Segunda visita guiada a Torre Arias con Pablo Hervás

Segunda visita guiada a Torre Arias con Pablo Hervás
Pablo Hervás es el hijo de los guardeses de Torre Arias (1953-1990)

Pablo Hervás es el hijo de los guardeses de Torre Arias (1953-1990), un referente para explicar los entresijos de la Quinta agropecuaria y de recreo de la calle Alcalá durante casi medio siglo. El pasado domingo 26 de febrero los activistas de la PQTA (Plataforma Quinta de Torre Arias) y Hervás deleitaron a los visitantes (alrededor de un centenar) que descubrieron un sinfín de curiosidades de la Quinta y de su última propietaria, la aristócrata Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno.

Cualquier historia tiene siempre un comienzo y un final. En esta ocasión todo empezó con el abuelo de Pablo Hervás, que era peón caminero en la Carretera de Aragón, en esa casita de color blanco ubicada a la entrada de Torre Arias, donde los carruajes y mercancías tenían parada antes de entrar en Madrid.

“Mi abuelo era el peón caminero y conocía al padre de Doña Tatiana, tenía su confianza y le propuso que mis padres se hicieran cargo de la casa de los guardeses (ahora en rehabilitación) para la vigilancia y demás labores de conservación de esta quinta espléndida. Pero mis padres no tenían salario ni por supuesto seguridad social, al menos no pasábamos hambre”, comienza diciendo Pablo Hervás.

Torre Arias contaba con seis hectáreas llenas de árboles frutales y con anterioridad a los marqueses de Torre Arias estaban los Bedmar, antiguos propietarios de la finca que eran afrancesados y trajeron a la finca los famosos invernaderos (hoy medio en ruinas) que calentaban con grandes estufas los sembrados o cultivos con aireadores para proteger del frío y el calor.

Tatiana cultivaba todo el año

“La marquesa cultivaba todos los días del año en los parterres de estos invernaderos plantas de flor, en el resto de la finca dominaba el trigo, cebada, avena o maíz para consumo propio y todo regado con la canalización de los viajes de agua fabricados artesanalmente con caceras hechas de ladrillo y mortero de cal. El cauce del arroyo Trancos, que viene desde la Quinta de Los Molinos, era muy fluido y suministraba el agua necesario que se almacenaba en la alberca que da sentido a Torre Arias; aunque nunca vi correr agua por Trancos. Una finca con dos arroyos era un lujo y ahora solo queda un pozo cuando tuvo cinco en el pasado y dos viajes de agua”, explicaba Hervás a la numerosa comitiva.

En este sentido la PQTA propone que se rehabiliten con materiales sostenibles los invernaderos, recuperar las huertas de Tatiana, algo que ya se está haciendo con gran éxito por parte de los jardineros municipales, retornar a la agricultura urbana ecológica para mitigar el cambio climático y concienciar medioambientalmente.

Segunda visita guiada a Torre Arias con Pablo Hervás

Aún hoy en día la alberca según la última medición de agua daba 1,25 litros al segundo, 756.000 litros a la semana y hay que aliviarla para que no rebose. El agua finalmente se pierde y va a la red de alcantarillado.

Hervás recordaba la vegetación exuberante de la Quinta y el sistema de iluminación. “Había cantidad de árboles y plantas, cuando entré recientemente se me cayó el alma a los pies al ver tanto claro. En cuanto a la iluminación era con candiles de carbón, que además nos servían para ver los atascos de las galerías que han cedido con el tiempo y en las que entraban los niños, hoy en día algo impensable. La alberca principal suministraba de agua a toda la finca, en verano con el consumo bajaba el nivel y nos suministrábamos con la fuente de La Minaya, pero la finca era más pequeña al principio y no llegaba hasta la calle de Alcalá”.

Estudio arqueológico y Plan Director

Las talas, la deforestación, el cambio climático, la presión urbanística (la fuente de La Isabela ahora está seca y la tapaba la vegetación), han producido estragos en la finca con disminución de las capas freáticas que impiden que el agua no mane, según explicaban los activistas conservacionistas de la PQTA.

Eduardo Penedo, arqueólogo de Torre Arias, ha elaborado un informe para el Ayuntamiento de Madrid donde se registran los pozos de acceso con diagnósticos de las patologías en los viajes de agua. “Hay un desplazamiento de las galerías como consecuencia de las raíces de los árboles, la parte norte está mejor conservada a siete metros de profundidad.  Hasta la llegada del Canal de Isabel II en 1850 los viajes de agua abastecían a todo Madrid y venían de las aguas subterráneas de Fuencarral, Canillas y Canillejas con galerías de captación que surtían a hospitales, conventos y casas de nobles”, explicaba.

Penedo y su esposa Mónica Major forman la empresa áqaba y han elaborado el informe arqueológico de Torre Arias que se incluirá en el Plan Director donde se estudian las patologías y recomendaciones como la visita de espeleólogos o el desbroce de las galerías.

Todo un mundo por descubrir gracias a una visita que entusiasmó a los visitantes. El boca a boca continúa y ya es vox populi que el último domingo de cada mes (12h) Torre Arias recibirá a vecinos y curiosos que quieran conocer las anécdotas de este legado histórico y paisajístico de San Blas-Canillejas.

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La PQTA muestra la quinta en la primera visita guiada

Los ecologistas y conservacionistas de la Plataforma Quinta de Torre Arias (PQTA) realizaron la primera visita guiada a 150 personas que se dieron cita en la Quinta de Torre Arias o de Canillejas, como ahora les gusta denominarla, el pasado domingo 29 de enero. La experiencia fue un éxito de participación y la explicación de todos los vericuetos de este tesoro verde y arquitectónico de todos los madrileños fue insuperable aportando datos y ofreciendo ideas para su conservación.

