinta solo hay almendros. Bashuo se esfuerza en componer versos que demuestren que la osadía de florecer en pleno invierno, incluso antes de que broten las hojas, es más meritoria que dejarse mecer por el viento y caer antes de dejar de ser flor. Bashuo intenta defender la heroicidad de la flor del almendro ante la vanidad de la del ciruelo.
Esta temporada, La Quinta en Flor ha sido también un espectáculo circense y festivo en dos partes. Sin embargo, en esta ocasión la primera se celebró ante el palacete que alberga y da hogar a Espacio Abierto, y la segunda, en el gran campo de almendros de nuestra quinta.
Y es ahí, en ambos paisajes, donde convocan de nuevo el ritual festivo, impregnado ahora en aromas poéticos llegados del lejano oriente y con el que expresamos nuestro respeto a la naturaleza y celebramos la alegría del ciclo de la vida, envueltos, eso sí, en el blanco manto de la flor de almendro.
La Escuela de Circo Carampa desarrolla su actividad desde 1994 —¡en 2024 cumplirá 30 años!— enfocando su trabajo a la enseñanza de las artes circenses, manteniendo un compromiso de continuidad y profesionalidad en todos sus programas educativos, así como en los diferentes proyectos escénicos en los que están embarcados.
Carampa ha estado presente en todos los acontecimientos importantes de la reciente historia del circo en España y su trabajo ha sido el motor e inspiración de numerosos proyectos jóvenes circenses, no sólo de nuestro país, sino también de Latinoamérica, algunos de los cuales son gestionados por antiguos alumnos y alumnas de nuestra escuela.
En 2011 recibieron el Premio Nacional de Circo que otorga el Ministerio de Cultura, un reconocimiento a su trabajo y profesionalidad que ha renovado su ilusión y pasión.
La Escuela de Circo Carampa tiene su sede en la Casa de Campo, en una gran carpa de circo instalada en un entorno único, rodeada de naturaleza, y dispone de todos los medios técnicos y humanos necesarios para realizar una enseñanza.