Tras una primera aproximación histórica a todos los visitantes, el grupo de ecologistas fue desgranando los tesoros de Torre Arias desde la casa de los guardeses (en restauración), punto de partida del recorrido, hasta el palacete cerrado por obras al público a un numeroso grupo de personas que escucharon muy atentos en una mañana gélida y bajo un intensa niebla todo el programa perfectamente estudiado y preparado por los activistas de la PQTA. Se notaba el trabajo concienzudo, la documentación histórica y el respeto casi místico por la quinta, todo por amor al arte.

La quinta de Canillejas al final de la Carretera de Aragón fue propiedad a lo largo de cuatro siglos de los condes de Villamor, Aguilar, Osuna, Dominicos, Bedmar (esplendor) y finalmente de Torre Arias (decadencia), sobre todo en las últimas tres décadas cuando la condesa y antes marquesa de Torre Arias, Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, firmó un convenio con Tierno Galván para ceder la quinta al Ayuntamiento tras su fallecimiento.

Gran diversidad botánica

Tras el abandono, que curiosamente benefició en parte a la quinta, al no entrar nadie ni ser pisoteada por el público, Torre Arias ofrece un espectáculo de biodiversidad recogido en el estudio botánico municipal donde han salido a la luz especies que no se conocían en la ciudad ni en la Comunidad de Madrid. La diversidad botánica, como el árbol labiérnago, robles, cipreses, fotinias, cedros del Himalaya o encinas con 300 años de antigüedad, todavía no están catalogadas singularmente pero se espera que sean incluidos en el nuevo Plan Especial que presentará el Ayuntamiento en breve.

Siendo todo importante de conservar y recuperar, la PQTA hizo especial hincapié en los viajes del agua, elemento central del eje agropecuario de la quinta con un reto: conseguir la sostenibilidad y el equilibrio hídrico. La quinta cuenta con dos viajes de agua La Minaya y La Isabela, cuatro pozos, dos grandes norias de tiro, cuatro estanques para el riego, pozos de registro, surtidores, fuentes y abrevaderos para el ganado.

En este sentido la PQTA considera fundamental la actuación en Torre Arias y del eje verde que conforma junto a Los Molinos y El Capricho para la recuperación hidrológica de la cuenca del arroyo Trancos mediante actuaciones diseñadas  a infiltrar y retener el agua de lluvia que recarga los acuíferos de las tres quintas y su entorno con medidas como la conducción de las aguas pluviales en lugar de alcantarillado para retener el agua de los suelos.

En cuanto a los edificios los ecologistas proponen la rehabilitación respetuosa del patrimonio histórico, por ejemplo no se han recuperado las antiguas tejas de la cubierta tras su rehabilitación, con soluciones de eficiencia energética y sostenibilidad como energía solar, captación del agua de lluvia para el riego, reutilización de aguas y tratamiento biológico para el riego de jardines. Por último la PQTA propuso en la visita guiada apoyo a la agro ecología, ganadería sostenible, horticultura y la jardinería ecológica.

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Tatiana Pérez de Guzmán no tendrá placa en Torre Arias

Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno
Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno fundaciontatianapgb.org

El Partido Popular de San Blas-Canillejas propuso en el Pleno Municipal de enero la colocación de una placa en la quinta de Torre Arias en homenaje a Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, marquesa de Torre Arias, fallecida en 2012 y última propietaria de este espacio histórico y singular que fue abierto en obras por el Ayuntamiento el pasado mes de noviembre. La iniciativa del PP contó con el voto favorable de Ciudadanos y acabó en empate, pero finalmente fue rechazada por Ahora Madrid y PSOE con el voto de calidad de la concejala presidenta del Pleno Marta Gómez.
La proposición se basa en que gracias a la marquesa y a sus antepasados la quinta ha podido llegar desde el siglo XVII hasta nuestros días casi en su estado original. Según la concejala popular Isabel Rosell, “por respeto a la historia de Madrid y a la más cercana, creemos que es importante que figure una placa a Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno por conservar el doble carácter residencial y agrícola de Torre Arias durante 400 años”. De la misma opinión se manifestaron los vocales de Ciudadanos: “Doña Tatiana no puede caer en el olvido y hay que reconocer su figura”.

Torre Arias

Sin embargo los vocales vecinos de Ahora Madrid mostraron su desacuerdo. “Torre Arias pasó al Ayuntamiento a través de una permuta de 500 millones de las antiguas pesetas y la anterior alcaldesa, Ana Botella, quería sacar partido y cedérsela a la Universidad de Navarra, es decir, al Opus Dei. Gracias al tejido asociativo, vecinos y Plataforma Quinta de Torre Arias (PQTA) se pudo recuperar para el pueblo de Madrid. En todo caso habría que poner una placa a los vecinos de San Blas-Canillejas para que sea patrimonio de todos los madrileños”, esgrimieron.

Torre Arias

Pelotazo urbanístico

La concejala socialista Mercedes González calificó de “desparpajo” la proposición del PP y recordó que el ex alcalde Tierno Galván diseñó la operación urbanística, firmó el convenio con Tatiana para recuperar la quinta para uso y disfrute de los madrileños cuando falleciera. “La marquesa se llevó un pelotazo con permutas en terrenos aledaños en los años 80 y desaparece en 2012 dejando morir la quinta y ustedes se lo querían entregar después al Opus Dei. Dejen en paz a Torre Arias”, enfatizó.

Rosell recordó que la marquesa mantuvo la finca “independientemente del PP” y que la aristócrata “la podía haber vendido o hacer lo que quisiera, pero la conservó y por eso existe. En el PP no estamos emparentados con esta señora y no tenemos nada que ver en que no se citara a Tierno el día de la inauguración de los jardines por la alcaldesa Manuela Carmena. Lo importante es Torre Arias y está por encima incluso de los vecinos y de Tatiana; su labor fue encomiable y ya veremos el futuro que depara a Torre Arias en manos de Ahora Madrid”.

Marta Gómez, concejala presidenta, aseguró que “Madrid no debe nada a la marquesa o condesa que dio un pelotazo urbanístico sin ninguna vocación social. El cuidado de la quinta fue lamentable y ahora el Ayuntamiento de Madrid se tiene que gastar un montón de dinero en su rehabilitación porque tenía la quinta en situación de abandono y además construyó una casa espantosa junto al palacete, por tanto no hay ningún motivo para placas, los únicos protagonistas son los vecinos”.

La PQTA también mostró su rechazo a la propuesta del PP calificando de “burla que convierte a los proponentes en unos cómplices anti sistema”. Los ecologistas y conservacionistas de Torre Arias que tanto luchan por la quinta de la calle Alcalá solo contemplarían la propuesta si la Fundación heredera de la marquesa “sufragase los costes de restauración de la quinta que están soportando los ciudadanos; Torre Arias se entregó no solo abandonada y casi en ruina, sino saqueada en sus elementos patrimoniales como la chimenea desaparecida del salón principal, un expolio a todos los madrileños del que es responsable la Fundación de Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno”.

La propuesta fue rechazada con el voto de calidad de la presidenta del distrito Marta Gómez. Los vocales populares y los de Ciudadanos votaron a favor; los de Ahora Madrid y PSOE en contra.

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Torre Arias siente la llamada de la tierra

El año 2016 termina con la apertura parcial de los jardines de la Quinta de Torre Arias gracias al trabajo, la lucha y reivindicación de los vecinos y ecologistas que han conseguido esta pequeña victoria, insuficiente a todas luces por las expectativas generadas con esta finca del siglo XVI que es la joya de la corona junto a las vecinas de Los Molinos y El Capricho, formando un corredor verde protegido que alberga tres palacetes históricos y públicos, de momento cerrados al público.

El protagonismo de la apertura de los jardines de Torre Arias corrió a cargo de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que desde su primera visita quedó prendada con la belleza de esta Quinta agropecuaria alejada del estilo de jardín versallesco al que estamos acostumbrados en Madrid y que en su día perteneció a la aristocrática Tatiana Pérez de Guzmán El Bueno. Rodeada de sus concejalas la primera edil madrileña ofreció un discurso optimista, participativo y de futuro, pero faltan muchas cosas importantes, como la aprobación de un Plan Director y otro Especial que tienen que redactar sus funcionarios municipales.

Plataforma Quinta de Torre Arias

Sin la presentación de estos dos planes, el Director afecta a la protección medioambiental, y el Especial a todo el entorno con las edificaciones incluidas, el Ayuntamiento tendrá difícil invertir el millonario presupuesto aprobado para iniciar las obras, como ya pasó en 2016. Hasta ahora se han protegido las zonas afectadas por posibles derrumbes, como la tapia perimetral, cubiertas del palacete, caballerizas, casa de los guardeses o las vallas de protección indispensables para la seguridad de los visitantes, pero poco más se puede hacer sin la puesta en marcha de los dos informes jurídicos que seguramente admitirán alegaciones.

Mientras tanto Torre Arias recibe a los visitantes todos los días de la semana excepto los lunes, el público entra a cuenta gotas, la afluencia es escasa quizá porque no se puede visitar el palacete ni los edificios anexos o por otras causas, como la ausencia de bancos que jalonen el recorrido dirigido y vallado, sin solución de continuidad o áreas recreativas para niños.

La sensación es que no ha cambiado nada desde la apertura, al revés, han restringido el paseo por la Quinta con ese vallado horroroso, inadecuado, no es circular y hay que darse la vuelta, la verdad es que apenas se ha hecho nada en estos dos últimos años”, apuntan los ecologistas y conservacionistas agrupados en la Plataforma Quinta de Torre Arias (PQTA) que no para de alumbrar ideas regeneracionistas.

El público demanda información

Aunque el Ayuntamiento ha instalado paneles informativos, restrictivos, el público pregunta y demanda información por ejemplo del calendario de obras o los famosos viajes del agua que la PQTA ha puesto en valor en varias charlas informativas. “Falta información para apreciar y valorar la Quinta en su conjunto con los viajes del agua, edificaciones, huertos, invernaderos y acercar la historia a los ciudadanos. Para eso nos ofrecemos o ¿es que no piensan contar con nosotros el Ayuntamiento para hacer las cosas bien?”, se preguntan los activistas de la Plataforma.

En cuanto a la falta de información tampoco se entiende por qué se han retirado los paneles informativos exhibidos el día de la apertura. Incógnitas sin resolver, decisiones sin sentido. La PQTA ha decidido proseguir con sus concentraciones el último domingo de cada mes con el objetivo de iniciar visitas guiadas, independientes de las concertadas por el ayuntamiento con una empresa privada, otra mirada para hablar de permacultura, agro ecología, hidrología, flora, actividades al aire libre

“Nuestro objetivo es abrir un buzón de sugerencias y un proceso de participación ciudadana, construimos propuestas, pero no obtenemos respuestas. Para el Plan Director dijeron que contarían con todos los sectores, pero la Junta Municipal de San Blas-Canillejas que lidera el proceso ya debería haber agrupado a todos los ciudadanos”, dicen los ecologistas de la PQTA.

La Permacultura como objetivo

Pero el futuro de la Quinta de Torre Arias o de Canillejas, última denominación por la que apuestan algunos activistas, pasa inexorablemente por el desarrollo de la Permacultura, es decir, un diseño agrícola, social, económico e incluso político basado en los valores tradicionales de un ecosistema natural, sin química y dejando libertad a todas las especies vegetales que se dan cita en las 21 hectáreas. “La lluvia fina va calando, buscamos algo más rural que El Capricho o Los Molinos y no estamos solicitando nada nuevo, la Permacultura lleva mucho tiempo funcionando en los países anglosajones y nadie se rasga las vestiduras”, subrayan desde la PQTA.

En este sentido los 11 jardineros municipales que trabajan en la Quinta han puesto en marcha los afamados huertos y lo tienen claro: buscan la biodiversidad en todas sus plantaciones y devolver a la Quinta su esplendor agropecuario. Acelgas rojas y verdes, habas, coles, berzas, myosotis, hierba damiana, antemis tintórea, hierba buena, digitalis, geranios, coles, salvia, ricino e incluso lino, se dan cita en las huertas de la cara sur junto a los destartalados invernaderos que están a punto de fenecer.

Con el nuevo año Torre Arias podría contar ya con los estudios botánicos, hidrológicos y arqueológicos indispensables para incluir en el Plan Director y el Plan Especial de conservación de Torre Arias. De momento se está rehabilitando la Casa de los Guardeses, aunque hay serias dudas sobre la conservación del voladizo de la cubierta construido o la balconada, elementos que aprovecharon con la propia madera sobrante de talas del terreno.

Todo en la Quinta de Tatiana tenía un aprovechamiento y el legado histórico debe ser conservado por los herederos que somos el pueblo madrileño. En 2017 la Quinta de la Carretera de Aragón puede salir de la encrucijada, pero hace falta más implicación y apostar por la Permacultura sintiendo la llamada de la tierra.

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Carmena inaugura los jardines de Torre Arias con una gran entrada

Mañana lluviosa el domingo 27 de noviembre que no impidió el aluvión de público que se presentó en la puerta principal de Torre Arias en la calle Alcalá para descubrir la última Quinta de la aristocracia felizmente recuperada para el pueblo de Madrid. La alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena, acompañada de las ediles del Ayuntamiento Inés Sabanés, Yolanda Rodríguez y Marta Gómez, dio el pistoletazo de salida para visitar los jardines históricos vallados por seguridad en todo el recorrido.

En la entrada de la Quinta el Ayuntamiento presentó paneles informativos para que los ciudadanos estuvieran al día de lo que se está haciendo y lo que se hará en el futuro para el disfrute de los visitantes, que han esperado mucho tiempo este día histórico y festivo. Atrás quedaron las reivindicaciones, casi siempre políticas, que han dado paso a las legítimas aspiraciones en el ámbito ecológico y conservacionista, un aspecto que lidera la Plataforma Quinta de Torre Arias (PQTA).

Horarios Quinta de Torre Arias

En el paseo de entrada los responsables municipales instalaron también paneles con explicaciones de las otras dos fincas casi colindantes, Quinta los Molinos y El Capricho, que previsiblemente abrirán sus palacetes a medio plazo llenando de contenido cultural el eje verde de la línea 5 del metro, un lujo con tres fincas que son el orgullo del pueblo madrileño y apenas conocidas al estar fuera de la almendra central de la ciudad.

Tras la presentación de la concejala presidenta de San Blas-Canillejas, Marta Gómez, habló la delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés, abriendo el turno de palabra bajo la carpa, por cierto mal ubicada junto a la casa de los guardeses. “Quiero dar las gracias a los jardineros municipales por el trabajo realizado y agradecer el compromiso en la reivindicación de la PQTA, a los vecinos y vecinas de Madrid para recuperar este legado histórico”.

Mesa y Cabrera, protagonistas en el acto

José Luis Mesa, presidente de la Asociación de Vecinos Amistad de Canillejas, también se felicitó por el trabajo llevado a cabo en Torre Arias. “Es un éxito de todos los madrileños que han conseguido que no se privatice este espacio (se refería a las edificaciones)”. Mesa recordó que el 25 de febrero de 2014 se celebró la primera Asamblea Abierta “para defender lo que es nuestro, con una recién creada PQTA que inició la lucha de lo que hemos conseguido. A partir de ahora la protección del agua será el eje principal de esta Quinta”, haciendo alusión a los estudios hidrográficos imprescindibles para mantener los jardines.

Andrés Cabrera, también miembro de Amistad y representando a la PQTA, recordó la pelea de todos y todas por esta Quinta. “Nos hemos concentrado todos los últimos domingos de mes a las puertas de Torre Arias y convocamos la manifestación más grande de la historia en nuestro barrio de Canillejas. Esto no sería nada sin vosotros, sin los madrileños, pero ya lo tenemos, es nuestro y se tiene que mantener y mejorar respetando todo su entorno”. Cabrera también aludió a la participación vecinal, una de las claves de todo el proceso. “Estamos esperando el Plan Especial de protección de la Quinta para dar nuestra opinión y esperamos que el Ayuntamiento nos tenga en cuenta”.

“Un parque único en el mundo”

La alcaldesa Manuela Carmena reconoció el trabajo de la PQTA y de las Asociaciones de Vecinos de San Blas-Canillejas. “Lo habéis hecho vosotros, pero estamos haciendo historia en unos jardines que son historia de Madrid, tenemos que ser capaces de querer a Madrid porque es de todos los ciudadanos”.

Carmena recordó la emoción que sintió al entrar en Torre Arias por primera vez. “Fue sorprendente y maravilloso ver la vegetación y las edificaciones, cada ladrillo es historia que hay que reconvertir para que este parque sea único en el mundo por su carácter agrícola y ganadero”.

Manuela Carmena también valoró la excelente ubicación de Torre Arias, la Quinta de la fallecida Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, ninguneada en todo este proceso y que legó al pueblo madrileño en la época de Tierno Galván. “La Quinta está en el centro de Madrid, junto al Metro que lleva su nombre y que viene como a buscar el parque; hay que cuidarlo porque es nuestro patrimonio actual y de nuestros nietos que seguirán las iniciativas. Esta es una página, pero habrá muchas más para escribir, con sentido común, solidaridad, generosidad y humanismo”.

Por último Carmena aludió a la actualidad internacional. “Parece que los principios ahora se tambalean como en EEUU, pero Madrid es y será una gran isla de solidaridad y este parque es un ejemplo de ello, es único y estará abierto a todos los madrileños; entre todos abriremos esta página de la Quinta de Torre Arias”.

Fersman y los cardos de la Quinta de Torre Arias

Adrian Woods | Plataforma Quinta de Torre Arias

Mi abuelo no pudo asistir a la apertura oficial de la Quinta de Torre Arias. Falleció hace unos meses y no verá cumplido su deseo de pasear otra vez por sus caminos y beber de sus manantiales centenarios.

Según escribo estas líneas, contemplo una concha antiquísima que me dejó con su escritorio, silla favorita y libros de geología. Verla me recuerda nuestros paseos por el barrio y las historias que me contaba sobre lo que pasó aquí durante la Guerra Civil.

No era más que un chaval y solía acompañar a Don Abelardo, a quien hacía recados y llevaba los bultos ya que el viejo era cojo y no podía con el peso. Al llegar el General Miaja a la Quinta de Torre Arias habían huido los aristócratas, dejando solamente un par de mozos que se encargasen de alimentar a los animales.

El General mandó poner guardia en todas las puertas y que no se sacara del recinto ni un alfiler sin su permiso. Llamaron a Don Abelardo, que tenía buena letra y sabía hacer cuentas, y el militar le nombró Factor de la Quinta, ordenándole preparar un inventario exhaustivo de lo que allí había y llevar un estricto control escrito de todo lo que entraba y salía de la finca.

El abuelo pasó semanas ayudando a Don Abelardo a hacer listas de todos los animales, de los sacos de piensos, montones de heno, minerales molidos y paja para cubrir los suelos de los establos, utensilios para ordeñar y hacer queso, herramientas, aperos equinos, de las ollas, cuberterías y vajillas que había en las cocinas y otras dependencias, muebles dentro de los edificios y un sinfín de objetos dentro del palacio. La biblioteca no parecía tener ningún inventario propio y, al ver que tardarían meses en dar cuenta de todo, optaron por cerrar la puerta con llave e informar al General que esta se encontraba a disposición en el despacho del Factor.

El asedio de Madrid duró mucho y escaseaban cada vez más los víveres, a pesar de poder disponer de los animales y del huerto de la Quinta, pero se llevó el inventario a rajatabla hasta el último día. Finalmente, cuando evacuaron a las últimas tropas, Don Abelardo había enfermado y mi abuelo se quedó solo en la finca con los mozos de las cuadras. Seguía siendo un chaval, aunque con un par de años más, a quien la pelusilla del bigote empezaba a asomar en el labio superior.

Los soldados rebeldes, rebautizados ‘Nacionales’ irrumpieron en la finca por la puerta principal en la Carretera de Aragón y subieron con un camión al patio del palacio donde procedieron a sacar muebles y objetos del palacio y a quemar papeles en una fogata que hicieron. Con paso firme, el abuelo salió del despacho del factor, cruzó el patio y se dirigió al oficial de más rango.

«Señor, como ayudante del Factor, es mi deber hacerle entrega del inventario y el libro mayor puestos al día.» Sorprendido, el oficial tomó los libros y hojeó las páginas minuciosamente rellenas en la pulcra letra de Don Abelardo, aunque al final había algún apunte hecho por mi abuelo en los últimos días cuando el viejo había faltado. De repente el militar echó los libros encima de la fogata y le espetó «¡Inventario! ¡Lárgate de aquí mocoso rojo antes de que te pegue un tiro!»  Giró y siguió supervisando el saqueo del palacio.

El año pasado, paseábamos por la calle Alcalá y nos detuvimos ante el portón donde entraron los soldados hace décadas. Habían talado muchos árboles y desbrozado ingentes cantidades de malezas que habían crecido durante el declive y abandono de la finca. El abuelo quedó absorto en sus pensamientos, con la mirada fija en un enorme cardo que se erguía cerca del camino de entrada.

«Alejandro», me dijo, «¿Ves ese cardo?».  Me empezó a contar que en ese mismo lugar, ante lo que probablemente era ancestro de ese mismo cardo que había crecido y dejado caer su semilla allí, acompañado de los mozos de la Quinta, recibieron una lección magistral del famoso geoquímico ruso Aleksandr Fersman.

Fersman llegó a la ciudad asediada de Madrid para inspeccionar la maravillosa colección de fósiles que se guardaba en la biblioteca del Palacio de la Quinta de Torre Arias. Le correspondió al abuelo buscar la llave y acompañarle en la visita. Don Aleksandr pasó unas horas examinando los cajones y vitrinas de minerales y fósiles, tomando notas en una extraña caligrafía extranjera.

Terminado la visita, Don Aleksandr se detuvo en el camino antes de llegar a la salida para admirar un cardo que le llegaba al hombro, totalmente reseco y apergaminado, con hojas pálidas que parecían alas de murciélago. El geólogo habló largo rato de la maravilla de los elementos minerales y de los misterios de la genética de las plantas; de como una semilla caída al suelo tenía toda la información para establecer una auténtica fábrica química y de construcción. El hierro la permitía hacer fotosíntesis, energía del sol para que la planta pudiera seguir construyendo ese rascacielos, esa torre con sus contrafuertes y columnas, todo hecha de sílice, con elementos que el cardo saca del aire y de la arena del suelo, generación tras generación.

El ruso hurgó en los bolsillos de la americana y sacó una concha. Dijo que cuando los minerales no están dentro de las plantas o los animales, la erosión los lleva por los ríos hasta el fondo del mar donde las criaturas marinas los usan para formar sus conchas, como el amonites, un molusco extinguido hace millones de años. «¡Toma camarada!» le dijo a mi abuelo, ofreciéndole la concha fosilizada. «Cuídala bien. Me la dio Neruda en el Café Gijón hace un par de días. Es de su tierra, Chile.»

Y mientras el abuelo y yo contemplábamos el cardo maravilloso, pasó un jardinero delante de nosotros, lo segó, lo dobló en tres trozos y lo metió en un saco de basura.

Inauguración de los jardines de Torre Arias

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Todo preparado para la apertura de Torre Arias

El domingo 27 de noviembre se abren los jardines de Torre Arias tras un año y medio de retraso. El Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid ha dado el visto bueno a una apertura que ha estado condicionada por la seguridad de los visitantes. Los jardines se abrirán con obras, como quería la Plataforma en Defensa de la Quinta de Torre Arias (PQTA), aunque los ecologistas y conservacionistas discrepan con el vallado que ha instalado el área con postes de hormigón, un material incompatible con el alto valor del suelo de esta finca de recreo que ha pertenecido durante cuatro siglos a la aristocracia madrileña.

El horario de apertura previsto será a las 12 horas del domingo 27 de noviembre y se espera una gran afluencia vecinal para dar el pistoletazo de salida a las visitas de la Quinta de Torre Arias, que se abrirán al público de martes a domingo con horario de invierno matinal de 10 a 17.30 horas ante la ausencia de luz artificial. En verano se cerrará poco antes de la medianoche y la seguridad se reforzará con la presencia de Policía Municipal que echará una mano al único guardia de seguridad contratado por el Ayuntamiento.

Los fastos de inauguración han sido coordinados por la Junta Municipal y PQTA para que todo sea un éxito de participación vecinal. Está prevista la presencia de la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena, y los delegados José Manuel Calvo e Inés Sabanés, además de la concejala presidenta Marta Gómez. Después hablarán representantes vecinales como Andrés Cabrera, que también representa a la PQTA.

La jornada estará amenizada por la Rondalla del Centro Cultural Antonio Machado, la Banda Solfónica y una representación de Títeres Indignados, también está previsto un taller de jardinería infantil donde se plantarán legumbres estacionales en la huerta que ya está operativa desde hace dos años gracias al impulso de un grupo de jardineros municipales.

Discrepancias con el vallado de seguridad

La discrepancia principal de los ecologistas de la PQTA con el Ayuntamiento se basa en el vallado perimetral que está construyendo el Área de Medio Ambiente y que utiliza hormigón para sujetar los postes de madera que impide el paso a los visitantes. Se trata de pivotes fijos anclados con cemento que van a contaminar con este material el rico suelo, aún sin estudiar de la ex finca de Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, la última noble española que legó Torre Arias al Ayuntamiento de Madrid. La PQTA ha mostrado su oposición y desacuerdo por carta ante el Consistorio.

Según los ecologistas “el área ha puesto muchos inconvenientes para abrir entre semana y ha tenido que intervenir la delegada Inés Sabanés ante el criterio negativo de los técnicos municipales, que solo querían abrir los jardines los fines de semana”, igual que en El Capricho de la Alameda de Osuna.


La PQTA tiene como objetivo ayudar con visitas guiadas siendo un motor de actividades, independientemente de las que realiza una empresa contratada por el Ayuntamiento, además han elaborado una tirada de camisetas para festejar el día de la inauguración reivindicando la presencia de animales domésticos como vacas y ovejas, igual que en la época de Tatiana.

Los ecologistas están convencidos de que Torre Arias puede ser una gran experiencia piloto para en el futuro conseguir un Madrid Agroecológico y están pendientes de reuniones prometidas con los técnicos de Desarrollo Urbano que todavía no se han producido. Reclaman también la presentación del nuevo Plan Especial para conservar la quinta, que sustituye al antiguo elaborado por el PP y al que se comprometió Ahora Madrid, el partido que gobierna la ciudad.

La PQTA reclama estudios arqueológicos, hidrológicos y holísticos para salvaguardar la restauración de jardines y edificios (palacete, caballerizas, vaquerías e invernaderos). En resumen, quieren saber qué será de Torre Arias en lo que queda de mandato y no entienden por qué en el distrito de San Blas-Canillejas no se abren a la ciudadanía cuando en otras juntas que sí cuentan con la opinión de los colectivos vecinales y sociales.

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Los jardines de Torre Arias se abrirán al público el 27-N

El próximo domingo 27 de Noviembre está prevista la apertura al público de los jardines de la Quinta de Torre Arias, según explicó en el Pleno del distrito de San Blas-Canillejas la concejala presidenta Marta Gómez. Sin embargo el nuevo Plan Especial de Protección de la Quinta al que se comprometió a redactar el Ayuntamiento sigue sin ver la luz, pendiente de estudios arqueológicos, hidrográficos y de diseño.

La concejal del PSM, Mercedes González, preguntó una vez más en el Pleno Municipal de Octubre por la apertura de los jardines y la presentación del Plan Especial de la Quinta Torre Arias. En este sentido la presidenta del distrito Marta Gómez aseguró que se abrirán los jardines “a finales de noviembre” aunque en una segunda intervención matizó que la previsión apunta al “próximo domingo 27 de noviembre” y que el acto de inauguración “ya está incluido en la agenda de la alcaldesa Manuela Carmena”.

Los socialistas de San Blas-Canillejas recordaron que el Plan Especialestá retrasado, cuando era la primera medida a la que ustedes se comprometieron y no sabemos cuándo estará disponible ni cuál será su contenido ni el método empleado”, subrayaron.

La Quinta finalmente abrirá por obras, una de las reivindicaciones de la Plataforma Quinta de Torre Arias (PQTA), pendiente de la rehabilitación del palacete, caballerizas, invernaderos y edificios anexos. Para ello el área de Medio Ambiente instalará unas vallas estéticas especiales que se integrarán en el entorno de este jardín histórico y que servirán para acotar zonas protegiendo la seguridad de los visitantes, una de las mayores preocupaciones de los técnicos municipales y que han ralentizado su apertura.

Jardín histórico y agropecuario

Torre Arias

Por otra parte los activistas de la PQTA se preguntan si el Ayuntamiento quiere que Torre Arias sea un parque histórico más de la ciudad, como las vecinas Quinta de Torre Arias y El Capricho o “están dispuestos a un diálogo abierto sobre si el distrito y la ciudad debe tener un motor en la nueva economía sostenible” con un basto proyecto agropecuario que ya presentó esta Plataforma en Defensa de Torre Arias.

También reclaman la exposición de un proyecto y la visualización de un documento escrito que justifique la gestión. “Intentamos crear un puente entre la ciudad y el campo que informe a los vecinos de cómo volver a la agricultura tradicional que lleva siglos funcionando”. Torre Arias tiene una vertiente biológica, “donde están por descubrir mundos enteros en el subsuelo a través del microscopio, universos debajo de nuestros pies que hemos ignorado por colocar chatarra en el espacio”.

La PQTA está segura que habría “cientos de estudiantes de Geoecología, Agrourbanismo y Micotecnología encantados de participar en el proyecto de Torre Arias, pero hace falta compromiso y cambiar las mentes de las instituciones educativas que reprimen y deforman las mentes de nuestros jóvenes estudiantes”.

Torre Arias vallado preventivo

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Comienzan las obras de restauración del palacio de Torre Arias

La rehabilitación del palacio, caballerizas y resto de edificaciones de la Quinta de Torre Arias ya está en marcha con un presupuesto inicial que sobrepasa el millón de euros. Se trata de una primera actuación para apuntalar cubiertas, vigas y estructuras, casi todas de madera, que presentan gran deterioro y peligro de derrumbe. Las previsiones son abrir al menos los jardines este otoño, pero no hay fecha decidida.

Aunque el Ayuntamiento todavía no ha presentado el nuevo Plan Especial de protección de la Quinta de Torre Arias, sin embargo está trabajando en las obras iniciales para apuntalar el palacio, las caballerizas y la casa del guardés, construcciones calificadas con un alto grado de protección que deben conservarse. El presupuesto sobrepasa inicialmente el millón de euros y el objetivo es proteger edificaciones y la seguridad de los visitantes.

La Plataforma Quinta de Torre Arias (PQTA) se queja en este sentido de “falta información de lo que se está haciendo” o de la retirada de las viejas vigas, “que son sustituidas por otras nuevas, sin un estudio previo”.

La Plataforma en defensa de esta histórica quinta está pendiente de una Comisión de Seguimiento y aseguran que “hay reuniones entre técnicos, políticos y Junta Municipal, pero no se abren a los vecinos. Llevamos dos años trabajando por la apertura y defensa de Torre Arias y vamos a solicitar una reunión con la Junta Municipal para pedir un borrador del Plan Especial que tenía que estar listo antes del verano”.

Los árboles se están secando

Los activistas de la PQTA también han denunciado la situación de parte del arbolado de Torre Arias y zonas verdes colindantes, donde se están perdiendo ejemplares por la falta de agua. “Lo que se seca se tala y los estudios apuntan a que hay que recuperar el curso fluvial del arroyo de Trancos para llegar a las raíces de los olmos, pinos y almeces de la Quinta”. También apuntan la posibilidad de que “la presión urbanística de la zona, con la construcción de nuevos viales, chalets privados y el nuevo hospital de Navarra han cerrado las vías del agua, las han dejado sin salida”.

Otra de las aportaciones de la PQTA es hacer un estudio para la implantación de huertas solidarias en la cara sur de la Quinta. “De momento tenemos dos huertas que se abastecen de semillas autóctonas y la producción se la lleva la Plataforma de Parados del Distrito”, apuntan.

Desde la Plataforma siguen insistiendo en la necesidad de un seguimiento de las obras, tanto de los jardines como de los edificios y revisar todo lo que se hace para conservar elementos arquitectónicos y botánicos. Mientras tanto han creado un grupo motor para seguir manteniendo Torre Arias como una Quinta viva y con valores medioambientales únicos en el centro de la península.

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La Plataforma Quinta de Torre Arias solicita abrir por obras

El trabajo desinteresado de los asociados a la PQTA es, seguramente, la apuesta más decidida y novedosa del distrito con un claro objetivo: conseguir una finca agropecuaria para todos los vecinos en un entorno urbano y ecológicamente sostenible, un referente para todo el país. Se trata simplemente de copiar lo que se está haciendo en otras ciudades de Europa desde hace años y que en Madrid es tan difícil de asumir por los técnicos municipales.

La PQTA sigue aportando soluciones medioambientales a la Quinta de Torre Arias, cerrada al público, aunque según los responsables municipales de Medio Ambiente y Patrimonio podría abrir sus puertas el próximo otoño. Los asociados siguen dando la batalla ante la administración con reuniones periódicas aportando ideas y soluciones a una Quinta que debe ser conservada y apreciada por su alto valor ecológico y paisajístico.

En este sentido la PQTA ha presentado un proyecto profesional, bien estructurado, novedoso y abierto a todo el mundo donde se incluyen huertos, viñas, frutales productivos, invernaderos, protección de muros perimetrales, zonas comunes, caminos, puentes, edificios, eficiencias energéticas e hídricas y todo ello sin gastar apenas un euro ni cargar al erario público.

El nuevo Plan Especial del Ayuntamiento protege los viajes de agua, tan demandados por la PQTA y que no estaban incluidos en el anterior Plan del PP, pero solo dentro de la Quinta buscando el interés patrimonial, aunque no se plantea la recuperación hídrica que tuvo la finca y que data del siglo XVII. Las carreteras de circunvalación, obras de infraestructuras o el metro han cercado a Torre Arias hasta secarla hídricamente y dejarla sin recursos.

No habrá animales en la Quinta

El Plan Especial prohíbe según normativa la inclusión de animales tipo vacas, como propuso Carmena, y que disfrutaba la última condesa de Torre Arias; tampoco habrá perros, gatos, palomas o caballos. Protege, sin embargo, la galería de tiro y la casa de las patatas, pero se excluyen la lechería, matadero, perreras, palomar, gallineros, casa del pastor, etcétera.

Tampoco hay muchas esperanzas de que se pueda recuperar el viñedo que ya estuvo plantado en la Quinta durante siglos y que se ha denominado Viña Alcalá 551, un proyecto cultural que también se lleva a cabo en entornos urbanos como París y que tan buen rendimiento está ofreciendo.

No se sabe nada todavía de la actividades culturales propuestas, de las exposiciones programadas, de los eventos ni tampoco de la recuperación o rehabilitación del palacio, vaquerías o caballerizas, todo protegido pero sin fechas de inicio.

La PQTA también ha propuesto abrir la Quinta al público mientras se esté trabajando en las obras, con andamios protegidos en zonas de interés, como en la catedral de Vitoria, de interés turístico y cultural, pero tampoco se contempla por los técnicos municipales.

El actual huerto, promovido recientemente por algunos jardineros comprometidos se respetará, pero las visitas autogestionadas que se están realizando en la Quinta de modo voluntario se registrarán con nombres y apellidos, como en el periodo anterior, aunque no está claro si volverá la gestión indirecta.

Los asociados de la PQTA, entre los que se encuentran jardineros municipales, ecologistas, librepensadores, conservacionistas y en general personas con cultura suficiente para entender el enorme legado que hemos recibido todos los madrileños, saben que queda mucho por hacer y no piensan tirar la toalla ante la administración y los técnicos, que son los que realmente deciden en el Ayuntamiento de Madrid.

Sin embargo, queda espacio para el optimismo, la nueva corporación plantea estudios históricos, botánicos y arqueológicos para una Quinta que puede ser el referente medioambiental de toda España.

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Carmena anuncia la apertura del palacete de la Quinta Los Molinos

Han tenido que transcurrir 36 años para que el palacete de la Quinta de Los Molinos se abra al público, al menos parcialmente. La Quinta fue recepcionada por el Ayuntamiento en 1980 y en este largo periodo de tiempo nuestros responsables municipales no han sido capaces de dar una utilidad al palacete de César Cort, el antiguo propietario, urbanista y concejal.

La alcaldesa Manuela Carmena visitó la Quinta de los almendros en plena floración y abrió excepcionalmente el palacete en la misma jornada, pero desconocemos qué utilidad futura tendrá esta joya de la arquitectura vienesa de los años 20 del pasado siglo.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, visitó el pasado domingo 21 de febrero la Quinta Los Molinos junto a la concejal del distrito Marta Gómez. Los almendros en flor fue el principal reclamo para hacerse la foto de rigor en este entorno majestuoso de nuestro distrito que tiene cada año más seguidores. Carmena llegó en Metro a la estación de Suanzes, donde fue recibida por la edil del distrito. En el paseo preguntó por la producción de almendras y recorrió la Quinta hasta el norte, donde se encuentra situado el palacete, los molinos que dan nombre a la quinta, el antiguo invernadero, los estanques y la Casa del Reloj.

Uso social y turístico

Carmena se comprometió con el futuro uso social y turístico de las tres Quintas históricas: Los Molinos, Torre Arias y El Capricho, con edificios desaprovechados y cerrados a los vecinos. Se sopesará la posibilidad de meter a Los Molinos en la programación de los Veranos de la Villa y la primera edil aportó un par de ideas: teatro infantil los domingos y la instalación de una cafetería.

El palacete abrió sus puertas con una exposición de fotos de las tres quintas y un concierto con tres pases de Maureen Choi Quartet que entusiasmó a los visitantes, sin embargo Carmena no se quedó a ver al concierto ni dirigió unas palabras al respetable, tampoco descubrió ninguna placa conmemorativa.

Lo cierto es que se esperaba algo más tras 36 años de espera para ver el interior de un palacete que ha costado un riñón a los contribuyentes tras sucesivas reformas. Los anteriores alcaldes dibujaron un escenario para Magistralia, la empresa musical de Emilio Aragón, pero no llegó a buen puerto.

El ex alcalde Gallardón también propuso instalar la casa cultural de Asia y después un albergue para el Comité Olímpico, pero tampoco se hizo efectivo. Ahora parece que el uso social y cultural será prioritario, el palacete cuenta incluso con un pequeño auditorio, pero lo cierto es que no hay nada concreto para este edificio peculiar con una torre de tres cuerpos escalonados. Como nota curiosa la Policía Nacional cuenta con un despacho en el salón de la fachada sur, desde donde se divisa la espectacular finca creada por el alicantino César Cort, de estilo mediterráneo con 1.500 almendros, pinos, cipreses y macizos arbustivos, entre otras especies.

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